La violencia está tan enraizada en nuestra vida cotidiana que se ha normalizado en las universidades públicas y privadas de la Ciudad de México, donde ocho de cada 10 estudiantes la han sufrido, afirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez.
- Mientras, siete de cada 10 alumnos denunciaron haber sufrido en su vida ciberacoso y 64 por ciento de los hombres afirmaron que la culpa de la violencia la tiene quien la provoca, no quien la ejerce, y las víctimas son, en la mayoría de casos, mujeres.
- Si me violentan es porque yo hice algo o provoqué algo, o vengo de minifalda o dije que sí, pero no, y, según las encuestas de violencia en el país, tenemos la mayor incidencia en el noviazgo y la vemos en las escuelas, en cómo se lleva y cómo se justifica, argumentó.
- En la presentación del libro Violencia en universidades. Sociedad, educación, familia y Estado señaló que dicho problema se presenta en el ámbito académico, entre alumnos y entre éstos con maestros y/o personal administrativo.
La falta de aplicación de las reglas de convivencia ha llevado a una mayor violencia en las universidades, principalmente públicas, donde es más laxa la aplicación de éstas, y contribuye a ello también la percepción social de que “ya están grandecitos, así se llevan.
- “No estamos hablando nada más de acoso escolar, de bullying, de violencia entre pares, sino de un contexto de violencia dentro de las instituciones que va más allá del individuo, y ha llevado a que se normalice, lo cual demuestra que estamos fallando en educar”, puntualizó Nashieli Ramírez.
- Arcelia López, una de las autoras del libro, informó que el estado de México reporta el mayor porcentaje de violencia, lo cual es un foco rojo a atender, pues por medio de hacer carrilla se ha normalizado y llevado a la discriminación, agresión, exclusión y abandono escolar.
Dicha violencia, expuso María del Rosario Ayala, otra de las autoras, se refleja en conductas antisociales, incivilidades, conductas disruptivas, indisciplina, bullying y ciberbullying/LA JORNADA