La caseta de Tlalpan, en la autopista México-Cuernavaca, ha sido convertida en botín para fondear supuestos movimientos sociales. Puentes vacacionales y fines de semana son aprovechados por organizaciones para levantar las plumas y pedir cooperación a los automovilistas.
Ayer, dos grupos se relevaron para tomar la caseta de cobro casi 8 horas. Desde las 6:30 sindicalizados de la UAM se instalaron a pedir cooperaron. A las 9:00 llegó el Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos, de Guerrero, que se retiró a las 12:40, tras avisar a los sindicalizados que ya podían tomar la caseta otra vez./ REFORMA