El estadio Azteca despidió a la selección nacional de futbol que va al mundial de Rusia con más incertidumbre que esperanza.
¿Los ratoncitos verdes harán un torneo digno? He ahí la cuestión.
Si pierde el TRI pierde el PRI, dicen los brujos de Catemaco.
Si ganan puede que el PRI tenga algún chance por el rebote futbolero, aunque ello contradiga a las cuestionadas encuestas.
En el Azteca, lo que no se despidió fue el grito de heee pu…to..menlo como desmadre, aunque algunos insisten en verlo como homofóbico.
¿Me lo prohíbes? Más lo hago…
Ese famoso gritillo se escuchó fuerte a pesar de la campaña millonaria de una cervecera para que se grite una payasada en ruso que nadie pela.
Eso significa que los empresarios, por mucho varo que tengan, no siempre se salen con la suya. Lo que natura no da…
También los gritos de: ¡fuera Osorio fuera Osorio! Que antes se oyeron en Los Pinos y en la sede del PRI, el sábado sonaron fuerte en el Azteca y ese será el clamor nacional si no se logra una gestión futbolera exitosa en Rusia.
Poco ante de su despedida, a la selección tricolor le pasó lo peor: el presidente Peña depositó en la verde la unidad nacional. ¡Vaya paquete!
Así, un equipo de futbol sirve para todo: para hacer súper negocios, para hacer política y hasta para hacer soñar a un pueblo…
Sin embargo, la terca realidad siempre está ahí como ave de mal agüero y ante la despedida del Tri, el auditor carnal e inferior de la Federación, David Colmenares Páramo, también despidió a quien descubrió la Estafa Maestra.
Ese atraco multimillonario pareciera ser clavo final en el ataúd del PRI, pues le pega en la línea de flotación al candidato José Antonio Meade.
Y al grito ahogado de no defiendas compadre, Colmenares corrió a la directora de auditoría de la ASF, Muna Dora Buchain, por hacer su trabajo.
Su despido deja un fuerte olor a azufre y estiércol.
La echaron porque sabe mucho de la corrupción sexenal.
En su descargo y con la cola entre las patas, el oaxaquita Colmenares Páramo intentó manchar a Muna Dora culpándola de incurrir en conflicto de interés.
Cuánta prestancia del auditor carnal.
Muy pronto comenzó con la limpieza de los establos del rey sexenal cual Hércules en los de Augías que, como refiere la mitología griega, todo pretende hacerlo en un día.
¿No pudieron dejarlo para después? Le reclaman al auditor carnal enfurecidos priistas. Al parecer no.
Quieren dejar rechinando de limpia la administración peñanietista. Y cuanto antes mejor.
Uno de los trapeadores es la Auditoria Superior de la Federación y debe ser antes de que llegue el nuevo gobierno.
En su desesperación, el auditor carnal le pegó al PRI y quizá provocó que pronto se investiguen sus propias tropelías y hasta le cueste la cabeza.
Y es que a su paso por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa donde cobró como contralor, Colmenares nunca vio no olió sus hediondos cochineros.
Allí, en su gestión, se compraron flotillas de autos Renault a precios de Mercedes Benz de lujo pero hubo otros muchos atracos a los que el muy comedido contralor les echó tierra encima.
Sin duda, el peñato anda nervioso. Le urge limpiar las cloacas y el auditor carnal es uno de sus expertos buzos que conocen al dedillo las cañerías del sistema.
El peñato anda muy nervioso, mucho más que Osorio, técnico del TRI, quien no se la acaba con eso de los lesionados, pero ello le viene al pelo, pues en allí tiene su mejor pretexto ante un posible fracaso.
Faltan solo 10 días para que inicie la justa deportiva, misma que pone fin a la abominable contienda política.
¡Que ya ruede el bendito balón por favor!
Muchísimos mexicanos no queremos ver ni uno más de los ridículos y costosísimos spots de campaña.
Por fin todo será futbol y ¡arriba los ratoncitos verdes que nos dan patria y hasta matria también, sí señor!
Hasta la próxima, sean felices, aunque eso signifique enfrentarse a la selección campeona del mundo.