Antonina Suárez Lovera, una desesperada madre. clama justicia para su hija Daniela, Abigail de la Cruz Suárez, una enfermera que falleció hace dos años por negligencia médica en el Hospital Regional 1 de Octubre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Durante la mañana del jueves, se reunieron familiares, amigos de Daniela Abigail y abogados del caso, para exigir al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero que se ejercite acción penal en contra de Edgardo Ruiz García, el neurocirujano que la atendió.
En entrevista, el representante legal, Víctor Sandoval señaló que la FGR determinó el no ejercicio de la acción penal en contra del neurocirujano Ruiz García, –derivado de la denuncia que se había interpuesto. basada en el dictamen pericial realizado por un médico general que carecía de experiencia- toda vez que consideró que se cumplieron los protocolos de atención hacia la paciente Daniela Abigail De la Cruz Suárez.
«Ya interpusimos un recurso en el que le estamos solicitando a la FGR que se emita un nuevo dictamen por un perito con los conocimientos mínimos para determinar si existe una responsabilidad penal por parte del doctor Edgardo Ruiz», señaló el abogado Sandoval.
Antes de su deceso, Daniela se quedó sin habla, no caminaba, tampoco reconocía a nadie y lamentablemente dejó a dos niños huérfanos.
Esta situación se dio a conocer a través de la Asociación Civil Queremos Por Ustedes. misma que también ha sacado otros casos similares que han ocurrido en el interior de dicho nosocomio y provocados por un solo médico: el neurocirujano Edgardo Ruiz García.
Hace cinco años a Daniela Abigail le practicaron 20 cirugías en ese nosocomio de forma inadecuada y durante las últimas, le quitaron un pedazo de cerebro, situación que le provocó terribles problemas de salud e incluso ahora, por el lado de derecho de su cabeza y oído, le sale pus amarilla, como si tuviera una severa infección interna.
En 2017, la protagonista de esta historia, tenía 24 años, estaba embarazada y vivía en la ciudad de Toluca, capital del Estado de México, donde trabajaba en un hospital como enfermera y siempre se distinguió por brindar cariño y cuidados extremadamente adecuados a los pacientes que le asignaban sus jefes inmediatos.
En ese año, Daniela comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza y fue ingresada a un hospital, donde le practicaron diversos exámenes y tomografías para descubrir el origen de su malestar y le detectaron hidrocefalia, que es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
Cabe señalar que normalmente, este fluido protege y amortigua el cerebro. Sin embargo, demasiado líquido ejerce una presión dañina para el cerebro. La hidrocefalia puede ser congénita y en la mayoría de los casos, se presenta al nacer.
Tras los resultados, el 18 de junio 2017, la joven enfermera es valorada por un grupo de médicos en Toluca y tres días después, la operan y le colocan una válvula en la cabeza para disminuir la presión en el cerebro.
Cuatro días después, es decir, el 22 de junio, Daniela Abigail viaja hacia la Ciudad de México y durante el trayecto, le llega a su teléfono celular un mensaje vía whats app, en el cual le informaban que le harían una tomografía contratada. Dos días después, el sábado 24 de junio, a las 07:55 de la noche, fue sometida a otra cirugía, y previo a esta, los médicos que la intervendrían le dijeron «si está la tomografía, suspendemos la vertebroplastia».
Tras la cirugía y ya con algunos meses de embarazo, la paciente presentó una serie de convulsiones, su salud comienza a mostrar diversas complicaciones por lo que la intuban y trasladan hacia el Hospital Regional 1 de Octubre, donde fue atendida en el área de terapia intensiva.
Ahí le diagnostican diversos males como meningioma cerebral, aunque otros cirujanos dijeron que la paciente no tenía indicios de eso; sin embargo, Edgardo Ruiz García, entonces titular del área de neurocirugía –quien está involucrado en otros casos de negligencia médica y tiene otras denuncias- consideró que era necesario ponerle una nueva válvula del otro lado de la cabeza a Daniela y sin hacer un diagnóstico previo ni alguna resonancia magnética ordenó que la operaran para extirparle un tumor y sin tomar en cuenta las opiniones de sus demás colegas.
Aparentemente la intervención quirúrgica se realizó sin ninguna complicación y la enfermera salió del hospital en franca recuperación sin imaginarse que tres meses después comenzaría a vivir un calvario en su salud, pues el 15 de septiembre 2017 ingresa de nueva cuenta al área de ginecobstetricia toda vez que se vomitaba constantemente y presentaba lesión frontal en la cabeza.
El 4 de octubre se le practica una cesárea debido a su avanzado embarazo y dos días después, presentó un aumento de volumen en la zona frontal de su cabeza, por lo que 24 días después, fue intervenida de nueva cuenta pero en esa ocasión los resultados ya no fueron tan favorecedores.
El 11 de septiembre comienza presentar problemas en uno de los dos ventrículos del corazón –que son los encargados de bombear la sangre a todo el cuerpo-, le dio fiebre y se deterioró su estado de conciencia, lo que derivó en que fuera programada para otra operación en el Hospital 1 de Octubre y por indicaciones del doctor Ruiz García le quitaron un pedazo de cerebro porque «tenía un tumor» y derivado de ello, la mujer perdió la facultad de hablar y caminar.
El panorama se volvió más oscuro para Daniela Abigail, pues el 25 de noviembre 2017, volvió a los quirófanos para que le pusieran otra válvula en la cabeza y de esa forma se evitara que la presión interna aumentara y el 5 de diciembre le detectan meningitis y bacteriemia en la sangre.
Llegó 2018 y la enfermera no presentaba mejorías, por el contrario, su estado de salud iba en franco deterioro a pesar de que sus familiares seguían las indicaciones que les había dado el doctor Edgardo Ruiz García y fue cuando incluso, presentó infección en la última cirugía que le había sido practicada en la cabeza y pus en el cerebro.
Daniela falleció el 21 de abril 2019 a causa de la negligencia del neurocirujano, por lo que de inmediato la señora Antonina Suárez de inmediato trató de comunicarse con Ruiz García pero este ya no le contestaba las llamadas que le hacía vía celular, por lo que acudió ante las autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR) para interponer la denuncia en contra del neurocirujano por negligencia médica, la cual desde entonces, no ha procedido pese a que se tienen diversas pruebas documentales, testimonios y gráficas que la sustentan.