La escasez de vivienda de costos accesibles en la CDMX provoca la migración de familias al Estado de México y a áreas naturales protegidas, plantea el proyecto del Programa General de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México.
«La Ciudad expulsa anualmente a 20 mil hogares de menores ingresos por falta de una opción de vivienda asequible», subraya el documento elaborado por el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) local.
- La oferta de este tipo de vivienda se ha limitado al sector medio y residencial, agrega el documento.
- «El precio de la mayor parte de la vivienda nueva de más de 45 metros cuadrados es superior a 1.4 millones de pesos, lo que la hace inasequible para la mayoría de las familias, dado su nivel de ingreso y el acceso limitado a fuentes de financiamiento».
Según la Comisión Nacional de Vivienda, entre las zonas receptoras están Ecatepec, Tecámac, Coacalco, Ixtapaluca, Tizayuca y Tultitlán.
Aun cuando ya no reside dentro de la Ciudad, parte de esa población labora y consume servicios locales, por lo que genera 1.5 millones de viajes diarios entre las alcaldías centrales y los municipios metropolitanos.
- Servicios Metropolitanos (Servimet) registra viviendas de hasta 1.4 millones de pesos con 45 metros cuadrados en Azcapotzalco, Venustiano Carranza e Iztacalco.
En contraste, departamentos de 41 metros cuadrados se comercializan con un valor de 700 mil pesos en Bosques del Valle, en Coacalco.
El encarecimiento de los inmuebles también genera viviendas precarias con altos niveles de hacinamiento.
La pobreza en las alcaldías de la CDMX
La capital del país siempre ha sido percibida —por lo menos desde fuera de la Ciudad de México— como una entidad desarrollada, en donde la mayoría de sus habitantes tiene acceso a condiciones de vida óptimas para desarrollarse.
- Si bien es generalizada, esta percepción es errónea: de acuerdo con la medición de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Ciudad de México tiene a 3 de cada 10 habitantes en situación de pobreza (cerca de 3 millones de personas) y al 4.3 % en pobreza extrema (aproximadamente 396 000 personas).
Estas cifras la colocan como la entidad número 20 del país en porcentaje de población con pobreza. Sin embargo, ese promedio no permite observar las variaciones en la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México.
En diciembre de 2021, esta misma institución publicó los resultados de la medición de pobreza a nivel municipio, la cual permite observar con mayor detalle las heterogéneas carencias sociales que se viven al interior de las entidades federativas, incluida la Ciudad de México.
El Coneval mide la pobreza a través de seis carencias sociales: rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en vivienda, así como el acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Además de estas carencias, la medición también incluye el componente de ingreso: se considera bajo si es menor al costo de la canasta básica completa (línea de bienestar económico que incluye: alimentos, transporte, educación, salud, esparcimiento, bienes y servicios de consumo habitual); en tanto que se considera muy bajo si es menor al costo de la canasta básica alimentaria (línea de bienestar mínimo). Cuando una persona tiene al menos una de esas carencias se considera que vive en situación de pobreza; si sufre tres o más es catalogada en condición de pobreza extrema.
- En cuanto a las personas en situación de pobreza, se observa que la alcaldía Milpa Alta es la que mayor población tiene en esta condición (54.7 %), seguida de Xochimilco (48.2 %) e Iztapalapa (43.9 %).
- En cambio, las alcaldías con menor cantidad de pobreza son Benito Juárez (7.9 %), Miguel Hidalgo (13.5 %) y Cuauhtémoc (20.9 %). Esto muestra una diferencia abismal entre Milpa Alta —que tiene a 5 de cada 10 personas con por lo menos alguna carencia social— y Benito Juárez —que tiene una persona por cada 10 en esta situación—. Son realidades muy distintas a tan sólo 20 kilómetros de distancia.
Por otra parte, las alcaldías con mayor número de habitantes en pobreza extrema son Xochimilco (9.3 %), Milpa Alta (9.2 %) y Tlalpan (7.1 %). Por el contrario, Benito Juárez (0.3 %), Miguel Hidalgo (0.9 %) y Cuauhtémoc (2.5 %) tienen muy poca población en esta situación.
Al profundizar en el análisis de cada carencia, los patrones son diferentes. La carencia por rezago educativo (que no cuenta con educación básica obligatoria o no asiste a un centro de educación formal), las alcaldías con mayor incidencia son Magdalena Contreras con 11.2 %, seguida de Milpa Alta con 10.7 % e Iztapalapa con 10.2 %. En cambio, Benito Juárez (2.9 %) encabeza la lista de las alcaldías que menor población tienen con esta carencia, seguida por Miguel Hidalgo (4.5 %) y Coyoacán (5.6 %).
El acceso a los servicios de salud, que mide que las personas cuenten con adscripción o derecho a recibir servicios médicos, es la carencia con menos desigualdad dentro de la capital.
- Mientras que en alcaldías como Milpa Alta (34.4 %), Iztapalapa (31.8 %) y Xochimilco (31.4 %) tres de cada 10 personas no tienen acceso a estos servicios, en Miguel Hidalgo, Benito Juárez (ambas con 19.7 %) y Azcapotzalco (20.7 %) la cifra sólo disminuye a 2 de cada 10 con esta carencia. Es decir: el acceso a servicios de salud es insuficiente en prácticamente todas las alcaldías. Los números demuestran que la cobertura universal en salud está lejos de ser una realidad en la Ciudad de México.
En lo que respecta al acceso a la seguridad social (que la población económicamente activa asalariada tenga todas y cada una de las prestaciones laborales), se observa que es la carencia con mayor prevalencia en la Ciudad de México, al igual que en el resto del país.
El dato no sorprende al contrastarlo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al tercer trimestre de 2021 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Estas cifras muestran que en la capital del país el 49.3 % de la población ocupada labora en el sector informal (aproximadamente 2 millones), lo que les impide tener acceso a un sistema de seguridad social.
- Sin embargo, esto no quiere decir que no existan diferencias notables entre alcaldías. Las que mayor porcentaje de su población tienen con esta carencia son Milpa Alta (71.6 %), Xochimilco (58.7 %) y Tláhuac (54.9 %), mientras que las que menos son Benito Juárez (32.6 %), seguida por Miguel Hidalgo (33.9 %) y Azcapotzalco (35.2 %).
La carencia que menor porcentaje de la población presenta por alcaldía es la de calidad y espacios de vivienda. Milpa Alta (11.6 %) es la alcaldía con mayor cantidad de personas que no cuentan con piso, paredes o techo de materiales sólidos o existe hacinamiento —es decir, el número de personas por cuarto es mayor que 2.5—, seguida por Xochimilco (10.5 %) y Tlalpan (6.7 %). Por su parte, Benito Juárez (0.9 %), Miguel Hidalgo (2.2 %) y Coyoacán (3 %) son las que menor incidencia muestran.
Ahora bien, el Coneval no sólo mide si la vivienda cuenta con materiales sólidos de construcción y la distribución de las personas que ahí habitan. También muestra si los hogares tienen carencia por servicios básicos —agua potable entubada, servicio de drenaje, energía eléctrica y estufa de gas—.
Las alcaldías que tienen a una mayor población con esta carencia son Milpa Alta (20.3 %), Xochimilco (13 %) y Tlalpan (9.1 %). Mientras que en la Benito Juárez (0.1 %), Iztacalco (0.3 %) y Venustiano Carranza (0.4 %) prácticamente no existen viviendas en esta situación.
- Por último, la carencia por alimentación y nutrición de calidad tiene una mayor presencia en Milpa Alta (23.9 %), Iztapalapa (20.3 %) y Tlalpan (6.7 %). En tanto que Benito Juárez (5.7 %), Miguel Hidalgo (8.3 %) y Venustiano Carranza (10.8 %) presentan muy poca población sin acceso a comida suficiente para llevar una vida activa y sana.
- Como se observa, la Ciudad de México tiene desigualdades muy marcadas entre el suroriente y el norponiente.
En el primer caso, una gran cantidad de la población tiene carencias sociales que los colocan en desventaja para desarrollar su vida. Mientras que, en el segundo, viven personas con mejores condiciones de vida que les permiten disfrutar sus derechos sociales a mayor plenitud.
Más allá del comparativo entre las dieciséis demarcaciones territoriales de la capital del país, los datos muestran focos rojos en aspectos tan básicos como la salud, la alimentación nutritiva y los servicios básicos en vivienda.
A pesar de que la pobreza es un fenómeno multisectorial, la información recopilada exige acciones diferenciadas desde los distintos niveles de gobierno para mejorar las condiciones de vida en las zonas más vulnerables de la capital del país, conforme a los distintos contextos que imponen las características específicas de cada alcaldía.
Un estudio realizado antes de la pandemia reveló que la política social a nivel alcaldía está repleta de intervenciones fragmentadas, duplicadas e insuficientes con un enfoque clientelista que consiste fundamentalmente en la entrega discrecional de dinero y bienes materiales.
Los datos demuestran que, aunque no es responsabilidad exclusiva de las alcaldías, la política social implementada a nivel municipio no está cumpliendo los objetivos que persigue. Por lo que debe trascender las clásicas transferencias monetarias y entrega de bienes materiales que no han demostrado su eficacia para combatir las distintas carencias sociales que se viven en la capital del país./Agencias-PUNTOporPUNTO