El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México, Hiram Almeida Estrada, renunció ayer al cargo, en medio de una crisis caracterizada por el incremento de los homicidios, ejecuciones, colocación de narcomantas, disputas de los cárteles de las drogas, la aparición de cuerpos destazados en calles de esta capital, casos de abuso en el uso de la fuerza de elementos de esta corporación y señalamientos de complicidad de mandos policiacos con la delincuencia organizada, sobre todo con distribuidores de drogas de la delegación Tláhuac.
- En una conferencia de prensa nocturna que duró apenas 70 segundos –convocada minutos antes de que se hiciera ese anuncio, y en la que no aceptó preguntas–, el ex funcionario leyó un breve texto, en el que informó de su salida de la policía capitalina con carácter de irrevocable. Dijo sentirse orgulloso de los grandes resultados obtenidos en el combate a la delincuencia; agradeció a los integrantes de esta dependencia su esfuerzo y le deseó el mayor de los éxitos a la actual administración del Gobierno de la Ciudad de México y a los gobiernos de la transición democrática.
- Minutos después de formalizarse esa renuncia, el Gobierno de la Ciudad de México emitió un comunicado en el que precisó que habrá un relevo institucional en la titularidad de esa corporación, que empezó con la dimisión de Almeida, y que concluirá el próximo 31 de julio con el proceso de entrega-recepción. Asimismo, resaltó que en los próximos días se anunciará la propuesta que enviará al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que –como lo establece la Constitución Política– lo apruebe.
- Por lo pronto, se detalló en el boletín oficial, se designará un mando operativo de la misma SSP para que encabece a esta institución; al final del texto se precisa que el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, agradeció el trabajo y el esfuerzo realizado por el ex secretario durante su encargo.
Durante los tres años, seis meses y 18 días que Hiram Almeida Estrada estuvo al frente de esa secretaría, la constante fue el crecimiento de los delitos de alto impacto social, sobre todo los homicidios, a grado tal que –de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública– en 12 de las 16 delegaciones políticas crecieron 42 por ciento esos ilícitos de 2014 a 2018.
- A lo largo de 2017 y 2018, el Observatorio Ciudadano, encabezado por Francisco Rivas, fue insistente en señalar –con base en datos oficiales– que la Ciudad de México vivía una crisis de seguridad pública por el incremento en los delitos de alto impacto, postura que siempre fue cuestionada por la SSP.
Uno de los casos que mayor crisis generó a Hiram Almeida fue la detención del joven bachiller Marco Antonio Sánchez, en enero pasado, por elementos de esa secretaría, quienes con rudeza lo sometieron, golpearon y trajeron paseando varias horas y que derivó en su desaparición por tres días.
Este caso ameritó la intervención de organizaciones sociales y de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, que fustigaron la actuación de los uniformados de la SSP.
Otro de los asuntos que generaron críticas a Almeida Estrada fue el caso del líder del cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, alias El Ojos, quien fue detenido por fuerzas federales sin notificar a los mandos policiacos de esa delegación, ante el riesgo de que se filtraran los pormenores del operativo.
Meses después se informó que había complicidad de mandos de la policía capitalina en esa demarcación con narcomenudistas de ese grupo delictivo, por lo que fueron removidos algunos de ellos.
Los abusos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública quedaron de manifiesto con el operativo en la plaza Meave, en el Centro Histórico, donde varios granaderos fueron videograbados mientras robaban celulares, tablets y otros equipos electrónicos, por lo que se abrieron expedientes de investigación contra mandos a cargo de esa acción./ CON INFORMACIÓN DE LA JORNADA