Desde el penal «Juan Fernández Albarrán» ubicado en la colonia San Pedro Barrientos, Tlalnepantla, Estado de México, Mauricio Mora Zarza alias «El Zarzamora», asesino del adolescente Hugo Carbajal Amaro, confesó sin mayor preocupación que «maté al chamaco porque se me puso al tiro, me quiso agredir con un arma y no me quiso pagar mi merca».
«Ese día Hugo estaba con sus amigos, andaba briago, de lucidito, le estaba disparando de todo a ellos, pero a la hora de que le pasaron la cuenta, comenzó a ponerse agresivo porque aseguraba que le estábamos viendo la jeta y que le estábamos inflando la cuenta», relata.
El entrevistado de complexión regular, de 1.70 de estatura, cabello castaño oscuro y tez blanca, vestido con una playera y pantalón de mezclilla color azul, accedió a dar su versión de los hechos como una forma de limpiar su imagen y hacer creer a la opinión pública que «es inocente», que solamente se defendió de una presunta agresión y que el crimen ocurrió por puro accidente.
El presunto culpable asegura que su víctima se encontraba bajo los efectos del alcohol y de la droga, aunque cabe señalar que de acuerdo con los resultados de la necropsia que se le practicó al cuerpo de Hugo Carbajal Amaro, de 15 años de edad, no hubo restos de enervantes en su sangre.
Durante la plática sostenida con este medio informativo, dejó entrever que Christian Jesús Castillo Grimaldo alias «El Jimmy» es quien se encargaba de distribuirle la droga que vendía en los convivios nocturnos en los que cobraba entre 130 y 150 pesos la entrada. Los asistentes en su mayoría eran menores de edad.
¿A cuánto ascendía la cuenta de Hugo Carbajal y qué había consumido?, se le preguntó en entrevista.
–En realidad no era mucho dinero, tenía que pagar 5 mil pesos porque consumió junto con sus amigos ron, tequila y whisky, también «piedras» (de cocaína) y algunas tachas, la cuenta ni siquiera estaba inflada, se le cobró lo que es pero se negó a pagar y su error fue haberse puesto impertinente con mis empleados y conmigo cuando ellos me hablaron para enterarme de la situación.
¿No fue un exceso de su parte, como hombre hecho y derecho, el haberse puesto al tú por tú con un muchacho de tan solo 15 años?
–No, porque yo llegué en buen plan a cobrarle estando consciente de que era un escuincle, pero ese escuincle que ahora todos defienden, era un hijo de su pinche madre alebrestado, mamón y estaba drogado porque también ya había consumido «piedra».
–Los resultados de la necropsia señalan lo contrario, no había restos de enervantes en la sangre…
–Cualquier resultado puede ser manipulado, que las autoridades reconozcan la verdad, respondió un tanto molesto.
–Usted en su cuenta personal de Twitter relató parte de la situación e incluso reconoció que en las fiestas clandestinas que hacía en el «Jardín Imperio», vendía droga y se refirió a que tuvo que matarlo porque él trató de agredirlo a usted y además de que no le pagó «la merca», al hacer ese tipo de comentarios ¿no pensó que usted mismo se estaba echando la soga al cuello?, se le preguntó.
–Pues no, simplemente yo estaba relatando lo que pasó y si a lo mejor yo mismo me ahorqué, pues ni modo, ahora me la tengo qué tragar ya ver que pasa, pero de todos modos, yo tengo muchos conocidos influyentes que son de Morena, no voy a decir quienes son, pero de verdad, con «una lana», salgo.
–En este caso hubo mucha presión social y mediática ejercida a través de los padres de Hugo Carbajal, ¿aún así considera usted que puede safarse de esta situación?
–Mis abogados son los que se están encargando de esto, ellos sabrán que hacer y además el asesinato fue un mero accidente a fin de cuentas, porque lo único que hice fue actuar en legítima defensa, porque Hugo me trató de agredir con un arma que traía guardada en una cangurera, reaccioné de inmediato y fue por eso que le rompí una botella en la cabeza, pero como no se dobló y siguió con su intención, simplemente lancé el golpe con una copa rota y por accidente le corté el cuello.
–En los videos del incidente, se ve que usted está cargando a la víctima agonizante y después se le observa caminando de un lado a otro agarrándose el cabello como si estuviese nervioso, ¿ que pensó en ese instante?
–Al momento, me entró así como un sudor frío en el cuerpo y mi mente como que se bloqueó, pero cuando reaccioné, y vi la sangre, de inmediato traté de ayudar para que Hugo no se muriera…después, dije «pero qué hiciste pendejo, ya te metiste en pedos, este cabrón se va a morir».
–Y fue cuando prefirió huir y esconderse en su domicilio, según tengo entendido, ¿no es así?
–La verdad sí, vivo en Lomas de Atizapán y ahí me refugié porque de hecho nunca pensé que ese caso se hiciera viral en los medios y por eso comencé a escribir en mi cuenta de twitter, lo hice como una forma de protegerme.
–¿Se arrepiente de lo ocurrido?
–Pues lo hecho hecho está, ahora solamente tengo qué esperar a que mis abogados hagan su trabajo para sacarme de aquí y tratar de reparar el daño que se ocasionó, aunque estoy consciente de que con eso obviamente no le va devolver la vida a Hugo y que su familia, seguramente está deseando que me pudra en la cárcel pero no les voy a dar ese gusto.
–Tengo entendido que usted no había asesinado a nadie…
–No, nunca lo había hecho y espero no hacerlo jamás…., respondió Mauricio con la voz un poco entrecortada.
–A propósito, ¿le suena el nombre del Sindicato 22 de Octubre?, el líder Christian Jesús Castillo Grimaldo alias «El Jimmy» dice que lo conoce a usted…
–Pues es mi socio…
–Ok, en el negocio de la distribución de la droga para sus fiestas clandestinas…
— Usted es el que lo dice, yo no…
–Pero con su respuesta deja entrever que estoy en lo cierto, porque de lo contrario me hubiera contestado que no…
–Digamos que con «El Jimmy» hago negocios….
–¿Pero qué tipo de negocios?
Ya no hubo respuesta, el tiempo que asignaron para la entrevista que había acabado. El «Zarzamora» se dirigió a su celda acompañado de dos custodios, quienes incluso, en ese momento le dijeron que no había sido muy buena idea que accediera hablar con periodistas. «Porque las cosas podrían complicarse para obtener su libertad». /AGENCIAS