La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México sigue como línea principal del homicidio de Leonardo Avendaño, estudiante de la Universidad Intercontinental (UIC), las diferencias personales que el joven de 29 años tuvo con un sacerdote de la Iglesia Cristo Salvador, en Tlalpan. Las pruebas periciales de la PGJ fortalecen lo que podría convertirse en la más sólida línea de investigación, que señala como presunto responsable al sacerdote, sobre quien se ha revelado que es de origen guatemalteco, aunque su nombre aún se mantiene en reserva.