Urge a MÉXICO una REFORMA FISCAL ante aumento desorbitado del GASTO en OBRAS INCONCLUSAS y DÁDIVAS

Van 10 años de la última reforma fiscal que el Ejecutivo Federal, a cargo de Enrique Peña Nieto, propuso al Congreso de la Unión. En la década que ha pasado, las presiones al gasto público federal han aumentado y el dinero para cubrir todas las necesidades para la población no alcanza.

México necesita una reforma fiscal que les ayude a recaudar recursos necesarios para la inversión y el crecimiento de la economía. Los especialistas han advertido que este ajuste no puede posponerse más allá de 2024, con todo y que el próximo gobierno no use el término «reforma fiscal» para recaudar más fondos.

  • Los expertos señalan también que se tiene que disminuir el gasto discrecional para elevar los recursos que se destinan a la inversión pública para un balance sostenido de crecimiento.
  • Reducir el gasto podría implicar un recorte en áreas como la salud y algunas obras de infraestructura, a consideración de Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero en Banco Base. «Se empezarán a deteriorar más carreteras y, por lo tanto, no ayudarán a la oportunidad del nearshoring», destacó.
  • Para J.P. Morgan, las presiones fiscales que ha sufrido México en los últimos años ha sido por un crecimiento económico bajo ante la relación deuda/PIB. Para este 2023, se estima un crecimiento de 3.5% y para 2024, de 2.7%.

En los últimos meses, ante la reubicación de las inversiones que han impulsado el crecimiento del consumo y ante un aumento en el empleo formal y los salarios, el gobierno recauda más por IVA e ISR.

«La necesidad de aumentar los ingresos tiene que ver con la necesidad de no depender tanto de los impuestos especiales que muchas veces generan presión innecesaria. Lo hemos visto a partir de lo que ha pasado con el subsidio de las gasolinas y, por otro lado, la dependencia en los impuestos que han venido pagando y ajustando al alza al inicio de cada cada año como los alimentos con alto contenido calórico, cigarros y bebidas azucaradas», dijo Gabriel Lozano, economista en Jefe de J.P. Morgan para México y Centroamérica.

El banco estima que hacia lo siguientes años se puede tratar de homologar impuestos como el predial -que no es obligatorio en todos los estados.

«El impuesto predial podría favorecer en términos de recaudación local y podría darle un impulso para balancear el gasto y el ingreso local tanto a nivel municipal como a nivel estatal», añadió.

Piden a la próxima administración reforma fiscal

Especialistas en economía y políticas públicas coinciden, en colaboraciones para REFORMA, que la próxima administración federal deberá pensar en una reforma fiscal, ante el aumento del gasto en pensiones, salud y seguridad pública, entre otros rubros.

Para el próximo año, el Gobierno federal prevé incrementos en el déficit y en el endeudamiento público.

  • «Las reformas fiscales profundas siempre son bienvenidas desde una perspectiva económica-financiera, aunque son complicadas de implementar políticamente», advirtió Gerardo Esquivel, ex subgobernador del Banco de México.

«Considero, sin embargo, que sería deseable buscar fuentes alternativas de ingresos para el mediano y largo plazo», agregó.

En tanto, Alejandro Werner, ex subsecretario de Hacienda, alertó que el nuevo gobierno heredará el gasto primario más elevado de la historia, el cual presentará un crecimiento importante en pensiones. Señaló que será necesario invertir más en salud, educación y seguridad.

  • Jorge A. Chávez Presa, ex director de Infonavit, coincidió en que se requerirá un fuerte ajuste fiscal, ya que los gastos en adultos mayores, becas, Tren Maya, AIFA Dos Bocas y pensiones impulsan una dinámica de presupuesto que sólo es sostenible con un alza de ingresos.

Especialistas en economía y políticas públicas responden a las dudas y temores sobre los posibles riesgos para el País, a partir de las previsiones oficiales para el próximo año.

Gerardo Esquivel, ex subgobernador del Banco de México, descarta un problema de sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo, mientras que Alejandro Werner, ex subsecretario de Hacienda; Jorge A. Chávez Presa, ex director de Infonavit, y Jorge Suárez Vélez, analista económico y político, advierten amenazas por el aumento en el déficit y la deuda pública para 2024.

Consideran que estos incrementos son innecesarios y dejan vulnerable al País ante cualquier perturbación interna o externa.

  • Gerardo Esquivel. Según el Paquete Económico 2024, se estima que el déficit presupuestario crecerá de 3.3% del PIB en 2023 a 4.9% en 2024. Este comportamiento fiscal es indudablemente más laxo de lo observado en años previos, ya que entre 2019 y 2022 el déficit promedio había sido únicamente de 2.6% del PIB. El aumento previsto en el déficit resulta de una expectativa de menores ingresos (-0.4% del PIB) y de mayores egresos (+1.2% del PIB).

Así, el mayor déficit previsto producirá un ligero aumento de la deuda pública en México, la cual llegará a ser 48.8% del PIB en 2024. Como se puede ver, incluso después del aumento del déficit propuesto para 2024, la deuda pública aún se mantendría en niveles razonables, ya que seguiría siendo de las más bajas dentro de América Latina y el aumento de los últimos años habría sido relativamente bajo (era 43.6% al cierre de 2018). Por ello, no considero que el déficit propuesto genere un problema de sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo.

  • Alejandro Werner. El aumento del déficit y del gasto es un error, sin embargo, no ubica a las finanzas públicas al borde del caos. Estos incrementos son innecesarios, pues la economía crece a tasas saludables y nos encontramos en pleno empleo. Este error no nos pone cerca de una crisis porque la deuda pública nacional no es elevada al compararla con la de otros mercados emergentes como Brasil, Colombia e Indonesia.

Asimismo, el financiamiento del aumento del déficit público podrá manejarse adecuadamente. Las Afores recibirán aportaciones mayores a las de este año como resultado de la reforma pensionaria realizada en 2020 y una fracción importante de estas se invertirán en títulos públicos.

Asimismo, el fisco cuenta con espacio para aumentar la deuda externa, tanto con inversionistas privados como con organismos multilaterales de crédito. Finalmente, las principales agencias calificadoras mantienen el grado de inversión para nuestra deuda soberana y el riesgo país es moderado y no ha aumentado.

  • Jorge A. Chávez Presa. La fuerte expansión fiscal para 2024 debilita a la estabilidad macroeconómica, en un contexto donde Banxico ha decidido bajar la inflación. Esto tan sólo ya es un riesgo más, independientemente de quedar vulnerables ante cualquier perturbación interna o externa.

El déficit del 5.4 por ciento y el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros de 48.8 por ciento del PIB para el Sector Público Federal en su conjunto1, suponen que la economía mexicana crezca 3 por ciento anual y las tasas de interés disminuyan.

El gobierno federal, comparado con otros países de la OCDE, recibió en Ley de Ingresos una aprobación de un endeudamiento por un billón 906 mil millones de pesos equivalente al 5.7 por ciento del PIB, el cual va en su mayoría a cubrir nuevo gasto recurrente sin respaldo de ingresos recurrentes, contrario a lo que manda la Constitución.

Una década desde la última reforma fiscal

De acuerdo con El Economista, van 10 años de la última reforma fiscal que el Ejecutivo Federal, a cargo de Enrique Peña Nieto, propuso al Congreso de la Unión. En la década que ha pasado, las presiones al gasto público federal han aumentado y el dinero para cubrir todas las necesidades para la población no alcanza.

Expertos en finanzas públicas entrevistados por El Economista coincidieron en que la próxima administración federal, gane quien gane, de derecha o de izquierda, debe realizar una reforma tributaria de fondo.

Si bien faltan menos de 13 meses para que este sexenio termine, la posibilidad de hacer una reforma hacendaria quedó enterrada años atrás por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

  • Jorge Cano, investigador de Finanzas Públicas en México Evalúa, dijo que existe una presión muy fuerte en el gasto, particularmente para pagar las pensiones del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE y las del Bienestar, por ello se tienen que pensar en nuevos mecanismos para mejorar la recaudación, si no habrá recortes al gasto en educación, salud, seguridad, deporte, cultura, entre otros, “lo que no es factible en un país que tiene tantas necesidades”.

El investigador comentó que una propuesta sería la revisión de la tasa cero del Impuesto al Valor Agregado (IVA) porque es regresiva, es decir las personas de mayores ingresos son las que consumen más y son las beneficiadas.

  • Cano explicó que hay que matizar como puede existir una transición hacia el cobro efectivo del IVA en alimentos y medicinas; podría ser que existan devoluciones inmediatas del impuesto a personas de menores ingresos. Esto conllevaría a que las personas realicen declaraciones fiscales y dependiendo del nivel de ingresos se haga el regreso del impuesto pagado.
  • Manuel Guadarrama, coordinador de Finanzas Públicas en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), declaró que como sociedad “tenemos que pensar en una reforma fiscal profunda, puede ser en un sólo bloque o una serie de reformas, pero que finalmente sí se vaya cambiando de fondo la estructura financiera que actualmente tiene el gobierno”.

El integrante del IMCO detalló que la situación en las finanzas públicas será muy marcada para la siguiente administración porque el actual gobierno acabó con los ahorros que se tenían en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios y del Fondo de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas.

La reforma, sugirió Guadarrama, no sólo tendría que estar focalizada para grandes contribuyentes, sino también que contenga justicia fiscal porque “hay que pensar la distribución que se tiene de carga impositiva en algunos deciles de ingresos”.

  • Guadarrama también dijo que se tiene que revisar la coordinación fiscal de la Federación con las entidades federativas porque las reglas han quedado obsoletas. Además de que los gobiernos estatales tienen que disminuir su dependencia a los recursos transferidos por parte de la federación.
  • Alejandra Macías Sánchez, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupustaria (CIEP), comentó que la reforma hacendaria no necesariamente implica aumentar los impuestos, también se pueden revisar gastos fiscales, el diseño de los rangos del ISR, las tasas efectivas de las empresas, así como incentivos fiscales. A nivel estatal se podría revisar la Tenencia y el Predial.

“Los estados deben de entender que tienen que fortalecer sus ingresos propios y en este sentido van los cambios en Tenencia y Predial y no van solos, sino que debe de haber una marco federal para poder actuar”, afirmó.

  • Laura Grajeda Trejo, presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), declaró que la reforma fiscal no tienen que esperar hasta el cambio de gobierno, pero una vez que se presente, se tendría que beneficiar a los empleadores y a los trabajadores con el pago del subsidio al trabajo porque es una tarifa que no se ha actualizado en muchos años.

Agregó que se tendría que promover la deducción inmediata para la inversión de activos fijos, así como que los medicamentos sean deducibles, sobre todo en este contexto de desabasto. Actualmente, sólo los medicamentos incluidos en las facturas por hospitalización se pueden deducir.

Además se debe proponer que el padrón de contribuyentes siga creciendo debido a que “hay mucha informalidad en el país. Existen personas que no contribuyen al gasto público y 49% (de la recaudación tributaria) recae en 12,000 grandes contribuyentes”./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario