Ante el megacorte de agua que se realizará a finales de este mes, los locatarios de la Ciudad de México han tomado dos decisiones: cerrar sus negocios los días que dure el desabasto o llenar tambos de agua los días previos para dar servicio. Aquellos comercios que requieren de agua corriente para atender a los clientes —como lo son las fondas y restaurantes— tienen un plan de contingencia que contempla comprar recipientes y llenarlos con líquido. Los encargados de gimnasios, lavanderías, escuelas, que requieren también de su uso constante, están en debate si abrir sus puertas al público o suspender operaciones hasta que en sus alcaldías regrese el agua a las tuberías. Este cuestionamiento se da en el mercado La Dalia, ubicado en la colonia Santa María la Ribera, alcaldía Cuauhtémoc, donde la mayoría de los vendedores aseguraron que el agua ya escaseó desde principios de esta semana./EL UNIVERSAL