“¡Un chavo me está tomando fotos!”, fue el grito de la impotencia. De la cabeza a los pies, frente a decenas de usuarios y sin que nadie hiciera nada, Ariquetz —quien pide ser llamada así por razones de seguridad— fue fotografiada sin su consentimiento en una estación del Metro de la Ciudad de México.
- “Decidí quedarme dentro de la estación para llamar por teléfono. Según yo era más seguro hablar ahí porque hay policías y gente, pero de pronto me di cuenta de que un tipo me estaba tomando fotos”, relata la joven de 25 años.
Usuaria frecuente de la Línea 7 del Metro, que va de Barranca del Muerto a El Rosario, Ariquetz explica “era un chavo normal, estaba como esperando a alguien del otro lado de los torniquetes. Ni siquiera fue discreto, cuando me di cuenta tenía el celular como a cinco centímetros de mí. Quedé en shock”, dice.
Ante esto, la joven gritó, en medio de su llamada, “un chavo me está tomando fotos”. A la par, quiso buscar con la mirada a algún policía, pero no había nadie. /EL UNIVERSAL