Por primera vez, sale a relucir el nombre de dos poderosos protectores de las organizaciones criminales Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales de la República Mexicana (USON) y el Sindicato 22 de Octubre, lideradas por Guillermo Fragoso Báez, alias «El Jefe» y Christian Jesús Castillo Grimaldo «El Jimmy», quienes mantienen secuestrado al Estado de México, principalmente en la zona oriente.
Los integrantes de dichos grupos roban, matan, secuestran, levantan, extorsionan, despojan de terrenos e inmuebles a familias, trafican con todo tipo de droga, fungen como grupos de choque, se enfrentan hasta con la policía, hacen fiestas de super lujo, además de que se graban y toman fotografías con armas de grueso calibre.
De acuerdo con investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), se trata de Hugo Roberto Flores Vasconcelos, quien se desempeña como Fiscal en el municipio de Tecámac y José Alberto González Aguilar, integrante del gabinete del gobernador mexiquense, Alfredo Del Mazo Maza.
Ambos funcionarios tienen como sus principales aliados a Enrique Torres Vélez «El Kike» y/o «El Heydy», a un sujeto de aproximadamente 30 años de edad, tez morena clara y complexión regular, quien funge como jefe de extorsionadores de ambas células delictivas, también está Jonathan Vilchis Alarcón alias «El Glande» o «El Jonathan», ambos sujetos están acusados por extorsión y homicidio calificado.
Para no involucrar en estos ilícitos a la USON y al Sindicato 22 de Octubre, dichos sujetos actúan con el nombre de «La Legión», «La Gente de la Gente» y «La Empresa», en contra de camioneros, transportistas de carga, taxistas, comerciantes, locatarios y empresarios de Tecámac, Zumpango, Acolman, Otumba, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides y Texcoco, a quienes obligan a dar cuotas semanales a cambio de brindarles supuesta protección y si no lo hacen son secuestrados, levantados o asesinados.
Y mientras, el abogado Carlos Mata Martínez alias «El Cáncer» ha sido comisionado frenar cualquier denuncia que se interponga en contra de dichas agrupaciones ante los Ministerios Públicos, liberar a cualquiera de sus integrantes cuando son detenidos y convocarlos a través de llamadas en video cuando tienen planeado realizar algún ataque a grupos contrarios o zafarrancho.
Quienes forman parte de ambos bandos criminales, organizan grandes fiestas con música de banda en vivo, donde se derrocha la droga y el alcohol, hechos que quedan constantemente registrados en video y fotografía que son subidos a las redes sociales, como una forma de demostrar su poderío.