Por ineficiencia, discrecionalidad y mala planeación, los Congresos de 27 estados gastaron, en conjunto, mil 340 millones de pesos más de lo presupuestado inicialmente para 2017, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
- Lo anterior representó un sobreejercicio de 11 por ciento por parte de las Legislaturas que en 2018 gastarán –si se apegan a lo autorizado–, 14 mil 480.9 millones de pesos, equivalentes a 1.4 veces el costo del programa Escuelas de Tiempo Completo.
- Los tres congresos con mayor gasto adicional ejercido fueron Oaxaca, con 86 por ciento; Hidalgo, con 30 por ciento, y Tamaulipas, también con el 30 por ciento, según el Informe Legislativo 2018 del IMCO.
- En el caso de Oaxaca, los 342 millones de pesos que sobreejercieron los legisladores locales rebasaron el monto que ellos mismos destinaron al Fondo estatal de Reconstrucción por los sismos de septiembre de 2017.
El estudio encontró también que, en promedio, el 14.3 por ciento de su presupuesto lo dirigen para la «ayuda social» a instituciones o personas, tarea que legalmente sólo compete a Gobiernos estatales.
- «Sólo las legislaturas de la Ciudad de México y del Estado de México ejercieron en 2017, por ese concepto, alrededor de 576 millones de pesos», detalló el investigador Ramiro Suárez en la exposición de datos.
Según el análisis, el monto de «ayuda social» de estas dos Legislaturas del centro del País fue mayor de los 531 millones de pesos que gastaron en ese rubro los Gobiernos de Tlaxcala, Baja California Sur, Nayarit, Aguascalientes y San Luis Potosí.
La suma para ese concepto en 25 Congresos locales alcanzó los mil 915 millones de pesos, lo que incluye despensas, juguetes, fiestas y obras públicas. El presidente del IMCO, Juan Ernesto Pardinas, destacó que los diputados de la CDMX y del EdoMex tendrían que explicar el destino de ese dinero público.
- «Si no es política clientelar, se están clavando la lana directamente», planteó.
- «En el mejor de los casos se lo están gastando para campañas electorales, en el peor, para su bolsa», agregó.
Como ejemplo del mal manejo, el organismo comparó que mientras los 66 legisladores de la CDMX tienen 266.8 millones de dólares para 2018, los 350 diputados del Congreso Nacional de España tienen sólo 129 millones de dólares este año.
En promedio, cada asambleísta capitalino tiene en sus manos el destino de cuatro millones de dólares, mientras que un diputado ibérico sólo dispondría de .37 millones de dólares.
Congreso, con millonarios recursos pero pobres resultados
Según reveló una investigación de Integralia para evaluar el desempeño del Congreso mexicano, éste dispone de millonarios recursos cada año que lo ubican en segundo y tercer lugar en el ranking mundial, sin embargo, sus resultados son “deficientes” y “pobres”; tiene manejo discrecional de “caja chica” y subejercicios cuantiosos; cuenta con 56 comisiones ordinarias en la Cámara de Diputados y 64 en la Cámara de Senadores.
- “Se trata de un número excesivo que coloca al Senado mexicano como la segunda con más comisiones en el mundo y a la de Diputados como la tercera con más comisiones de una escala del 1 al 10 -debajo de Nigeria y Filipinas-.
- La burocratización del sistema de comisiones es resultado del clientelismo; dar cargos y estructuras burocráticas a legisladores para su promoción política con cargo al erario y a la eficiencia del trabajo legislativo”.
- El reporte legislativo de Integralia dado a conocer al finalizar la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, destaca que además de las comisiones ordinarias, el Congreso ha creado muchas “especiales”.
- La Cámara de Senadores constituyó 16 de ese tipo y la de Diputados otras 46. Además, el Congreso cuenta con cinco comisiones bicamerales. Si se suman todas las comisiones del Congreso de la Unión se llega a la cifra de 187.
- “La multiplicación de las comisiones entorpece el trabajo legislativo, duplica funciones y con frecuencia genera lentitud en el proceso de dictaminación, porque una iniciativa es enviada para su estudio a varias comisiones cuya materia se traslapa”.
Con el exceso de comisiones, se observa un funcionamiento deficiente. Con frecuencia las comisiones no cumplen con sus obligaciones reglamentarias. Ejemplo: ninguna comisión de las 56 ordinarias de la Cámara de Diputados cumplió con la obligación de sostener una reunión mensual en los 34 meses como establece la Ley Orgánica del Congreso General.
- En el caso de las comisiones especiales se observa el mismo fenómeno. Por ejemplo, 13 comisiones especiales de la Cámara de Diputados nunca se reunieron y otras nueve simplemente no reportaron información para saber si lo hicieron.
En el caso de las comisiones especiales del Senado, todas -salvo una- provienen de la legislatura anterior (eso es, se recrearon de forma automática), lo cual contradice su naturaleza “especial”.
“Caja chica” y subejercicio
- El presupuesto aprobado del Congreso (ambas cámaras más la Auditoría Superior de la Federación) ha aumentado -en términos reales- de nueve mil 231 millones de pesos en 2000 a 15 mil 575 millones en 2018. En la LXIII Legislatura que concluye el presupuesto se mantuvo constante, incluso tuvo un ligero descenso en términos reales, al pasar de 15 mil 751 millones de pesos en 2015 a 15 mil 575 en 2018.
No obstante, se observa un sobre ejercicio en últimos años. Por ejemplo, en 2017 se gastó fue 2.7% más de lo aprobado. Una asignatura pendiente es reducir los montos de asignaciones a grupos parlamentarios, recursos que funcionen en ocasiones como “caja chica” de los coordinadores parlamentarios.
Aunque su monto disminuyó en términos reales a lo largo de esta legislatura, sigue siendo muy elevado: en 2017 fue poco más de dos mil millones de pesos en ambas cámaras. En la práctica es una suerte de financiamiento adicional de los partidos políticos.
Rezago histórico
Durante la Legislatura que termina (2015- 2018) se presentaron seis mil 186 iniciativas en Diputados, de las cuales se aprobó el 13%. En Senadores se presentaron mil 953 iniciativas; la tasa de aprobación fue de 5%/ CON INFORMACIÓN DE OEM- REFORMA