México enfrenta un doble desafío con el talento de su población joven. El sistema educativo no logra que las personas desarrollen suficientes habilidades y el mercado laboral no las aprovecha. Con ello, México pierde una oportunidad de oro para el desarrollo social y económico.
- Según el reporte Education at a Glance que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó hace unos días, 46% de los adultos jóvenes mexicanos de entre 25 y 34 años no completó la preparatoria. El promedio de jóvenes sin este nivel educativo entre los países de la OCDE es de 15%, casi tres veces menor que en nuestro país.
El desarrollo del capital humano, entendido como las habilidades y capacidades de las personas, comienza desde el sistema educativo. La OCDE considera que la preparatoria, o su equivalente, se ha vuelto el requisito mínimo para tener las habilidades necesarias para ser exitoso en las economías y sociedades modernas. Por eso preocupa que casi la mitad de los jóvenes mexicanos deje de estudiar antes de terminarla. A ellos les será más difícil encontrar trabajos mejor remunerados, según el mismo estudio.
- La educación también sirve como una señal para que los empleadores identifiquen a trabajadores con las habilidades que necesitan para sus vacantes. Para que el capital humano se traduzca en beneficios económicos y sociales, las empresas deben encontrar a personas que puedan usar sus capacidades para ser más productivos en sus empleos.
- La primera barrera para sacar provecho del capital humano de los jóvenes ocurre cuando las personas terminan su educación y no encuentran trabajo. Por ejemplo, México tiene una de las tasas más altas de jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan. En promedio, 15% de los jóvenes de los países de la OCDE se encuentra en esta situación. Para los mexicanos, esta cifra es 23%, lo que equivale a que casi una de cada cuatro personas de esa edad no aproveche sus habilidades.
La mayoría de los países de la OCDE tienen niveles más altos de desarrollo social y económico, así como menores desigualdades. La brecha que existe dentro de México entre la región geográfica con la proporción más alta de personas que no terminan la preparatoria y la región con la tasa más baja es de más de 30 puntos porcentuales. Por otra parte, entre los jóvenes de 18 a 24 años, 12% de los hombres no trabaja ni estudia, en comparación con 34% de las mujeres. Atender estas desigualdades es un reto adicional para México.
El desafío de desarrollar y aprovechar el capital humano involucra a las escuelas y las empresas, así que las soluciones también requieren de ambos. Las empresas deben identificar las habilidades que requieren y los sistemas educativos deben apoyar a las personas para que las desarrollen. Para lograr sinergias, es fundamental construir un diálogo cercano entre empleadores e instituciones escolares locales, especialmente en la educación tecnológica y técnica.
- Los gobiernos estatales y municipales pueden servir de intermediarios entre ambos sectores. Ellos pueden solicitar a la Secretaría de Educación Pública modificaciones para proponer planes de estudio orientados por la demanda laboral y ajustados a las necesidades locales. Existen casos de éxito como la educación media superior técnica en Chihuahua y Nuevo León, y las universidades en Querétaro y la industria aeroespacial.
Cuando las personas encuentran buenos empleos y las empresas tienen trabajadores productivos, no sólo se benefician ellos: gana el desarrollo de todo el país.
Jóvenes no trabajaron ni estudiaron durante la pandemia
En México, el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan, también conocidos como ninis, alcanzó 23.3 por ciento de esta población, durante el primer año de la pandemia, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
- Según el reporte Panorama de la educación 2021, elaborado por la OCDE, en México, el porcentaje de ninis en 2019 era de 21.5 por ciento y aumentó a 23.3 por ciento en 2020.
- Con ello, nuestro país pasó del quinto al cuarto lugar, entre las naciones integrantes y socios del organismo con más jóvenes en esa situación.
Casi una cuarta parte de los jóvenes en México quienes deberían estudiar o tener un empleo, no lo hace, una de las mayores proporciones, sólo después de Sudáfrica, Colombia e Italia.
“La situación económica de los jóvenes en México ya era dramática antes de la pandemia, pero ahora es terrible, el mercado laboral ofrece muy malas oportunidades para la mayoría y la política pública no está resolviendo sus problemas y necesidades”, comentó Miguel Calderón, investigador de la Universidad Iberoamericana.
- María Ayala, investigadora de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, dijo que los jóvenes no contaron con programas de apoyo durante la pandemia.
- Agregó que, si bien, el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro garantiza un ingreso temporal, la tendencia de mayor precariedad y pobreza en la juventud no se va a revertir si no se crean empleos de calidad para ellos.
- En los países de la OCDE, en promedio, el porcentaje de los jóvenes en ese rango de edad que no estudian ni trabajan aumentó de 14.4 por ciento en 2019 a 16.1 por ciento en 2020.
Refirió que, en 2021, la propagación del COVID-19 todavía impide el acceso a la educación presencial, lo cual va a seguir alentando la deserción escolar, y ante la falta de oportunidades laborales aumentarán los ninis./Agencias-PUNTOporPUTNO
Documento íntegro:
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