Con miras a la contienda electoral del 2024, el sector privado advirtió, de llegar Claudia Sheinbaum a la presidencia de México el escenario económico sería de incertidumbre, “parecido a 1994-1995”, y sin visos de recuperación económica, por representar al ala más radical de la izquierda que ahuyenta inversiones.
- Con el plan B de la reforma electoral que aprobó el Congreso, el gobierno podría asfixiar financieramente al INE, incapacitándolo para organizar una elección que cumpla con todos los requisitos legales e imponer a su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Al realizar un análisis sobre la perspectiva hacia la contienda electoral para elegir al presidente de México, el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostiene: “con Sheinbaum habría menor posibilidad de reactivación económica. (Marcelo) Ebrard o (Ricardo) Monreal serían más afines a la inversión y podrían lograr resultados importantes rápidamente”.
- Para los analistas del sector privado, la transición López-Sheinbaum podría ser similar a la de Lula da Silva-Dilma Roussef en Brasil en 2011, que culminó con el fracaso de ella, al carecer del carisma y las buenas condiciones de Lula y no reaccionar con los ajustes debidos.
- Tras considerar a Claudia Sheinbaum como “radical”, el CEESP afirmó que la actual jefa del gobierno de la Ciudad de México “no tiene la popularidad ni la base dura y la lealtad de la que goza López”.
Además, la compensación de esa deficiencia exigiría gasto público creciente, con una sostenibilidad fiscal ya frágil y sin márgenes. Y “muy probablemente su llegada y la de su equipo generaría una nueva ola de incertidumbre”, alertó.
El sector privado expuso que derivado de los escasos recursos públicos, ya sea que Morena o el bloque opositor gane la presidencia en 2024, la nueva administración heredará una economía frágil, quizá estable por el momento, pero prendida de alfileres. Con otros problemas y quizá menos inminentes pero similar a la de 1994-1995.
El escenario positivo para la nueva administración será la oportunidad de crear las condiciones necesarias para aprovechar plenamente la tendencia a la relocalización de las inversiones, o nearshoring.
Expuso que la designación de una candidatura más moderada en el partido político Morena, podría ser la de Marcelo Ebrard y, en menor grado, Ricardo Monreal.
- En caso de obtener el triunfo, cualquiera de los dos, el CEESP consideró que probablemente elegiría una senda más bien de social democracia, con aspiraciones más ortodoxas tipo (algunas) de Europa occidental. “Esta alternativa permitiría virar con mayor facilidad hacia reactivar rápidamente la inversión y el consumo mediante enfoques de mayor frescura que los actuales”, sostuvo el empresariado.
Incluso, los analistas privados afirman que con la elección entre Ebrard y Monreal, la actitud hacia la inversión productiva sería posiblemente más amigable y el acercamiento a Estados Unidos más claro.
El CEESP también expuso que un gobierno de coalición opositora enfrentaría enormes retos de gobernabilidad, al intentar mantener la cohesión./Agencias-PUNTOporPUNTO