El anterior gobierno local dejó un sistema de salud devastado y en estado crítico: sin medicamentos, ni insumos ni equipo médico, con escasez de personal, espacios copados por la corrupción y un adeudo por mil 500 millones de pesos que puso en jaque el servicio al comenzar la actual administración. Al ser entrevistada por La Jornada, la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, habló sobre el abandono y la falta de dirección en el sector en los seis años recientes, desorden en plazas laborales, malas prácticas en la compra de insumos y la crisis que ha enfrentado desde el primer día. “Llegamos el 5 de diciembre, al día siguiente nos dicen que escasean los insumos de laboratorio, y al otro nos avisan que los proveedores no van a surtir porque tenemos un adeudo por 170 millones de pesos en los últimos dos años”./ LA JORNADA