De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema), todo el año se registra una intensidad alta en la radiación solar UV, pero de marzo a septiembre aumenta significativamente.
En entrevista, Edgardo Mota, investigador de la UAM en materia de medio ambiente, señaló que el aumento en los índices de radiación está vinculado al cambio climático y a las explosiones solares.
- “Lo que se ha descubierto es que el sol tiene ciclos de comportamiento, ocurren explosiones en su interior que arrojan una mayor cantidad de energía que nos llega a nosotros. Hay periodos de 11 años donde aumenta el número de explosiones solares y otros donde disminuye”, señaló Mota.
- A esto, agregó el investigador, se suma la concentración de dióxido de carbono y gas metano, los cuales contribuyen a atrapar el calor.
- De acuerdo con el experto de la UNAM, Miguel Ángel Meneses, titular del Centro de Ciencias de la Atmósfera, de mantenerse el adelgazamiento de la capa de ozono, los rayos ultravioleta tipo C podrían llegar a alterar la información genética de los seres humanos.
- La Fundación Mexicana para la Dermatología ha alertado de un aumento en la incidencia de cáncer de piel.
Aunque el grupo de riesgo son los niños y los mayores de 50 años, cada vez es más frencuente en casos de personas de 30 años o menos.
En 2017 el director de la Clínica de Oncodermatología de la UNAM, Rodrigo Roldán, alertó que los padecimientos oncológicos de piel son los segundos más frecuentes en el país. Subrayó que aunque la piel de los mexicanos sea morena, no significa que resista más el sol y tenga menos posibilidades de desarrollar cáncer.
- “Ser genéticamente mestizos nos hace portadores de genes caucásicos, susceptibles a padecerlo”, expresó.
- Debido a la altitud en la CDMX, se recibe 35 por ciento más radiación que en las costas debido a la altitud.
- A esto se suman los efectos del calor excesivo en la capital. En junio se registró el día más caluroso desde 1909, con 30.6 grados.
- En la ciudad se registró el máximo el 28 de mayo, con 34 grados en Gustavo A. Madero. En 1978, se registró el máximo histórico en Tláhuac, con 38 grados.
Expertos de la Universidad Nacional aseveran que el excesivo calor provoca daños físicos y también psicológicos.
- El gas metano, más el CO2, más la actividad solar, eso nos está generando más calor”./EL HERALDO DE MEXICO