El Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), además de trasladar a más de 5 millones de usuarios todos los días, también sirve de pasarela para que delincuentes identifiquen y estudien los hábitos de sus víctimas: en las instalaciones se cometen desde robos de carteras y celulares, hasta citas para cobrar rescates por secuestros.
- El problema se agrava, pues los 37 arcos detectores de metales “están fuera de servicio” desde 2013 y los sistemas de videovigilancia, instalados en 2015 para la seguridad de los usuarios, “no han recibido mantenimiento ni recursos para garantizar su operación; hay muchos puntos ciegos para cometer delitos”, reconoce la Dirección General, a través de Diagnóstico sobre el Servicio y las Instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo 2013-2018.
- Además, los elementos de vigilancia, se añade en el documento, “son insuficientes” para atender a los millones de usuarios que se desplazan por los 226 kilómetros de vías de las 12 líneas.
- Sin embargo, a pesar de las fallas en los equipos de seguridad, las autoridades del STC señalan que las instalaciones es el lugar menos propicio para efectuar plagios, ya que “el secuestrador puede ser detectado fácilmente por otros usuarios o por los policías que resguardan el Metro.
- “Lo cierto es que el STC, por la extensión de sus líneas a través de distintas zonas de la capital del país y área conurbada del Estado de México, se usa como referencia para citar y cobrar rescates a los familiares de las víctimas de secuestro”, se describe en el documento.
A lo anterior se le suma el hecho de que “por fuera de algunas terminales del Metro hay paraderos de autobuses urbanos de pasajeros donde la delincuencia se infiltra entre los usuarios para cometer atracos, o eligen a mujeres jóvenes que viajan solas para seguirlas y buscar secuestrarlas en los sitios en que menos vigilancia hay”.
- Por ello, la dirección del STC pidió a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que establezca una estrategia para fortalecer la vigilancia en los alrededores de las 195 estaciones para garantizar la protección de las personas y “detectar a los posibles delincuentes que aguardan agazapados a sus posibles víctimas”.
La red
- El Metro de Ciudad de México es el segundo sistema de transporte a escala internacional con mayor densidad de usuarias por kilómetro de infraestructura, solo después del de Nueva Delhi y por encima de los de China y Brasil.
- La red tiene 12 líneas integradas en 226 kilómetros y 195 estaciones, de las que 44 son de correspondencia y 127 de paso. En este medio se transportan al año mil 623 millones de personas, equivalente a 4.9 millones de personas en un día normal de trabajo y más de 8 millones de tramos de viaje (segmento que usa otro medio de transporte alterno).
- Las estaciones con mayor afluencia de usuarios (más de 110 mil personas en promedio al día) son Indios Verdes, de la Línea 3; Pantitlán, de la A; Cuatro Caminos, de la 2, y Constitución de 1917, de la 8.
- De acuerdo con el Diagnóstico sobre el Servicio y las Instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo 2013-2018, el número de usuarios “facilita las condiciones para que se den conductas antisociales o indebidas, se creen conflictos entre personas o se generen accidentes”.
El apartado de Seguridad Institucional expone, entre otras conductas antisociales, el robo con y sin violencia, el comercio informal en vagones y andenes, las riñas entre personas y agresión contra el personal de seguridad, los grafitis, el abuso sexual y los delitos contra la salud. De igual manera se presentan decesos, accidentes, suicidios e intentos del mismo.
En ese sentido, la dirección del STC admite «una serie de problemas en la seguridad del sistema de transporte, destacando la falta de elementos de vigilancia y de la policía».
- Para mitigar este problema, que arrastra desde principios de 2011, en 2013 se compraron e instalaron 37 equipos denominados Binomios: arcos detectores de metal y de inspección de rayos X.
- Sin embargo, durante la administración anterior, “por la falta de mantenimiento y de recursos, varios equipos presentan fallas y averías, por lo que están fuera de servicio, condición que se agrava con el tiempo”.
- El diagnóstico también detalla que la compra de los Binomios no cumplió con las necesidades de seguridad, pues “el gran número de personas imposibilita la inspección física de cada una y sus pertenencias.
- “Realizar esta supervisión tomaría un minuto por persona. Si tomamos en cuenta que hay 195 estaciones y que cada usuario tiene de dos a cuatro accesos, sería necesario la adquisición, instalación y operación de 780 Binomios, además de la capacitación del personal para su buen funcionamiento”.
- El sistema de videovigilancia es un circuito cerrado de televisión que está desplegado en todas las estaciones, garajes, talleres de mantenimiento, tapones de línea, subestaciones y edificios operativos de la red y que almacena imágenes durante siete días en forma digital.
- Sin embargo, a partir de enero de 2015 el sistema “no ha recibido mantenimiento preventivo y correctivo, ni recursos para continuar su operatividad, aunque el mayor problema que enfrenta el sistema de videovigilancia radica en que mucha de la infraestructura instalada, aunque funcional, está por cumplir su tiempo de vida útil, presentando desgaste que genera fallas, las cuales son cada vez más difíciles de atender por ser equipos fuera de línea de producción, por lo cual no se cuenta con el soporte técnico y refacciones adecuadas, lo que incrementa el riesgo de averías en los equipos e instalaciones que soportan el monitoreo”.
Lo más grave, se afirma, “es que cuando se diseñó el sistema de videovigilancia se hizo con objetivos no necesariamente relacionados con la seguridad, dejando numerosos puntos ciegos en toda la red”. /MILENIO-PUNTOporPUNTO