Ante la inminente elección del primero de julio, lo que queda del PRD continúa fracturándose. La representación del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido evidenció ayer la previsible derrota de Alejandra Barrales y Ricardo Anaya, quienes construyeron sus candidaturas de forma “sectaria y a modo”. La ruptura en el sol azteca lleva de por medio el reclamo a las tribus (chuchos, ADN e IDN) que se apoderaron de sus órganos de gobierno desde hace dos décadas y lo condujeron a la paradoja de asociarse con el PAN -aliado histórico del PRI- para conformar junto al partido de Dante Delgado Ranauro, Movimiento Ciudadano, la coalición Por México al Frente. El reproche se fundamenta en que los líderes de las tribus no se integraron a cabalidad a las campañas de Barrales y Anaya./LA JORNADA