El robo de autopartes es uno de los delitos más lucrativos en la capital del país, estimaciones del área de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México detallan que mensualmente cada delincuente que hurta calaveras, espejos retrovisores, insignias de autos y llantas, entre otras piezas, obtienen ganancias de entre 30 mil y 50 mil pesos. Sin embargo, la cifra de personas que siguen un proceso penal por este delito es mínima, apenas 1% del total de los detenidos en flagrancia llegan a prisión, aunque imputados por otras causas, ya sea que cuentan con antecedentes penales, incluso por portación de drogas, pero no por el hecho de sustraer piezas de algún vehículo. La razón del bajo número de procesados se debe a que una vez que los capturan regresan la pieza robada al propietario y no hay delito que perseguir, recibiendo así un benefició de la Reforma Penal, pues el robo de autopartes no se considera un delito grave./EL UNIVERSAL