En el primer semestre del año, las delegaciones Iztacalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón concentraron 78 por ciento de los 577 homicidios que se produjeron en la Ciudad de México, de acuerdo con la organización Semáforo Delictivo.
- El informe también detalla que este delito presentó un incremento considerable en cinco demarcaciones, respecto al periodo anterior: Iztacalco observó 160 por ciento más, y Magdalena Contreras, un índice de 60 por ciento; Tlalpan, 48 por ciento; Tláhuac, 39 por ciento y Gustavo A. Madero, 27 puntos porcentuales.
El dato:
- Las cifras del Semáforo Delictivo se sustentan en las denuncias presentadas ante las procuradurías locales y se envían al Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad.
- Por el contrario, las demarcaciones con mayores reducciones son: Benito Juárez, con 42 por ciento, Miguel Hidalgo, 24 por ciento y Álvaro Obregón, 20 por ciento.
- Semáforo Delictivo también detalló que 45 por ciento de los homicidios corresponde a ejecuciones del crimen organizado, por la disputa territorial del control del narcomenudeo, delito que, por cierto, creció 116 por ciento.
- El reporte semestral de la organización civil también indica que el robo a casa creció 18 por ciento y extorsión, 8 por ciento. En contraste, el robo a vehículo bajó 13 por ciento, feminicidio, 12 por ciento, y robo a negocio, 9 por ciento, en el primer semestre del presente año y en comparación con el mismo periodo de 2017.
Ante esta situación, lel Semáforo aseguró que se debe llegar a un México en paz, donde se entiendan los paradigmas, las causas estructurales y las alternativas de solución.
- “Requerimos un enfoque de sistemas innovador, pragmático e inteligente. Sin embargo, antes de hacerlo es importante definir la intención del programa. La intención debe ser la paz, no la guerra”, aseveró Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo.
Las propuestas que realiza la organización civil se basan, en primera instancia, en fortalecer el Estado de derecho en el país, mediante la transparencia, legalidad, efectividad, rendición de cuentas, aprendizaje continuo, respeto a los derechos humanos y a la diversidad; también en la toma de decisiones con responsabilidad social por el bien del país, tener cuidado con los juicios, presiones y valoraciones de gobiernos y organizaciones extrajeras, “cuyos intereses no suelen ser los de México”./LA RAZÓN