La dinámica inmobiliaria de la Ciudad de México expulsa a la población económicamente menos favorecida ante la poca oferta de vivienda asequible en las zonas centrales, por ello ha sido catalogada por ONU-Hábitat como una de las urbes más excluyentes en América Latina, explicaron expertos en política urbana y movilidad.
- En un evento convocado por la asociación civil Mejor Ciudad, coincidieron en que la llegada de un nuevo gobierno representa una oportunidad única para cambiar el estado del desarrollo urbano en la capital mexicana.
- Por ello, añadieron, es indispensable que la futura administración de Claudia Sheinbaum promueva un marco regulatorio eficiente para la construcción de vivienda e infraestructura adecuada para generar asequibilidad en el mercado inmobiliario para población de diferentes segmentos económicos.
- De acuerdo con Gene Towle, director de Softec, explicó que en el último trimestre de 2017 en la capital hubo una disminución de 8.4% en la oferta de vivienda nueva terminada, una reducción de 3.5% en las unidades en inventario y de 0.8% en el número de proyectos; los precios han tenido un incremento de 32% en el mercado medio y residencial.
Dolores Franco, presidenta del Colegio de Urbanistas, adjudicó este fenómeno a factores como la dificultad y lentitud para gestionar permisos y licencias, así como a la complejidad de la norma en materia de obtención de permisos, promueven la especulación en tierra e incrementa los costos.
Ignacio Kunz, investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, comentó que el valor del suelo se fija por el uso más eficiente en cada zona, con lo que se elevan los costos y se hace inaccesible la adquisición de inmuebles en zonas céntricas para aquéllos que menos recursos económicos tienen.
De acuerdo con Kunz, entre más compleja sea la normatividad y obstructora de programas de desarrollo urbano, habrá más casos de corrupción, mayores excepciones mal planeadas y más malas historias que contar en materia inmobiliaria.
Soluciones al problema
Janet de Luna, directora de proyectos de Mejor Ciudad, aclaró que el ordenamiento y la planeación a largo plazo de la ciudad es un tema urgente y necesario, que nunca había sido tan relevante como en el momento actual.
- Propuso que para hacer una normativa más clara se identifiquen zonas con superávit de infraestructura, al tiempo que se refuerza en otras cercanas a fuentes de trabajo y transporte.
- De Luna insistió en la necesidad de facultar al Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva, para diseñar usos de suelo claros y directos, que permitan mezclar comercio local con centros de trabajo y vivienda, involucrando a miembros de la sociedad civil, autoridades, academia e iniciativa privada.
- Jorge Macías, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad de World Resources International, puntualizó que la nueva Constitución de la capital del país ofrece a los ciudadanos la oportunidad de mejorar el sistema de planeación y debe orientar los esfuerzos urbanos del nuevo gobierno hacia un reparto más equitativo de las oportunidades que ofrece la ciudad.
Los expertos hicieron un llamado a la sociedad civil para acompañar, vigilar y acelerar la agenda para que se agilicen los plazos estipulados en la Constitución capitalina para la creación del Plan General de Desarrollo y el Programa de Ordenamiento Territorial y, con ello, lograr una mejor urbe./OBRASWEB