Los ataques con explosivos por parte de los grupos criminales en México cada vez se hacen más frecuentes, particularmente desde 2019, los coches y los drones bomba, así como la implementación de minas terrestres, han acaparado la óptica social y han sembrado el miedo en el público.
- El uso de explosivos en ataques en lugares públicos, como plazas o carreteras, no es nuevo; sin embargo, la insistencia por parte de los principales generadores de violencia ha tenido como consecuencia que se empiece a circular el término “narcoterrorismo” entre políticos de oposición y algunos medios de comunicación.
Respuesta a la guerra contra el narco
La intensificación de la violencia por cárteles de la droga inició con la llamada “guerra contra el narco”, junto con este fenómeno, los principales violentadores decidieron experimentar con nuevas formas de matar. Por ejemplo, en 2008, durante la celebración del Día de la Independencia de México, en Morelia, Michoacán, tuvieron lugar “los granadazos”.
En la plaza pública del municipio, durante la noche de la celebración, miembros de la Familia Michoacana detonaron dos granadas de fragmentación, dejando como resultado siete muertos y 132 heridos. Con el pasar del tiempo, la violencia se intensificó y los atentados con explosivos ahora son más comunes.
- El 3 de abril 2019, en Xaltianguis, Guerrero, las autoridades locales iniciaron una investigación por la explosión de un coche bomba. Las particularidades del hecho señalan que la explosión ocurrió cerca de una comunidad rural que albergaba a grupos de autodefensas, por lo que una línea de investigación apuntó a que el acto se debe a la violencia que enarbola el narcotráfico.
- Durante la noche del domingo 19 de septiembre de 2021 en Salamanca, Guanajuato, la explosión de un paquete bomba dejó dos muertos y cuatro heridos. De acuerdo con las autoridades, el explosivo estaba adentro de una caja adornada con globos y serpentinas. Las víctimas mortales eran los propietarios y gerente de un bar conocido como La Barra, el cual está ubicado sobre el bulevar Faja de Oro.
Ese mismo año, pero en Tula, Hidalgo, la madrugada del 1 de diciembre, un grupo de personas detonó más carros bomba en el Centro de Readaptación Social (CERESO) del municipio, ello para presuntamente intentar liberar a José Antonio Maldonado Mejía, “El Michoacano”, quien se encontraba preso en el penal.
- Ese mismo año, pero en Tula, Hidalgo, la madrugada del 1 de diciembre, un grupo de personas detonó más carros bomba en el Centro de Readaptación Social (CERESO) del municipio, ello para presuntamente intentar liberar a José Antonio Maldonado Mejía, “El Michoacano”, quien se encontraba preso en el penal.
Por ello, se desplegó un operativo de la Secretaría de la Defensa de la Nación (Sedena) que tuvo como resultado la desactivación de 250 minas en Michoacán.
- Asimismo, los drones ya comenzaron a tener presencia en este tipo de ataques. En mayo de 2021 se difundieron, a través de redes sociales, algunos videos que indican un ataque coordinado con explosivos lanzados desde drones en Tepalcatepec, Michoacán.
- De acuerdo con las primeras líneas de investigación, se trató de un ataque promovido presuntamente por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra miembros de la Policía Comunitaria del municipio.
Violencia detona terror
Este año no ha sido la excepción en este tipo de atentados. Durante la noche del 28 de junio, elementos de la Guardia Nacional (GN) fueron víctimas de un ataque con un coche bomba. Para que los elementos cayeran en la trampa, una llamada anónima denunció la presencia de un vehículo, cuyo interior supuestamente tenía cadáveres.
Cuando los uniformados abrieron la puerta del carro, el mecanismo interno accionó el explosivo y mató a un Guardia; además, dejó a otros elementos heridos. Por estos hechos, el 4 de julio, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato capturó a José Ángel “N”, presento responsable del ataque.
- Finalmente, está el atentado ocurrido el martes 11 de julio en Tlajomulco, Jalisco, que dejó seis muertos y 14 heridos tras la explosión de siete minas terrestres. Al respecto, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, calificó el acto como de “terror brutal”; además, señaló que el atentado está relacionado con el narcotráfico, pero sin mencionar a un cártel criminal específico.
- A partir de las declaraciones de Alfaro —y de otras más— que hacen referencia a la unidad de efecto que producen estos atentados: “terror”, algunos funcionarios, como la senadora Lilly Téllez, han planteado la posibilidad de calificar a los grupos criminales mexicanos como “terroristas” o “narcoterroristas”; sin embargo, la connotación política o histórica impiden este cometido.
La detección y combate al terrorismo es una tarea global, donde la ambigüedad del término varía de Estado en Estado. El Consejo de Europa reconoce esta falta de definición y puntualiza que “la ONU ha sido incapaz de adoptar una convención contra el terrorismo”.
Ataques con artefactos explosivos van en aumento
Los ataques con artefactos explosivos van en aumento en México. En menos de tres semanas, en el país ha habido tres episodios de violencia vinculada al uso de explosivos.
Se trata de eventos que ha dejado personas fallecidas y varios heridos en el país donde las autoridades niega que se trate de eventos para causar terror en la gente.
- En Guanajuato un “cochebomba” explotó la noche del miércoles 28 de junio cuando elementos de la Guardia Nacional recibieron una denuncia anónima en la que les indicaron de un vehículo abandonado en la comunidad Sauz Villaseñor en el municipio de Celaya. Mientras los guardias realizaban la inspección, el vehículo estalló. El saldo fue un elemento muerto y nueve más heridos.
- Días después, en Teocaltiche, Jalisco fue ubicado un “coche bomba”. El 5 de julio, la Secretaría de la Defensa Nacional informó que en un enfrentamiento con presuntos miembros del crimen organizado se decomisaron vehículos, un arma de fuego y cuatro artefactos explosivos, algunos de los mecanismos estaban ubicados en la parte inferior de uno de los automotores.
En Jalisco, de nuevo se registró un episodio de violencia. Siete elementos de seguridad murieron luego de que se registró una explosión en minas terrestres, que, a decir del gobernador de la entidad, Enrique Alfaro, se trató “de una trampa”.
- Pero a pesar de estos episodios, las autoridades no hablan de ellos como «terrorismo». El presidente Andrés Manuel López Obrador evitó referirse a si estos actos son «terrorismo», pero reconoció que hay una escalada en el uso de artefactos explosivos.
“Es una forma de agresión que se utiliza. Constantemente, estamos confiscando explosivos, constantemente en toda esa zona: en Michoacán, en Jalisco, en Guanajuato”, dijo en su conferencia del 13 de julio.
Expertos en seguridad pública consultados por Expansión Política advierten que México está ante una incremento en el nivel de violencia, sin embargo, sostienen que aún no se puede hablar de «terrorismo».
“Una de las razones por las que esto no puede ser ‘terrorismo’ es porque no hay sistematicidad. Si sumamos toda la guerra contra el narcotráfico, 17 años, hay muchos incidentes como el granadazo de Michoacán o por ejemplo en Tepalcatepec, el uso de explosivos en que utilizaban municiones y drones, pero no es algo que esté articulado de forma coherente en una campaña. No es como Irak que había dos o tres explosivos diarios en todo el país”, explica Víctor Antonio Hernández, coordinador del diplomado en Seguridad Nacional de la Ibero Puebla y miembro del Centro de Análisis e Investigación sobre Paz, Seguridad y Desarrollo Olof Palme y de la Red Nacional de Inteligencia.
¿Qué es el terrorismo y cuál es la situación en México?
Al respecto, la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando se pronuncia sobre el terrorismo, refiere que son “actos delictivos concebidos o planeados para provocar un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o en determinadas personas que son injustificables en todas las circunstancias, cualesquiera que sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra índole que se hagan valer para justificarlos”.
- En contraste, los atentados perpetrados con explosivos por el crimen organizado, se caracterizan por tener finalidades estratégicas, pues están enfocados al debilitamiento de grupos rivales, autodefensas o las Fuerzas Armadas (FF. AA.) dedicadas a combatir el narcotráfico.
- Esto no es muy diferente a las acciones que en su día perpetraban terroristas como ETA, en España, o el IRA, en el Ulster, que reivindicaban la independencia del País Vasco y la reunificación política de la isla de Irlanda. Al Qaeda lo hizo apuntando a represalias hacia los países occidentales que participaron en las invasiones de Irak y Afganistán.
En México ‘no hay terrorismo’ (aún)
A diferencia de lo que sucede en México, estas organizaciones terroristas y otras más fueron y son perseguidas por los organismos tradicionales al ser considerados sus actos como terrorismo.
- Esto implica desde la intervención de cuentas bancarias como una persecución internacional por parte de las fuerzas de seguridad de los diferentes países y del Pacto Mundial de Coordinación de la Lucha Antiterrorista de las Naciones Unidas.
- Para esclarecer el panorama del ejercicio de este tipo de violencia en México, Publimetro consultó a Javier Oliva Posada, doctor en Ciencia Política de la UNAM quien se ha especializado en temas de seguridad. A la luz de la sofisticación en el uso de explosivos en ataques, el doctor Oliva aclaró que en México no hay terrorismo, esto no quiere decir que no se viva violencia y que la tecnología no esté al servicio de los criminales.
- Puntualizó que para reconocer el terrorismo como tal, debe haber factores de reivindicaciones étnicas, soberanistas o religiosas, así como factores político-ideológicos y es cosa que el narco no atiende a ninguno de esos puntos.
“En México no vivimos terrorismo”, insisten autoridades y académicos, pero mucho se parece; el clasificar a los narcotraficantes como terroristas plantea un giro al modelo de cómo se le combate, pues, “para perseguir terroristas no hay fronteras”.
Por ello reiteró la importancia de darle el significado adecuado a conceptos tan sensibles como el de terrorismo y no tomarlo a la ligera. “La diferencia entre el terrorista y el narcotraficante es que al terrorista lo mueven ideales y al delincuente lo que lo mueve es la codicia”, diferenció.
¿Cuándo es «terrorismo»?
El artículo 139 del Código Penal Federal refiere que incurre en delito de «terrorismo» aquel que utilice “sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral radiactivo, fuente de radiación o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos, o armas de fuego, o por incendio” con el objetivo de dañar a personas o bienes que produzcan alarma, temor y terror a la población.
- Las sanciones van de 15 a 40 años de prisión a quien realice actividades de terrorismo, delito clasificado contra la seguridad de la nación.
- Para expertos de Causa en Común, en México se debe reconocer que grupos criminales están recurriendo a prácticas de «terrorismo», no hacerlo, es una “negligencia criminal”.
“Es inmoral ocultar esta realidad en áreas de una simulación política con fines electorales. Es en cambio indispensable y urgente que el gobierno federal reconozca que la impunidad criminal avanza a un ritmo cada vez más acelerado y con métodos cada vez más despiadados”, es parte de la postura que fijó la organización que encabeza María Elena Morera.
- Juan Carlos Montero, especialista en seguridad y académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), considera que los actos de las últimas semanas, son muestra de que la violencia se está acentuando.
- “Estamos viendo actos más violentos. Mientras que antes aparecían muertos, ahora los vemos quemados, vemos la explosión de artefactos, vemos un secuestro masivo. Entonces se ve más violencia y causa más impactos”, refiere.
Uso conocido
Las explosiones de artefactos en México no son nuevas. El exsecretario de Seguridad Pública de Morelos, Alberto Capella, realizó en redes un recuento del uso de artefactos explosivos en México: «en los últimos 4 años han sido utilizados 1,700 artefactos explosivos en 377 ocasiones por el crimen organizado en México”.
- Michoacán en 2008 fue una de las entidades que sufrieron ataques cuando en plano 15 de septiembre y durante el Grito de Independencia, granadas estallaron en su plaza pública, dejando decenas de heridos y muertos.
- Otros eventos con explosivos se dieron en Chihuahua (2010), en Tamaulipas (2012), a los que se suman los de Guanajuato y Jalisco en este 2023.
- Sobre la cantidad de artefactos explosivos usados en México, Víctor Hernández sostiene que a pesar de que han sido varios los momentos en que se han utilizado artefactos, no se ha mantenido una “sitematicidad”, por lo que no se puede hablar de terrorismo.
“Al terrorismo se le define como el uso de la violencia para un cambio político, pero difícilmente podríamos decir que los cárteles tienen una agenda política, no son un partido político, no son, un grupo religioso que quieren poner su visión del mundo porque de entrada no existe un solo narco mexicano, son docenas de pequeñas organizaciones. Entonces hay que tener mucho cuidado de usar esa palabra porque en realidad no nos ilustra mucho”, explica.
Aunque en ocasiones los artefactos sean improvisados, para el manejo de éstos se requiere personal con conocimiento.
- “Este tipo de bombas o artefactos, no cualquiera los puede manejar, se requiere un conocimiento técnico-especializado, desertores militares o personal que tuvo experiencia en minas, sin duda se requiere conocimiento para hacer este tipo de actuaciones”, destaca Montero.
¿Para quién es el mensaje ?
Los expertos advierten que el uso de explosivos puede tener como propósito replegar a la autoridad o enviarse un mensaje entre agrupaciones rivales.
“Si lo que están tratando de herir es a personal de la Fiscalía es porque hay avances en las carpetas de investigación, a lo mejor lo que les preocupa es pisar la cárcel porque es raro que deliberadamente se ataque a una fiscalía. Normalmente sobre quién se van sobre la Policía Municipal o sobre el Ejercito”, explica Víctor Hernández.
- Montero sostiene que derivado de la lucha de Estados Unidos contra el fentanilo, se han disminuido y complicado las rutas para transportar esa sustancia, por lo que las organizaciones criminales están peleándose las rutas que quedan. Una de las maneras de afectar a los rivales es poniéndoles el pie.
“Aquí en Nuevo Laredo ha sucedido que el Cartel Jalisco, entra y ocasiona alguna masacre, algún atentado contra las autoridades y las autoridades se van contra el Cartel del Golfo y no necesariamente contra el Cártel Jalisco. Es probable que en Jalisco esté pasando algo parecido, pues resulta difícil que sea el Cartel Jalisco Nueva Generación porque al cártel Jalisco lo que necesita es tener Jalisco en paz”, considera.
Drones artillados, nueva amenaza en seguridad
Expertos en seguridad ven en los drones utilizados por los grupos criminales un nuevo reto para las autoridades, porque se trata de artefactos que cualquiera puede comprar de forma legal, y que después son modificados por personas que trabajan con las células delictivas.
- Los especialistas consideran que el fenómeno se está expandiendo. Hasta el momento el proceso de transformación sigue siendo artesanal, porque se modifica el dron con un pequeño gancho que permite, no únicamente usar la cámara, sino también soltar una carga explosiva.
- Romain Le Cour, experto senior en la organización Global Initiative (GI-TOC), señala que esta carga explosiva va evolucionando, pues inicialmente eran pequeñas y ligeras, y ahora parecen ser cargas cada vez más significativas, que dejan ver la capacidad que tienen los grupos criminales de mejorar su uso de este tipo de herramientas.
- De los 32 estados de la República Mexicana, en ocho entidades el Ejército ha asegurado drones a probables integrantes del crimen organizado. De 2019 al 12 de junio de 2023 se han incautado 25 dispositivos aéreos.
En una solicitud de información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en la que se le cuestiona el número de drones decomisados a la delincuencia organizada, la dependencia señala que el personal militar únicamente lleva a cabo aseguramientos en casos de flagrancia delictiva, en aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, así como en actividades para reducir los índices de violencia en el país.
En su respuesta, la Secretaría de la Defensa Nacional resalta que es Michoacán la entidad en la que predomina el uso de estos dispositivos, con 16 artefactos asegurados.
- Los municipios en los que se localizaron fueron Tepalcatepec, con 12; Aguililla, con dos; Apatzingán y Cotija, con uno en cada municipio; y en Baja California, con tres drones asegurados; de estos, dos en Tecate y uno en Ensenada. De 2006 a 2018, la dependencia no tiene registros.
- Le Cour subraya que “tenemos un ejemplo en Tierra Caliente de imposición de cobro de piso o de normas que regulan el trabajo de la población en el campo”.
- En este caso, agrega el especialista en seguridad, los drones son una herramienta adicional al servicio del control territorial. Primero, porque un dron puede vigilar tanto a las policías o las Fuerzas Armadas, como a grupos rivales y a la población civil en general.
El experto califica como “preocupante el uso de los drones como herramienta de ataque, que causa terror a los habitantes ocasionando el desplazamiento, además presiona a las autoridades públicas.
“Esto nos remite a la carrera armamentista que se da entre los grupos criminales y las fuerzas públicas en los últimos 15 o 20 años. Aunque las Fuerzas Armadas sigan contando con su ventaja estratégica y avance tecnológico, los grupos criminales son capaces de invertir recursos económicos para aumentar su capacidad táctica, para adquirir armas de más alto calibre, tener acceso a entrenamiento de corte militar o usar drones”. /Agencias-PUNTOporPUNTO