El Cuarto Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo revela que del 1 de enero de 2019 al 31 de julio de 2022 se atendieron 35 mil 715 manifestaciones en vía pública, es decir, en promedio, casi 10 mil al año, lo que se traduce en un ‘golpe’ al libre tránsito de las personas que se trasladan a diario por la Ciudad de México (CDMX).
- De acuerdo con lo referido en el Informe, en el total de movilizaciones participaron más de seis millones y medio de personas que expresaron sus demandas en las calles, de las cuales, la mayoría correspondió al ámbito local.
- Tan solo la semana pasada un bloqueo por más de 40 horas causó caos en la capital del país. Estudiantes de Puebla se colocaron en el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes, lo que provocó que el paso por la zona incrementará de 10 minutos, promedio, a 45, según los afectados.
En los últimos años, los bloqueos por parte de transportistas también han ‘desquiciado’ la ciudad. El último fue el del pasado 2 de junio, cuando concesionarios tomaron diversos puntos de la capital para realizar su protesta en busca de un alza al pasaje que finalmente se autorizó el 15 del mismo mes. El amago de manifestarse por parte de este sector sigue vigente puesto que siguen en pie de lucha por dos pesos que acusan les hicieron falta en el aumento.
Derecho a libre tránsito, en segundo plano
En la capital del país, el derecho a la libertad de expresión en las manifestaciones públicas se ha sobrepuesto al de libre tránsito.
“Ambos están consagrados en la Constitución, pero lamentablemente uno se sobrepone al otro cuando son cuestiones sociales. Estamos hablando de una contraposición de derechos que tenemos que ver cuál es el prioritario, si es una persona que va a trabajar, una persona que va a cumplir un servicio básico, como puede ser servicio médico, o una persona que se manifiesta por una causa social”— – opinó a Publimetro, Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).
- El caos, agregó, tiene lugar al no tener ninguna ruta de salida, puesto que las autoridades han optado a privilegiar el diálogo, que si bien, es una ‘ruta amigable’ para los manifestantes, no lo es para los que son afectados en su movilidad.
En este sentido, apuntó que es imposible tener un sistema de transporte eficiente o con la planeación que permita agilizar la movilidad cuando se presentan las manifestaciones, aunque consideró que las autoridades deberían de liberar los carriles de forma más rápida puesto que conocen el calendario de movilizaciones que se prevén diariamente.
Transporte saturado
El regreso a la normalidad en la ciudad ya se ve reflejado en el transporte público; trabajadores y estudiantes han vuelto a las calles de la capital para retornar a labores presenciales, esto, aunado a las manifestaciones -27 en promedio al día-, desemboca en el parálisis de la movilidad en esta entidad.
- Todo lo anterior, en un contexto en donde el Metro de la CDMX no ayuda en la movilidad de los ciudadanos. En la Línea 3, que va de Indios Verdes a Universidad, son una constante las fallas y el retraso. Lo mismo se replica en la Línea B, en donde por ejemplo, el pasado 22 de septiembre hubo una suspensión del servicio luego de la presencia de humo dentro de los vagones que autoridades atribuyeron a un freno de ‘manera brusca’.
Las fallas en el ‘transporte naranja’, según el presidente de la AMTM, tienen que ver con la antigüedad del Metro, de más de 50 años. En su opinión, más que acrecentar el número de trenes se debe acelerar la modernización, que si bien, ya inició en la Línea 1, hace falta aplicar la misma estrategia en las demás./Agencias-PUNTOporPUNTO