Una nueva denuncia por asesinato, robo, usurpación de funciones y falsificación de documentos, fue interpuesta en contra de Christian Jesús Castillo Grimaldo alias «El Jimmy» y Guillermo Fragoso Baez «El Jefe» y/o «El Memo», líderes del Sindicato 22 de Octubre y la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales de la República Mexicana (USON) respectivamente, quienes se encuentran a «salto de mata», toda vez que son perseguidos por las Fiscalías General de Justicia del Estado de México y de la capital del país.
- De acuerdo con informes proporcionados por policías de investigación destacados en ambas dependencias, existen cinco carpetas de investigación que dan fe del amplio historial delictivo que tienen dichos sujetos. La más reciente es la CI-FICOY/COY-1/UI-1 C/D/02671/06-2021 en la que fueron denunciados por asesinato, usurpación de funciones y falsificación de documentos que pertenecen a una confederación obrera.
«El Jimmy» en complicidad con «El Jefe», ordenaron la ejecución de un hombre que era propietario de un pozo de agua potable ubicado en Cuautzingo, Chalco, Estado de México, así como de una amplia flotilla de pipas y camiones de carga que utilizaba junto con sus trabajadores, para transportar el líquido a diversas colonias del municipio.
Cabe señalar que posteriormente, dichas unidades de carga fueron rotuladas con calcomanías clonadas y/o falsificadas que traen impreso el logotipo de la Confederación Libertad de Trabajadores de México (CLTM) y otras más, con el membrete del Sindicato 22 de Octubre.
Es de resaltar que en reiteradas ocasiones, ambos sujetos trataron de apropiarse del pozo mediante diversas formas, pues recurrían al soborno, luego a las amenazas, posteriormente a los golpes y finalmente decidieron planear y efectuar el crimen para salirse con la suya.
Según informes de las fiscalías, una vez que habían asesinado al sujeto, los victimarios tomaron posesión del pozo, corrieron a los trabajadores e iniciaron el negocio del «huachicoleo» con el agua potable; luego, la subieron de precio y prácticamente obligan a los habitantes de las diversas colonias y pueblos que conforman el municipio de Chalco a que les compren su producto, y quienes no lo hacen son blanco de constantes represalias por parte de los golpeadores y sicarios que están al servicio de la USON y el Sindicato 22 de Octubre.