“Yo pertenezco a dos ciudades, a la de México, donde nací, y a la Ciudad Universitaria, donde me formé; las dos las tengo en los tuétanos”, resalta el arquitecto Felipe Leal durante un diálogo en el que su obra personal y la transformación de la Ciudad de México se entrelazan.
Habla de los cambios de la capital en los últimos 20 años, de la conquista del espacio público, de la especulación inmobiliaria voraz, del resurgimiento de la inseguridad y la contaminación, y de los grandes proyectos que le generan dudas y reafirman su escepticismo.
Hay dos coincidencias en su historia que retoma: nació (en 1956) en un sanatorio que había en Paseo de la Reforma y, décadas más tarde, como arquitecto, participó en la restauración de esa avenida; formado en Arquitectura por la UNAM, llegó a dirigir esa facultad y fue coordinador de Proyectos Especiales y de la gestión para la declaratoria de Ciudad Universitaria como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO./EL UNIVERSAL