Las candidatas y el candidato a la Presidencia; Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, han sido constantemente criticados por sus características físicas, a través de redes sociales, lo que, sin duda, constituye un acto discriminatorio.
- Mientras Álvarez Máynez ha logrado capitalizar estas críticas, al hacer más pronunciada su sonrisa ampliamente criticada durante el primer debate entre los aspirantes a la Presidencia, Sheinbaum y Gálvez no han dejado de ser señaladas por sus expresiones, la forma en la que peinan su cabello e incluso su peso corporal.
- Además de los señalamientos de la población en general, las aspirantes, así como el candidato, han emitido críticas hacia sus contrincantes que poco tienen qué ver con su capacidad política.
En tanto Sheinbaum ha recibido críticas por su cabello, al haberlo alaciado paulatinamente hasta mostrar un liso perfecto, en su camino hacia la candidatura presidencial, Gálvez ha sido atacada debido a que sus dientes no se encuentran alineados, por su vestimenta, consistente en huipiles realizados por artesanos indígenas, así como por su supuesto sobrepeso.
Sheinbaum y Gálvez, doblemente discriminadas
Las críticas por aspectos ajenos a la política han sido más acusadas con las candidatas, quienes pertenecen, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), a uno de los grupos históricamente discriminados en el país: el de las mujeres.
- De acuerdo con este organismo, las mujeres, que representan el 51.2 por ciento de la población, han sido discriminadas en ámbitos como la escuela, el trabajo, el hogar, la política, los medios, la academia y en las actividades científicas y tecnológicas.
El primer reto a vencer tanto para Sheinbaum como para Gálvez, ha sido la violencia política de género, ejercida por la oposición en contra de ambas, señalándolas como supuestas voceras de los hombres que dirigen los partidos a los que pertenecen.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022, 24.5 por ciento de las mujeres de 18 años o más declararon haber sido víctimas de discriminación contra el 22.8 por ciento de los hombres que dijeron haberla experimentado.
Para el levantamiento de la Enadis 2022, se tomaron en cuenta varios grupos de interés a los que ambas candidatas pertenecen independientemente de su género.
- Gálvez se identifica como parte de un pueblo indígena, debido a que sus padres tenían raíces otomíes y sus abuelos, incluso, hablaban la lengua hñahñu, una variante del otomí. Por otra parte, aunque ella ha afirmado en varias ocasiones que se trata de una persona no religiosa, Sheinbaum es considerada judía. Además, ambas pertenecen a otro grupo considerado como vulnerable: el de los adultos mayores.
- Pueblos indígenas, personas de la diversidad religiosa, adultos mayores y mujeres son precisamente algunos de estos grupos poblacionales a los que pertenecen, o en los que son identificadas, las candidatas y en los que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), puso especial atención, pues son objeto de discriminación con mayor frecuencia.
De la población de 18 años o más que dijo haber sido discriminada, 30.6 por ciento lo atribuyó a su forma de vestir o a su arreglo personal en general, es decir, por sus tatuajes, ropa, forma de peinarse y perforaciones.
Usuarios de redes sociales han criticado el uso de huipiles por parte de la aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México, al afirmar que no se trata de vestimenta adecuada para presentarse en reuniones de Estado, en caso de que resulte ganadora en la contienda que se celebrará el 2 de junio próximo.
- Estas críticas provocaron que la candidata apareciera el pasado 7 de abril, día en el que se celebró el primer debate entre los aspirantes a la Presidencia, con un traje sastre y una blusa color blanco, lo que la hizo sentir incómoda, según reveló después.
- En una transmisión realizada a través de la plataforma X, Gálvez dijo haber echado de menos su característico huipil durante este encuentro con sus contrincantes, a la vez que calificó a esta experiencia como “fingida”.
“En esta campaña he vivido cosas durísimas y quizá la más dura es la que pasó con mi hijo, tengo que decirlo. Y de repente he estado pensando ‘es que la gente no te quiere de huipil, porque una presidenta no puede traer huipil’. He hecho el esfuerzo de traer traje sastre que sí lo uso, pero me incómoda, y creo que en el debate nunca estuve cómoda, la verdad me sentía fingida”, afirmó./CONGRESO-PUNTOporPUNTO