Un cambio de raíz, tan profundo como la Independencia, la Reforma o la Revolución. eso prometió López Obrador. ¿Cuáles son los fundamentales de la «cuarta transformación»?
• La «cuarta transformación» de la República, prometida por Andrés Manuel López Obrador, pasa por una reorganización del gobierno, nuevas medidas de política económica, un ajuste drástico en el gasto gubernamental, la creación de nuevos programas sociales e incluso por la redacción de una «Constitución moral».
• «No se tratará de un cambio superficial», ofreció AMLO a los 89 millones de electores mexicanos, de los cuales 30.1 millones le tomaron la palabra.
El voto por López Obrador resultó inédito, pues desde 1988 (una elección cuestionada por su legalidad y legitimidad), ningún Presidente había sido electo con más del 50 por ciento de los votos emitidos, y menos con una distancia de 30 puntos porcentuales respecto al segundo lugar.
• AMLO contará con una mayoría en el Congreso de la Unión que no se había visto desde 1997, año en el que el PRI perdió la hegemonía en la Cámara de Diputados. Lo que le otorga mejores condiciones que a sus antecesores para poner en marcha su proyecto de nación.
• En los discursos que pronunció en los 270 mítines de su campaña, AMLO fue delineando un país idílico. Prometió «el reino de la justicia en la Tierra», un México sin corrupción, sin abusos de poder, sin frivolidades ni lujos en la alta burocracia; donde «los de arriba» ganen menos y «los de abajo» ganen más.
• Un Presidente sin residencia oficial de Los Pinos, sin Estado Mayor para él, sus familiares y amigos; sin pensión vitalicia, sin sueldazo, sin gastos excesivos en vestimenta, protocolo, viajes al extranjero, automóviles, telefonía, viáticos… y sin un ejército de asesores.
• El virtual Presidente electo prometió un Estado sin un órgano oficial de inteligencia dedicado al espionaje; sin contratos amañados ni contratistas consentidos, y sin una partida excesiva y discrecional en publicidad oficial.
• Una nueva administración pública descentralizada, donde sólo media docena de secretarías de Estado se quedarían en la capital del país, junto con la Presidencia.
• AMLO prometió, también, una nueva política de seguridad, sin violaciones a los derechos humanos, con instituciones coordinadas entre sí y funcionarios que madrugarán para analizar la evolución diaria del delito. Un país de becarios y no de sicarios./ CON INFORMACIÓN DE REVISTA FORMA Y FONDO- REFORMA