Entre el sonido de tambores, conchas, sonajas y un aroma a copal, la mañana de ayer científicos de diversas instituciones se volvieron a manifestar frente a Palacio Nacional en contra de los recortes presupuestales, las medidas de austeridad y la agresión institucional de la que han sido objeto por parte del Poder Ejecutivo.
En mayo, los primeros fueron los investigadores de los Centros Públicos de Investigación (Centros Conacyt), quienes entregaron una carta —firmada por sus tres mil investigadores— a la Oficialía de Partes de la Presidencia, así como a las cámaras de Diputados y Senadores, además del mismo Conacyt, para alertar sobre los estragos en sus operaciones debido a los recortes presupuestales, el memorándum del 3 de mayo y las medidas de austeridad solicitadas a los 27 centros.
Posteriormente, a inicios de este mes, investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) realizaron una manifestación con mayor participación, mantas y consignas afuera de Palacio Nacional. En su carta, expusieron las afectaciones que han causado las medidas de austeridad en sus percepciones, así como en la de los trabajadores de la institución.
En esta ocasión, un grupo más heterogéneo de científicos acudió a la sede del gobierno federal, donde cada día hay una manifestación diferente; en esta ocasión los académicos compartieron su manifestación con cocheros de Querétaro, quienes con danzas y tambores solicitaron la intervención para evitar la construcción de un eje vial donde realizan sus prácticas.
El grupo de científicos, de una docena, fue más modesto que el de los concheros, sin embargo, la importancia no radicó en su número, sino en la representación de sus instituciones: UNAM, Centros Públicos de Investigación, UAM, Institutos Nacionales de Salud, con una carta que también tiene la firma de investigadores del IPN y Cinvestav; y es rubricada por alrededor de 50 académicos. En conjunto han creado un grupo llamado ProCiencia, Educación, Humanidades y Tecnología (@ProCienciaMx), el cual es encabezado por uno de los científicos más emblemáticos e importantes del país, Antonio Lazcano.
- “Pro Ciencia inició con Centros Conacyt, algunos prácticamente parados, y el Cinvestav, que es donde han tenido más recortes y disminuciones en su sueldo”, dijo ayer Marcia Hiriart, investigadora y exdirectora del Instituto de Fisiología de la UNAM.
- “Las universidades no estamos en esa situación aún, pero estamos muy preocupados por el panorama y de que la comunidad no pueda llevar a cabo su trabajo, lo cual es una tragedia”.
Por su parte, Lazcano Araujo —profesor de la Facultad de Ciencias y miembro de El Colegio Nacional— refirió que la carta entregada ayer cuenta con el apoyo de más de 11 mil personas, entre ellas muchos investigadores de diferentes estados. “Esto significa el nacimiento de una acción más coordinada, pero sería importante que no sólo participen los centros de investigación, sino también las universidades del país”.
El Premio Crónica apuntó que en la lucha por evitar “recortes presupuestales y agresiones innecesarias contra los investigadores —tildado como un grupo privilegiado y de élite corrupta— “se debe considerar que la ciencia es parte de la cultura, y que los recortes también afectan a la docencia y las artes. “Un país sin cultura va directo al suicidio intelectual”. Agregó que el gremio artístico sería un aliado natural para conjuntar un movimiento que busque el beneficio de la cultura y de todos sus actores, principalmente de los jóvenes.
GRAVE ERROR
- La carta entregada ayer en Presidencia, las cámaras legislativas y Conacyt, señala que a lo largo de 2019 se ha visto en forma creciente “la falta de confianza de una parte de la clase política de nuestro país en la ciencia como factor de progreso para el desarrollo nacional, y una reducción de los recursos públicos destinados al apoyo y la promoción de la ciencia en México”.
- Desde algunas esferas del poder político, agrega, se ha alimentado una imagen de la investigación y la docencia universitaria como “partícipes y beneficiarios de excesos, corrupción y despilfarro de recursos públicos. Esto es preocupante y nos parece un grave error tanto de política pública como de una estrategia de desarrollo que busque superar los grandes retos de abatimiento de la pobreza y de impulso a la democracia que nuestro país requiere”.
El documento manifiesta que el discurso público-político que señala a buena parte de los y las académicas como integrantes de élites, “híper élites” o “castas” económicamente privilegiadas, no es una imagen justa de la remuneración, papel y compromiso que la academia mexicana tiene con el país.
Adicionalmente enfatiza que los “fuertes” recortes financieros que aquejan hoy al sistema de ciencia, tecnología y educación superior, y el discurso oficial en materia de ciencia y tecnología, “atentan en contra de México mismo, de la apuesta legítima de este gobierno por un desarrollo con igualdad, equidad, justicia y abatimiento de la corrupción, y dividen a nuestra sociedad”.
La carta enumera 10 puntos donde solicita, entre otros: impulsar el financiamiento del sector, transparentar el flujo de éste en todo el sistema, modificar su “discurso agresivo” en su contra, revertir recortes y despidos, entre otros. La misiva ha sido puesta en línea en la plataforma change.org, donde ha sido firmada por casi 12 mil simpatizantes, que de acuerdo con ProCiencia se conforman por investigadores, académicos y estudiantes, principalmente.
- “La carta es avalada por más de 11 mil firmas para replantear los recortes presupuestales que padece el sector, lo cual impide que hagamos nuestro trabajo”, apuntó Marcia Hiriart.
- “También queremos reivindicar nuestro figura como investigadores ya que nunca hemos tenido una posición de privilegio ni hemos hecho un dispendio del dinero del pueblo”./LA CRÓNICA-PUNTOporPUNTO