Los niños en situación de vulnerabilidad, abandonados o extraídos de familias que los violentaban, son maltratados en los albergues del Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias (IAPP) del gobierno de la CDMX que, se supondría, debe cuidarlos a solicitud del DIF. Los niños han vivido violencia que ha llegado al punto de ser amarrados, del cuello a los pies, “porque se portan mal”.
- Este asunto ya es investigado por el DIF, así lo informó la Directora General del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la Ciudad de México, Esthela Damián Peralta, quien precisó que ya se atiende la denuncia relacionada con el presunto maltrato de menores en albergues del Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias (IAPP).
Reveló que este asunto está a cargo de un equipo multidisciplinario del DIF-CDMX encabezado por Edith Hernández Segura, Directora de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Situación de Vulnerabilidad, en Situación de Riesgo o Desamparo y de Centros de Asistencia Social, instancia adscrita a la Dirección Ejecutiva de la Procuraduría de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México.
Crónica tiene en su poder minutas de trabajo oficiales que refieren igualmente casos en los que menores problemáticos son sometidos tomándolos del cuello o pateándolos. Hay fotografías de ello y en otras fotos se muestra el momento en el que se está dando una sustancia a una pequeñita aparentemente dormida o inconsciente.
- El amarrado de pies a cabeza es la más grave de una serie de irregularidades inexplicables y documentadas, en algunos casos, por los propios trabajadores de estos albergues, aunque no es lo único que está pasando en estos lugares. Igualmente inexplicable es que la denuncia de quienes allí trabajan o han trabajado no haya generado una reacción de la titular de la Comisión de Derechos Humanos capitalina.
- La denuncia contiene fotografías humillantes de estos pequeños con los pantalones abajo que pretenden corroborar que se hizo una intervención cuando los niños se orinaron encima. Los pequeños, además, están a cargo de lavar su ropa y de otras labores de limpieza ante la falta de presupuesto para contratar personal de aseo, según expone la denuncia. También hay fotos de ello.
La documentación fue hecha llegar a Crónica después de dos meses de silencio de la CDHCDMX que recibió en noviembre la denuncia en torno a esta situación (expediente 21/7575) y ante la necesidad, sostienen los denunciantes, de desmentir a la directora de IAPP que alega un buen funcionamientos de los albergues.
También están en poder de este diario las copias de otros documentos oficiales, internos del IAPP, en los que técnicos y brigadistas expusieron la situación y señalaron abiertamente a Nadia Troncoso, la directora del organismo, como incitadora de una violencia francamente abierta contra quienes deberían ser protegidos.
Troncoso, hace dos meses, señaló en una entrevista a Crónica que sus albergues “tienen un área específica para mamás con niños que se llama Villa Mujeres y tengo otra para papás con hijos; cuando aceptamos hombres con hijos es en un entorno con mucho cuidado y es por eso que nos comprometemos como equipo interdisciplinario. Cuando hay niños es importante tener un montón de especialistas y todo lo que hacemos con los niños es en compañía del DIF”.
No obstante, trabajadores y extrabajadores consultados por Crónica relatan una realidad distinta para los menores de edad que se encuentran en los albergues a solicitud del DIF.
“¿Ya lo desamarro para que desayune?”
Los niños en los albergues del IAPP provienen de diferentes procesos de abandono, maltrato familiar o incluso abuso sexual. Muchas veces, llegan a estos albergues públicos luego de ser rechazados de los privados. Así, problemas de conducta pueden ser frecuentes. Eso es, justamente, lo que estaría conduciendo a amarrar a menores de edad de pies a cabeza con cintas y cuerdas. Una foto de la denuncia, señalada como “Albergue San Bernabé”, muestra a un menor maniatado de esta manera porque se portó mal. Hay, adjunta, una conversación de whatsapp y en la que un técnico del lugar pregunta si ya lo puede desamarrar para que desayune.
La respuesta de quien coordina el lugar es que si el niño colabora, puede ser desamarrado.
- Uno de los testimonios recogidos por este diario es un indicio del clima de terror que esto puede estar generando todo esto: “los niños que teníamos en Azcapotzalco nunca se hacían pipi; se los llevaron a San Bernabé y se empezaron hacer pipí en las noches. Luego de eso los obligaban a lavar sus cobijas a mano”.
Los trabajadores y extrabajadores denunciantes difícilmente mantendrán su anonimato toda vez que, con nombre y apellido, presentaron quejas internas y ante Derechos Humanos local, además de que siguen buscando una cita con el secretario de Bienestar capitalino. De hecho, refirieron indignados, los niños suelen estar vestidos precariamente y en una visita del secretario se ordenó que los arreglaran con ropa buena. Una simulación.
- Los denunciantes hablan con mucha seguridad sobre lo que señalan: “No llevo un año, llevo 13 en estos temas y se me hace frustrante el trato que tienen los niños en esta administración de la maestra Nadia Troncoso, nunca había visto esto; cómo creer que es digno tomarle una foto a un menor porque se hizo pipi, es frustrante para nosotros ver a diario todas las injusticias”.
En el fondo, señalan los denunciantes como conclusión, “no dejar jugar a los niños y los ponen a limpiar porque no hay sensibilidad, no hay empatía; para todo les toman foto a los niños, en todo momento se les toma fotos. Hasta cuando se les dan medicamentos”.
San Bernabé fue finalmente cerrado por motivos económicos y porque la estructura del edificio estaba en mal estado. Las prácticas nunca fueron cuestionadas oficialmente y emigraron al albergue Coruña.
- Cada testimonio que se entrega a Crónica se acompaña con la denuncia asociada ante la Comisión de Derechos Humanos local (está también el acuse de recibo en la que se refieren 50 fotos de prueba), así como con chats de whatsapp donde se ha ordenado al personal ejecutar acciones cuestionables. De hecho, la directiva de los albergues ordenan por esos mensajes telefónicos realizar las fotos de niños con los pantalones abajo o en el wáter porque son la prueba de que se cumplieron sus órdenes. Las fotos incluyen a los niños en labores de limpieza y niños con manchas de orina.
La protección a la identidad no existe en estos casos y las fotos son sencillamente humillantes.
“Las fotos son mandadas en el chat y de ahí se mandan a la dirección (del IAPP), no sabemos que hacen con las fotos de los menores, es un delito tomarles fotos, inclusive tememos por nosotros ya que todo lo hacemos desde nuestro celular privado”, asevera uno de los trabajadores que, como los demás, deja su testimonio grabado a Crónica.
- Respecto a la indagatoria que ya se inició tras la difusión del caso por parte de Crónica, el DIF reaccionó y aseveró que el grupo cuenta con el apoyo de psicólogas y trabajadoras sociales, quienes entrevistaron a cada uno de los 10 niños que se encontraban en el Centro de Asistencia Social “San Bernabé”, el cual se encuentra en remodelación.
- Indicó que debido a las obras que se realizan en el Centro de “San Bernabé”, el pasado 11 de enero los niños fueron reubicados en el Centro de Asistencia e Integración Social “La Coruña”, ubicado en la alcaldía Iztacalco.
“Ya estamos atendiendo este asunto que tiene que ver con un presunto maltrato a efecto de conocer si los hechos son verídicos, si sufrieron o no algún tipo de violencia e identificar a las personas que tomaron gráficos o maltrataban a los niños”, explicó Damián Peralta.
Finalmente, subrayó que desde el DIF-CDMX se dará seguimiento a las acciones realizadas para verificar las condiciones físicas y emocionales de niñas, niños y adolescentes de la Ciudad de México./LA CRONICA-PUNTOporPUNTO