Solamente en los primeros 24 días de mayo iban 39 casos, siendo el mes con el mayor número de narcohomicidios. Aunque la mitad se ha registrado en delegaciones de la zona oriente, las ejecuciones se extienden a 15 de las 16 demarcaciones de la Ciudad.
- Tres de cada 10 narcohomicidios son en delegaciones del sur de la Ciudad, y el 10 por ciento del total ha ocurrido en la Cuauhtémoc.
Es un fenómeno similar al ocurrido en otros momentos en distintas ciudades del norte del País, como Ciudad Juárez y Tijuana, cuando comenzaban sus crisis de violencia y el dominio del narco en esas localidades, indicó Ernesto López Portillo, secretario técnico del Foro Mexicano para la Seguridad Democrática.
- «Estamos ante conflictos por el control territorial y de mercados entre asociaciones delictivas que exhiben su poder criminal», dijo el especialista.
Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, dijo que los niveles de violencia desatados por la disputa del territorio por la venta de drogas indican que ya no hay un control en la seguridad que inhiba la operación de estos grupos delictivos.
«Es posible que exista apoyo por parte de servidores públicos de las áreas de seguridad o de investigación, y eso nos va a llevar a esos picos de violencia que, desgraciadamente, se han vivido y se viven en otras localidades del País», abundó.
López Portillo indicó que también la disputa electoral es un factor de distracción de la autoridad.
- «Hay evidencias de que los procesos electorales generan vacíos en los tramos de responsabilidad en las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia.
- «Vacíos que provocan el reacomodo de organizaciones criminales y la exhibición de poder, precisamente derivados de esos relevos asociados a los procesos electorales», señaló.
Ciudad del crimen
Muertos con mensajes, victimarios que se desplazan y huyen a toda velocidad en motonetas, armas de alto calibre e impunidad en la mayoría de los casos.
- Las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero parecen concentrar la disputa. En enero, apenas ocurrieron nueve narcohomicidios; en febrero, 25; en abril, 30; mayo, 40.
«Es muy indicativo por la forma en que se están dando las ejecuciones, el uso de armas largas, el uso de calibres altos, varios disparos, narcomensajes», opina Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
- La pelea por el control del mercado se agudizó luego de la captura de algunos de los líderes de grupos locales que controlaban la venta de drogas al menudeo y que tenían como centro de operaciones Tláhuac y Tepito.
«Esto, lo que hizo, fue tener dos efectos, el primero fue confrontar de manera interna a algunos miembros de estos cárteles y atraer a los de otras bandas criminales que vienen del sur-sureste del país, particularmente de Guerrero, otros de Michoacán y también del norte.
«Por otro lado, algunas bandas conformadas por extranjeros han visto una oportunidad, en concreto algunas bandas criminales de colombianos, de venezolanos, que comenzaron por llevar a cabo robos a casa habitación, secuestros, y que, por supuesto, se vincularon a esta lógica de distribución de droga al menudeo», señala.
La realización de estos homicidios, indica López Portillo, se ha dado ante la incapacidad de las autoridades capitalinas, primero, de disuadir la comisión de los ilícitos y, segundo, investigar y dar con los responsables para que sean sometidos a la justicia.
- «Estamos ante la confirmación de que los incentivos para el crimen son infinitamente superiores a los costos, dada la impunidad. Delinquir es de bajo costo en la Ciudad de México.
- Y parece que estamos ante conflictos por el control territorial y de mercados, entre asociaciones delictivas, que están exhibiendo su poder criminal, precisamente, para mostrar que están aptos para competir por el control de mercados», explica.
Relajamiento institucional
Los expertos advierten sobre un fenómeno adicional ue agrava el problema: los procesos electorales generan espacios que los distintos grupos de poder, en este caso los del crimen organizado, buscan aprovechar, pues hay un relajamiento en el control de las instituciones de policía y de procuración de justicia. Este fenómeno, expone López Portillo, ha sido observado en distintas ciudades del norte, como Juárez y Tijuana.
- «Hay evidencias acumuladas al paso del tiempo que confirman que muchas veces los procesos electorales generan vacíos en los tramos de responsabilidad en las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia.
- «Vacíos de poder que permiten o que provocan el reacomodo de organizaciones criminales y la exhibición de poder, precisamente derivados de esos relevos asociados a los procesos electorales», abunda.
- En la Ciudad de México, indica Carlos Mendoza, se he registrado un deterioro operativo de la Policía, que le impide actuar con eficacia ante los hechos criminales que se registran.
- «Hay una deficiencia institucional en la Procuraduría, una ineficiencia en el uso de la tecnología, porque las fallas son claras, no hay procesos de investigación, no hay operaciones encubiertas, no hay eficacia en la investigación criminal y, en el caso de la Policía Preventiva, no están haciendo uso de los medios tecnológicos que tiene a su disposición para mejorar la vigilancia», indica.
La ola criminal que ahora se observa en la Ciudad de México, advierte Regino, es igual a la que hace poco más de 10 años sufrieron otras ciudades del interior del país, como Monterrey, Tijuana, Ciudad Juárez y la zona metropolitana de la Laguna, por lo que es previsible que ésta vaya a aumentar si no hay una actuación decidida de la autoridad.
«Estamos ante la disputa del territorio por la venta de drogas y eso es grave, gravísimo, porque indica que ya no hay un control en la seguridad que inhiba la operación de estos grupos; es posible que exista apoyo por parte de servidores públicos de las áreas de seguridad o de investigación y eso nos va a llevar a esos picos de violencia que desgraciadamente se han vivido y se viven en otras localidades del país», añade.
Mancera insiste en que los grandes cárteles no operan en la CDMX
- «Aquí tienes, obviamente, demanda de narcomenudeo. Los grandes cárteles están asentados en otros lugares, los que se están matando aquí son sujetos que se disputan un territorio de narcomenudeo», dice.
En lo que va de 2018, han ocurrido un centenar de incidentes violentos en diversos puntos de la CDMX./REVISTA FONDO Y FORMA- REFORMA