El domingo 20 de mayo, a partir de las 19 horas, los mexicanos estuvieron pendientes de dos eventos:
La final del fútbol mexicano con los Santos, tal y como ordena la corte celestial en las pastorelas, aplastando a los Diablos, en aburrido partido…
Y el debate presidencial, realizado en Tijuana, ciudad que se volvió el centro político de México.
Ambos eventos quedaron a deber; en lo político ¿es todo lo que traen quienes pretenden gobernar a millones de mexicanos, 30 de ellos radicados en Estados Unidos?
Decía mi abuela y lo reitero: pues es lo que hay. ¡Tejones porque no hay ardillas! ¡Uta! Pobre México.
Todos son rateros, mentirosos y buenos para nada… Bueno, con excepción de “yo mismo”.
Dicen que elogio en boca propio es vituperio y el señor Meade se dice el más honesto y preparado, el mero mero chingón. No manches tu alma…
El candidato de Enrique Peña Nieto está como la canción de Shakira que decía ciega sorda y muda….
Meade fue ciego, sordo y mudo ante la corrupción. Pasaron ríos de dinero negro frente a sus ojos como el de Odebretch y la estafa maestra. ¿Se hizo de la vista gorda o es burriciego de remate?
¡Ah, pero se dice el muy honesto! ¡Chale! Bájale a tu pedido que no hay entrega a domicilio…
Por su parte, a Ricardo Anaya, el plan B de la mafia del poder ya le dicen el nopal y no por su espinosa cabellera sino porque, al igual que a la señora Barrales, cada vez les encuentran nuevas y maravillosas propiedades…
A su propio decir, el cerrillo es más honrado que San Francisco de Asís. Y las acusaciones en su contra son calumnias de sus adversarios.
¿Y el señor puntero, don San Andrés Manuel de López Obrador?
Pues es la mismísima reencarnación de San Miguel Arcángel: además de honrado a carta cabal, es un justiciero que enfrentará a los chamucos de la mafia del poder.
¿Y el bronco apá? Ah, es el bufoncito de la fiesta…
El candidato del Tribunal Federal Electoral, hay que reconocerlo, es quien le pone la sal y la pimienta a la aburrida contienda.
El delincuente electoral que desgobierna Nuevo León estuvo en su papel de justiciero de pacotilla y se autoproclamó honrado.
¡Pa’ los perros mi hermano!
¿Y la Margarita? Ah pues ahora es un simple cóctel que ya se empinó con fruición su señor marido….
Resumen: todos, desde su propia óptica, son puros y virginales, los de enfrente la mar de corrupción.
Según lo dicho por ellos mismos, una pandilla de malandros busca la silla que alguna vez ocuparan Benito Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas.
La neta, los zapatos de esos próceres hace que los actuales contendientes se vean así: ¡chiris chirris! Unas auténticas pulgas lastimeras por muy saltarines que se presenten.
¿Y los conductores del debate y el público palero?
¡Chafísimas! A ver cuándo les hacen su propio debate…
¿Cómo se llaman? Bueno ellos, ese par estuvo al igual que los quesque analistas del pos debate televisivo.
En las principales televisoras, hubo junta de notables, pero todos ellos más parecidos a los fanáticos de fútbol, auténticos hooligans huehuenches, que juiciosos observadores políticos.
Como papás cuervo, todos vieron ganar a sus críos…
Para ellos, paleros que dan la cara como representantes especialistas en interpretar los que sus candidatos quisieron decir, sus críos estuvieron fuertes, inteligentes, guapos y triunfadores…
¡Hicieron papilla a los otros! ¿Pos de cual fuman? A su decir ¡Todos ganaron! El único que perdió este domingo 20 de mayo de 2018 ¡Fue el Toluca!
No aguanté más. Antes de ir a dormir, pasé a vomitar…
Y hasta la próxima sean felices, aunque eso signifique ¡chutarse la repetición del debate!