Las obras del Tren Interurbano México-Toluca se realizan con una autorización de impacto ambiental vencida, la cual no ha podido ser renovada debido a juicios de amparo, indican documentos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
- Una ampliación del permiso ambiental fue requerida por el director general de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Nevárez, al director general de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, Alfonso Flores, quien le explicó la razón de la ausencia de respuesta:
- «Esta Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental se encuentra impedida para pronunciarse respecto al otorgamiento o denegación de la modificación solicitada», respondió Semarnat a la SCT.
- Indicó, enseguida, que están en proceso recursos de impugnación a la obra por parte de las comunidades de la Delegación Cuajimalpa.
- «Esta autoridad acordará lo conducente, una vez que se resuelvan los juicios de amparo», precisó.
El apartado dos de los Términos de la Autorización de Impacto Ambiental 25042014 liberada el 25 de abril de 2014 por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat anotó:
«La presente autorización tendrá a cabo una vigencia de cuatro años para llevar a cabo las actividades de preparación del sitio y construcción y de 25 años para la operación y mantenimiento del proyecto. El primer plazo comenzará a surtir efecto a partir de la fecha de recepción del presente oficio».
- El documento fue recibido el 29 de abril de 2014, por lo que el 28 de abril de 2018 expiró la vigencia de la autorización ambiental.
- El mismo documento indica que la SCT puede solicitar una extensión y modificaciones, la cual fue requerida el 6 de abril.
- La respuesta detalla tres juicios de amparo en proceso. Dos promovidos por la comunidad agraria de San Mateo Tlaltenango y uno por la asociación civil Presencia en el Siglo XXI, holística Yemala y grupo agricultor Nantli Tlali.
Los vecinos de La Venta, en la comunidad de San Mateo Tlaltenango, señalaron que el derribo de 80 árboles para cimentar el paso intervehicular de Contadero hacia el Desierto de los Leones, se hizo sin autorización ambiental.
Las obras, acusaron, prosiguen en parajes de Cuajimalpa a pesar de las suspensiones otorgadas por los amparos y aun cuando el Programa General de Ordenamiento Ecológico prohibe realizar obras en suelo de conservación de la CDMX.
El Gobierno de la Ciudad ordenó a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) una investigación./REFORMA