Poco a poco, las calles de Ciudad de México comienzan a vaciarse. Como medida de precaución, la sociedad de la capital mexicana, la entidad que más casos de coronavirus registra entre los 118 detectados, ha comenzado a tomar medidas de mitigación de la enfermedad. Cada vez son más comercios, restaurantes y empresas de las zonas más céntricas de Ciudad de México, las que comienzan a bajar sus cortinas, antes de que el Gobierno de Ciudad de México decrete decisiones más estrictas que restringirán la vida social. La noche de este miércoles las autoridades sanitarias confirmaron la primera muerte en el país.
- Este lunes, Ciudad de México amaneció parcialmente cerrado por ser un día feriado, pero la inercia parece haberse impuesto esta semana por temor a una expansión del Covid-19. Las zonas céntricas y más turísticas de la capital, de 23 millones de habitantes con todo y su zona conurbada, han ido bajando parcialmente su actividad.
- La mañana del miércoles, frente a la casa de Frida Kahlo, un museo alrededor del cual todos los días hay decenas de personas esperando entrar, había solo cinco turistas. El sitio dejó de vender boletos el martes y solo atiende a quienes hayan reservado por Internet. Seila, una brasileña de 21 años que anhelaba conocerlo, se quedará con las ganas. “Podrían hacer una excepción para los que venimos de tan lejos», dice antes de seguir un paseo por Coyoacán, un barrio del sur.
Al centro, en zonas como Roma, Condesa y Polanco, comienza a notarse el parón. Las cadenas de supermercados siguen funcionando normalmente, aunque algunos de sus estantes, con productos de limpieza e higiene, lucen ya vacíos. En cambio, gimnasios, bares, restaurantes y sencillas tiendas de abarrotes han cerrado. En algunas puertas y ventanas se leen cartulinas que avisan que estarán fuera de operación hasta nuevo aviso. Los dueños de lugares de ocio toman medidas y se anticipan a las decisiones oficiales, que en palabras de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, llegarán “a su tiempo” debido.
- Un importante grupo de restaurantes de estas zonas prepara un comunicado que anunciará el cierre total de los establecimientos desde el lunes 23 de marzo, según ha podido saber EL PAÍS. Por “responsabilidad social”, más de un centenar de establecimientos en estas colonias, donde están restaurantes como los Azul, Pujol, de Enrique Olvera; el Parnita o Delirio, de Mónica Patiño, han acordado un texto conjunto para poner una pausa en algunos de los locales más concurridos de la ciudad.
En días recientes, mientas muchos mexicanos observan el incremento de las muertes de los enfermos en países como España e Italia, los empresarios de la hostelería han reducido el aforo de sus locales, eliminando mesas y permitiendo así la distancia mínima recomendada por las autoridades para reducir los contagios, como se hizo en China. Muchos de estos locales están aprovechando el descenso de la actividad para enfocarse en la atención a domicilio.
El debate entre los hosteleros es conseguir que sean “todos” los establecimientos los que echen el cierre de forma simultánea y, al mismo tiempo, lograr que el confinamiento recomendado por la OMS sea efectivo y también evitar suspicacias entre la competencia.
“Aunque hay gente por la calle no entra a los locales. Muchos dueños no saben cómo harán para pagar las nóminas o a los proveedores si no hay un gobierno que acompañe la crisis que se avecina”, señala el dueño de un bar de copas de Condesa que prefiere mantenerse en el anonimato. Varios empresarios piden una moratoria para el pago de las costosas rentas de locales comerciales en estas zonas de la ciudad, algunas con la más alta plusvalía de la capital./EL PAÍS-PUNTOporPUNTO