México ha desarrollado una nueva biotecnología que no requiere ningún tipo de plaguicida ni herbicida, incluyendo al polémico glifosato, y fue obtenido por Luis Herrera Estrella, señala en entrevista Francisco Bolívar Zapata, investigador emérito de la UNAM y Premio Príncipe de Asturias. “Es una maravilla que tenemos en México y que no pertenece a las transnacionales; sin embargo, enfrenta obstáculos en el país para su desarrollo”, añade.
Luis Herrera Estrella es investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y realiza una estancia sabática en la Universidad Tecnológica de Texas. Desde esta institución, el científico (Premio Crónica) anunció en agosto el desciframiento del genoma del aguacate, investigación multinacional encabezada por su grupo en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), adscrito al Cinvestav.
- Para entonces, Herrera Estrella mencionó que podría alargar su sabático para montar proyectos en esa universidad e hizo referencia a los vínculos académicos que desarrollaba con instituciones chinas. El biotecnólogo habría salido del país debido a la cerrazón del gobierno y de las autoridades de Conacyt ante la biotecnología de los transgénicos. Más allá del encono académico entre los grupos que están a favor y en contra de los organismos genéticamente modificados, Bolívar Zapata enfatiza que esta tecnología es importante no sólo para México, sino para el mundo entero, lo cual no ha sido reconocido de manera suficiente en nuestro país.
El científico de la UNAM es pionero en la obtención de insulina en el laboratorio mediante procesos transgénicos, principio médico que ha beneficiado a pacientes en el tratamiento de la diabetes; es además fundador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, donde se lleva a cabo esta entrevista. Por ese logro fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias en 1991. Por su parte, Herrera fue pionero en la obtención de las primeras plantas transgénicas y tiene un reconocimiento internacional. Ambos han sido los rostros más visibles en favor de este tipo de biotecnología, aunque con el respaldo de docenas de científicos dentro y fuera del país.
- “La nueva tecnología de Luis es fantástica y debería de recibir el Premio Nobel por ello, puesto que es un avance muy importante para el planeta, independientemente de que en México no se entienda o acepte”.
- Estas nuevas plantas, explica, no utilizan el fosfato para crecer, el cual absorben, incorporan y metabolizan para hacer ADN; en vez de ello, emplean fosfito, que está compuesto por un átomo menos de oxígeno. De esta forma, las malezas no pueden competir con la planta por nutrientes, porque no pueden utilizar el fosfito para crecer. Esta capacidad, añade, fue transferida de genes de bacterias halladas en las pozas milenarias de Cuatro Ciénegas, Coahuila. “Será una revolución en el planeta porque dejaremos de usar herbicidas contra las malezas, como el glifosato”.
- El abuso del fosfato como fertilizante, añade Bolívar Zapata, es además uno de los principales contaminantes del suelo. El agroquímico penetra hasta los mantos freáticos y genera posteriormente el crecimiento de plagas de algas, lirios y otras plantas parásitas, como el sargazo. “El incremento de esta alga es por un uso inadecuado de fosfato en la agricultura proveniente del amazonas. Tenemos que bajarle y dejar de usar fosfato; la tecnología de Luis es una alternativa importante”.
- El mundo se moverá hacia esta tecnología y no podemos meter la cabeza en la tierra y seguir utilizando herbicidas e insecticidas químicos, menciona. “Pero tenemos esta alternativa, una maravilla que es una verdadera oportunidad para que ni en México ni en ningún lado se utilicen herbicidas ni insecticidas para controlar malezas. Hay que abrir espacios para discutir esto o seguiremos degradando el planeta, la salud de campesinos y la nuestra”.
Francisco Bolívar puntualiza que las compañías trasnacionales quieren comprar la tecnología de Luis Herrera. ¿Qué sucederá si lo hacen? “Luis decidió irse de sabático porque aquí no va a obtener apoyo para sus investigaciones; ha estado en pláticas con empresas y el gobierno chino para comercializar la tecnología. Sea mediante trasnacionales o su propia empresa, que se convertirá en trasnacional por la magnitud de la tecnología, sea desde Texas o China, se comercializará. Para entonces, nos venderán plantas que no usen herbicidas ni insecticidas, ¿México dejará de comprarlas? Estados Unidos o Europa no dejarán de hacerlo. Ojalá que, al menos, México tenga un trato preferencial, que nos la vendan más barata, lo cual no dejará de ser patético, necesitamos una perspectiva más amplia con esta tecnología. Que nos quedamos chiquitos con el maíz, está bien, el planeta se va a mover hacia la generación de plantas sin agroquímicos y aparecerán en EU o China y van a ser de Luis”.
Entrevista completa en el Enlace: