La secretaria de Salud capitalina, Oliva López Arellano y el director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, David Kershenobich, advirtieron que el uso de la dexametasona puede ser contraproducente en enfermos no graves de Covid-19, por lo que no debe ser recetado por médicos de primer contacto.
- En conferencia virtual, expresaron los riesgos de usar el fármaco de forma masiva, por lo que debe evitarse la automedicación, pues las investigaciones concluyen que es eficaz sólo en casos de pacientes graves intubados.
- Kershenobich dijo que un uso inadecuado puede ser contraproducente en casos no graves, pues se trata de un corticoide utilizado como antinflamatorio, por lo que favorecería más infecciones.
Agregó que se investiga el efecto de un gran número de medicamentos para tratar el coronavirus y consideró que los más prometedores son los antivirales, porque esos sí lograrían tener un efecto inmediato, mientras los fármacos como la dexametasona actúan contra los síntomas que produce.
López Arellano dijo que la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad evalúan el uso de la dexametasona para casos graves ante su eficacia en pacientes conectados a un ventilador. Las investigaciones muestran que puede tener utilidad y es básicamente en cuadros muy graves, es un manejo muy especializado.
- También participó el rector de la UNAM, Enrique Graue, quien dijo que la mejor manera de evitar contagios es resguardarse en casa en la medida de lo posible, aunque no hace daño salir a caminar con cubrebocas y evitando el contacto con las personas.
- Avaló el sistema de semáforo epidemiológico e insistió en que las actividades en la máxima casa de estudios se reactivarán según indicaciones de las autoridades sanitarias y la situación de la pandemia.
Expresó que la vacuna en la que trabaja la UNAM probablemente la veremos para el siguiente brote del próximo año, pues tienen que pasar diferentes fases de investigación y de ahí a la producción masiva.
Kershenobich agregó que antes se tienen que hacer estudios en la población, desde 5 mil hasta 60 mil personas, para ver su eficacia./LA JORNADA-PUNTOporPUNTO