Morena unió a la oposición con la iniciativa de reforma electoral impulsada por el Presidente de la República y, ante ello, el reto en 2023 para quienes hacen frente al partido guinda es demostrar que es vulnerable.
- Más allá de las marchas por parte de la oposición y la contramarcha en favor de la reforma del Instituto Nacional Electoral (INE) auspiciada por Morena y sus aliados, la iniciativa propuesta desde Palacio Nacional tiene pocas posibilidades de concretarse.
- “La reforma electoral nació muerta y en esa mortandad tampoco visualizó el presidente Andrés Manuel López Obrador que estaba jugándose su posibilidad de continuidad en el 2023”, indica Ulises Corona, académico investigador de la UNAM.
El politólogo comenta que los dos procesos electorales, tanto el de 2023, en donde se disputan las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, así como la renovación presidencial de 2024, están amalgamados y el presidente López Obrador está identificando que la unión de los tres partidos que se conjuntan en Va por México sí le pueden arrebatar la permanencia en el poder a Morena.
El analista considera que se ve un interés muy marcado del mandatario mexicano por impedir que los tres partidos se reagrupen.
“Si ganan la elección del Estado de México, que es un bastión importante electoralmente hablando, estará dándose cuenta la sociedad mexicana, la opinión pública, de que una gran coalición ciudadana político-partidista de oposición sí puede ganarle a Morena”, explica el experto.
- El cálculo de la reforma electoral enviada al Congreso desde Palacio Nacional, de acuerdo con Ulises Corona, es erróneo, puesto que ha logrado hacer que los institutos políticos se organicen y afectó de paso a los partidos chicos aliados a Morena.
“Con tal de desaparecer, destruir, minimizar o golpear al INE, AMLO no visualizó que también golpearía al PT y al Partido Verde”, explica.
- De aquí en adelante comienza un periodo de estrategias políticas que llevará a algunos actores importantes tener más impacto con sus mensajes, tanto dentro como fuera de Morena, como Ricardo Monreal, Ricardo Anaya, Enrique de la Madrid y otros.
- Dice que es importante ver lo que ocurrirá en 2023, sobre todo en el estado más poblado del país, ya que será una clara referencia de las cosas que se verán en la elección para la renovación del Poder Ejecutivo federal en dos años.
“Ahorita lo que interesa es un proyecto ideológico partidista que no es otra cosa más que sustentarse en el ejercicio del poder, y en ese sustento no importa que se tengan que gastar más de 150 millones de pesos para acarrear a un millón 200 mil personas y salir a la calle”, indica Ulises Corona.
- En este “round previo” en el que se juegan las gubernaturas del Edomex y Coahuila, en las que jamás ha gobernado un partido que no sea el Revolucionario Institucional (PRI), Morena puede ser derrotada con una alianza opositora bien organizada
Parte crucial de lo que está en juego y se vislumbra hoy es el entendimiento de que Morena no es un partido político invencible en las urnas, aún con el aparato de programas sociales impulsado desde el Gobierno federal.
“Amen de lo que se juega electoralmente, en Coahuila y Estado de México, hay algo que es fundamental y yo creo que buena parte de los analistas no han reflexionado, y es que el futuro de 2024 está en función de 2023”, detalla.
- La elección del año que viene tiene una enorme complejidad porque se trata de dos estados en los que tradicionalmente ha gobernado el PRI y al interior de ellos hay vulnerabilidad y delincuencia organizada. Algo similar a lo que pasó en Tamaulipas, en donde Américo Villarreal logró el triunfo para Morena.
“Si Morena quisiera repetir el voto del miedo, dicen que con la delincuencia organizada, con la movilidad de las estructuras de las fuerzas armadas versus Ejército mexicano o Guardia Nacional, podría volver a repetir el ejercicio, pero sabemos que nunca hay una elección similar, nunca hay un proceso político simultáneo en términos repetitivos pero, sobre todo, nunca hay recetas mágicas que permitan repetir uno u otro proceso electoral porque aprenden los ganadores, pero también aprenden los perdedores”, expone.
‘No vamos’, dice el PRI, previo a 2023
El PRI no va con la reforma electoral porque en vez de fortalecer el round previo o resolver los problemas del país se estaría debilitando al centralizar las acciones del árbitro electoral, afirmó Rubén Moreira, coordinador de los diputados del Revolucionario Institucional.
“No es pertinente en este tiempo ni siquiera discutir la composición de los órganos electorales, mucho menos cambiarlos. En segundo lugar, es porque es centralista, y este país desde hace décadas está empujando una concentración del poder, y eso está debilitando a los estados”, explica.
Moreira descarta que esta posición del PRI se trate de un cálculo político
“Nosotros votamos por nuestras razones y no es un cheque en blanco al INE. Nosotros del INE esperamos austeridad, esperamos menos estridencia, esperamos que legitimen con su trabajo”./CONGRESO-PUNTOporPUNTO