El estatus quo que durante los últimos treinta años dominó a la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal está a punto de cambiar.
La reforma judicial aprobada el año pasado entrará el domingo en su fase crítica con el arranque del periodo de tres meses de campaña, en los cuales los ciudadanos podrán conocer y, llegado el momento, votar a los nuevos integrantes del máximo tribunal y a la mitad de los jueces y magistrados federales del país.
- Con ello, se concretará la mayor sacudida a los operadores del sistema de justicia federal por lo menos desde la reforma de 1994. En el caso de la Corte, finaliza la selección directa de los ministros a cargo de las fuerzas políticas predominantes, mientras que en los tribunales y juzgados concluye la selección de jueces por concurso lo que, en algunos casos, derivó en nepotismo.
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La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, ha señalado que confía en que esta reforma abra el paso hacia un sistema de justicia más efectivo y cercano a la gente. Su antecesor, el presidente Andrés Manuel López Obrador, y voces del oficialismo reiteraron en varias ocasiones que el Poder Judicial se “había alejado del pueblo” y servía a élites políticas y económicas.
En cambio, múltiples especialistas, colegios especializados e instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Naciones Unidas o la Escuela de Leyes de Stanford han advertido que los cambios implementados podrían debilitar la independencia judicial, y ponen en riesgo tanto el fortalecimiento democrático del Estado mexicano como la protección de los derechos humanos de víctimas y acusados.
Lo que es un hecho es que la elección extraordinaria de este año dará paso a una situación inédita en el país: la elección por voto popular de 881 personas que serán las nuevas encargadas de administrar e impartir justicia a nivel federal.
La Corte: tres décadas de ADN político
Desde la última gran reforma judicial de 1994, un total de 21 hombres y 7 mujeres han sido seleccionadas para ocupar el cargo de persona ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
- Para ello se siguió un sistema en el que el presidente en turno nominaba a la persona (la mayoría de ocasiones dentro de una terna) y el Senado de la República tenía en sus manos su evaluación y ratificación por voto de mayoría calificada.
- De estas 28 personas, 11 ministros fueron nominados por el presidente priista Ernesto Zedillo; cuatro por el panista Vicente Fox; cinco por el panista Felipe Calderón; tres por el priista Enrique Peña Nieto; y cinco por el morenista Andrés Manuel López Obrador.
- Dicho de otra forma, de los 28 ministros que tuvo la Corte en este periodo 14 fueron nominados por presidentes emanados del PRI; nueve por presidentes del PAN y cinco por un presidente emanado de Morena. En todos los casos, con excepción del de la ministra Lenia Batres Guadarrama, fue el Senado quien ratificó las designaciones.
- De acuerdo con datos de la Corte a MILENIO indican que, con independencia de quién los propuso, 11 de las 28 personas ministras en este periodo tuvieron un origen político, ya sea porque fueron militantes o simpatizantes de algún partido o porque trabajaron en gobiernos emanados de estos. Ello equivale a casi el 40 por ciento de las personas que han integrado el pleno.
- Por ejemplo, Salvador Aguirre Anguiano fue candidato a diputado federal por el PAN; Sergio Valls Hernández se desempeñó como diputado federal del PRI en la legislatura de 1985 a 1988; Eduardo Medina Mora, de filiación panista, fue integrante de los gabinetes de Fox y Calderón; o Javier Laynez, quien fue procurador fiscal de la Federación en el periodo de Calderón.
Ejemplos más recientes son el de la ministra Lenia Batres Guadarrama, quien ha sido simpatizante y militante tanto del PRD como de Morena: o el de Loretta Ortiz Ahlf, quien fue legisladora del Partido del Trabajo y luego se convirtió en miembro fundadora de Morena.
- Por otro lado, el 60 por ciento de los ministros que han integrado el pleno en las últimas tres décadas llegaron a esa responsabilidad sin previamente haber militado en un partido político. Fueron seleccionados por su trayectoria como juristas en alguna rama del Poder Judicial o en otras instancias.
- En ese contexto, la reforma judicial aprobada el año pasado reduce de 11 a 9 el total de personas ministras que integrarán el pleno de la Suprema Corte de Justicia y, con la elección de este año, se elegirá a sus nuevos integrantes.
No obstante, existe la posibilidad de que tres ministras que provienen de este periodo se mantengan en dichas posiciones dado que participarán en el proceso de elección.
La “familia judicial”
En los comicios del próximo 1 de junio, los electores también votarán por 850 personas que ocuparán los cargos de jueces de distrito y magistrados de circuito federales. Ello representa una renovación, con este nuevo método, de la mitad de los juzgadores federales del país. La otra mitad serán renovados en los comicios federales de 2027.
- Hasta ahora, la ruta institucional para que un profesional del Derecho alcanzara una de estas posiciones era a través de los concursos de oposición emitidos por el Consejo de la Judicatura Federal.
- En síntesis, se trataba de participar en procesos de selección, donde, además de reunir ciertos requisitos, la persona aspirante tenía que superar distintas pruebas de evaluación. Este procedimiento fue reforzado durante la presidencia del ahora ministro en retiro Arturo Zaldívar en un intento –según lo dicho por él mismo– de frenar el influyentísimo y nepotismo.
En el papel consistía en un método que garantizaba la elección de los candidatos mejores preparados. No obstante, sus críticos advertían que estos procesos de selección no lograban evitar que se privilegiara a familiares, amigos o aliados al momento de la decisión final entre un candidato u otro.
Ello ya que la mayoría de concursos estaba dirigida hacia personas que ya laboraban en escalafones más bajos del Poder Judicial, y que habían llegado ahí, en varios casos, por sus relaciones familiares o por “recomendaciones” de amigos o aliados.
“Aunque tuvieras el curso o examen que te certificara primero como secretario al final siempre eran los titulares quienes decidían libremente a quienes daban los nombramientos”, dijo una ex funcionaria de la Corte a este medio.
- Fuentes del Consejo de la Judicatura consultadas por MILENIO indicaron que una situación que ocurría con relativa frecuencia es que integrantes de una misma familia terminaron trabajando dentro de diversos cargos del Poder Judicial. Esto, dicen, en ocasiones obedecía como resultado del propio apego a la institución.
- “Sí tenemos éstas llamadas familias judiciales, pero es como pasa con las familias de policías: es obvio que comienza a existir un apego a la institución, porque el padre o el hermano se dedican a ello. Lo que no significa que no fueran aptos”, dijo un magistrado a este medio que pidió reserva con su identidad.
- En el informe Reforma integral al sistema de justicia en México: desafíos y propuestas, la Judicatura Federal reconoció la existencia de situaciones de posible nepotismo o conflictos de interés en este poder, aunque subrayó que ya estaban en marcha esfuerzos para combatirlo.
De acuerdo con los datos oficiales asentados en el informe, en 2022 un total de 24 mil 546 servidoras públicas de los órganos jurisdiccionales federales, equivalentes al 49 por ciento del total de los funcionarios, tenía por lo menos a un familiar trabajando dentro del mismo Poder Judicial. Se trataba, pues, de casi la mitad de los empleados.
- Para 2024 y gracias a policías implementadas por la gestión de la ministra presidenta de la Corte y del CJF, Norma Piña Hernández, esta cifra se logró reducir a 16 mil 639 servidores públicos emparentados entre sí, equivalentes a un 37 por ciento del total.
- Otro estudio elaborado por el Consejo de la Judicatura advertía desde 2017 que 112 jueces y magistrados federales habían utilizado sus facultades legales para contratar a su esposa o pareja; que 180 lo hicieron para contratar a sus hijos; 136 a sus hermanos; y 27 a sus padres./CONGRESO-PUNTOporPUNTO