El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un llamado a los países que gestionan importantes niveles de deuda, a que diseñen cuidadosamente sus políticas de ajuste fiscal, de manera que puedan proteger al crecimiento, a los hogares vulnerables mientras reducen sus pasivos.
- Por el contrario, cuando los ajustes fiscales no están calibrados, provocan grandes pérdidas en la producción a medida que cae la demanda agregada; pues tendrían el potencial de afectar a los grupos vulnerables y conducir a una mayor desigualdad.
- Pese a advertir que la deuda mundial es probablemente mucho mayor a lo que está documentado y que sería necesario desarrollar estrategias de profunda consolidación fiscal para estabilizarla, subrayaron que se tienen que diseñar con mucho cuidado los ajustes presupuestales.
- Al interior del primer capítulo del Fiscal Monitor, que lleva por título Putting a lid on public debt (Frenando a la deuda pública), estimaron que la deuda mundial rondará los 100,0 00 millones de dólares este año.
Se trata de un nivel no visto en la historia, que puede ser incluso mayor, como ha sucedido en el pasado, resulta que hay pasivos contingentes no documentados, subrayaron.
Para enfrentar el impacto de la pandemia de Covid-19, los países se endeudaron de manera simultánea, aunque no en la misma proporción, lo que está generalizando el riesgo de la consolidación fiscal.
- Para ponderar el tamaño del endeudamiento mundial, indicaron que sería insuficiente aplicar ajustes fiscales equivalentes a 1% del PIB anual, durante los próximos seis años, hasta el 2029.
- En el capítulo analítico del reporte, que suele ser una radiografía de la situación fiscal de cada país miembro, como México, agregaron que “una deuda elevada y la falta de planes fiscales creíbles para estabilizarla, puede desencadenar una reacción adversa del mercado”.
- De presentarse una turbulencia financiera, consecuencia de una mayor deuda y planes de ajuste fiscal poco realistas, el margen de maniobra para actuar por parte de las autoridades, sería limitado.
El capítulo fue divulgado a una semana de que inicien las Reuniones Anuales de la membresía del FMI y el Banco Mundial, que este año se realizarán en la sede de los organismos, en Washington, D.C.
Crece la deuda pública de América Latina
La deuda pública de los países de América Latina y el Caribe creció durante la pandemia covid-19 y pasó de los cuatro billones (millones de millones) de dólares, registró la ONU Comercio y Desarrollo (Unctad), en un panel de control de esas acreencias que ha divulgado en septiembre pasado.
- Los niveles de deuda aumentaron desde el inicio de la pandemia en 2020, ya que los países respondieron para fortalecer los sistemas de salud pública, apoyar a las familias y proteger la estructura productiva, lo que llevó a déficits fiscales récord.
Ya en la década anterior, el fin del superciclo de las materias primas -cuya exportación masiva favoreció a las economías de la región- y la desaceleración del crecimiento, junto con déficits fiscales elevados y persistentes, dieron lugar a un aumento constante de los niveles de deuda pública regional.
- La deuda pública en la región aumentó así de 2,44 billones de dólares en 2010 a 3,52 billones en 2019, y al cierre de 2022 alcanzó a 4,01 billones. Los mayores deudores son Brasil, con 1,84 billones, y México, con 950 000 millones de dólares.
- La deuda pública se refiere a la deuda interna y externa del gobierno general, éste formado por los gobiernos central, estadales y locales, y los fondos de seguridad social controlados por esas unidades.
- El incremento fue un patrón generalizado y, en 2022, 19 de 33 países de la región tenían niveles de deuda pública equivalentes a 60 % del producto interno bruto (PIB) o más, en comparación con solo nueve países en 2010.
De ellos, 12 registraron un nivel de endeudamiento de 80 % del PIB o más, en comparación con cinco en 2010. Los mayores aumentos durante el período 2010-2022 se observaron en Venezuela, Suriname, Bahamas, Bolivia y Argentina.
En contraste con la tendencia general en la región, los niveles de deuda pública cayeron en Belice, Granada, Guyana, Jamaica y Saint Kitts y Nevis. Los dos últimos países implementaron grandes consolidaciones fiscales en el contexto de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
- La deuda externa, señala el instrumento de la Unctad, es una fuente cada vez más importante de financiamiento para las operaciones gubernamentales en algunos países de América Latina y el Caribe
- En la mitad de los países, la deuda externa ha crecido, de 17,5 % a 30,3 % del PIB entre 2010 y 2021, y ese aumento ha supuesto una mayor carga para los ingresos de divisas por exportaciones.
En la mitad de los países, la relación entre deuda pública externa y exportaciones aumentó durante ese período, de 74 a 114,3 %. Ese empeoramiento de la tendencia advierte de que los países enfrentan desafíos cada vez mayores para cumplir con sus obligaciones financieras externas con su capacidad exportadora actual.
- Además, la proporción de deuda pública en manos de acreedores no residentes, que incluye a los tenedores de deuda en moneda nacional, aumentó en la región durante la última década, de 23,4 % en 2010 a 32,5 % en 2021.
La proporción de acreedores no residentes aumentó marcadamente durante el período en Chile, Colombia y Paraguay, cada uno con un aumento de más de 20 puntos porcentuales. Los tres países solicitaron préstamos activamente en los mercados financieros internacionales durante ese período.
- Otros países que también hicieron un uso extensivo de los mercados internacionales de bonos, como Perú, registraron pocos cambios, ya que la emisión de deuda interna también aumentó. En cambio, la proporción de deuda pública externa disminuyó marcadamente en Guatemala y México.
- A pesar de estas tendencias generales, la proporción de acreedores externos en la mayoría de los países de la región se encuentra por encima de los parámetros de vulnerabilidad de alerta temprana del FMI (dentro de un rango de 20 a 60%).
Se destacan la República Dominicana y Paraguay, con una proporción de no residentes de 74 y 89 %, respectivamente.
- Los tenedores de bonos privados son los acreedores externos más importantes de América Latina y el Caribe, pues el predominio de los prestamistas multilaterales y bilaterales se erosionó rápidamente en la década de 2010, a medida que la deuda pública externa se concentraba cada vez más en manos de acreedores privados.
La proporción de acreedores multilaterales y bilaterales cayó de un máximo de 33 % en 2010 -tras la crisis económica y financiera mundial de 2008-2009- a 26% en 2021.
La porción de deuda pública externa en manos de acreedores privados es mayor en América Latina que en el conjunto de todas las economías en desarrollo.
- La importancia relativamente mayor de los tenedores de bonos de deuda externa es evidente en muchos países: representan más de la mitad de la deuda externa pública total en Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú y República Dominicana.
- Los prestamistas multilaterales y bilaterales siguen siendo acreedores importantes para países con acceso limitado a los mercados financieros internacionales, como Bolivia, Haití, Honduras y Nicaragua.
El aumento de los pagos de intereses por la deuda desplaza cada vez más los recursos internos disponibles para la inversión pública y el gasto social. En varios países de la región esos pagos superan el gasto público en salud, educación e inversión.
- Puede ser el indicador más claro del sufrimiento del desarrollo causado por los altos niveles de servicio de la deuda, observa la Unctad, hasta el año pasado denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
- En 2021, los gastos públicos destinados al pago de intereses superaron al de educación en Bahamas, Jamaica y Trinidad y Tobago, y equivalieron a 60 % o más del gasto en educación en muchos otros países.
- Resultados similares se observan en comparación con el gasto en atención de la salud, donde las proporciones superan el 100 % en Barbados, República Dominicana, Honduras, Jamaica y Trinidad y Tobago.
Más de la mitad de la población de América Latina y el Caribe, 351 millones de personas, vive en países que gastan más en intereses que en salud.
Los pagos de intereses, en relación con la inversión pública –adquisición de activos fijos- son elevados en muchos países, y particularmente en Brasil y Costa Rica.
- En conjunto, estas tendencias están llamadas a exacerbar la dinámica de la deuda e intensificar los desafíos de desarrollo para los países de América Latina y el Caribe en un momento crítico, asienta el panel de control de la Unctad.
Los países más pobres son también los más endeudado
Los 26 países más pobres del mundo, donde vive el 40% de las personas más afectadas por la pobreza, están más endeudados que en ningún otro momento desde 2006 y son cada vez más vulnerables a las catástrofes naturales y otras perturbaciones, mostró el domingo un nuevo informe del Banco Mundial.
- El informe concluye que estas economías son hoy más pobres en promedio de lo que eran en vísperas de la pandemia de Covid-19, incluso cuando el resto del mundo se ha recuperado en gran medida de las consecuencias del Covid y ha reanudado su trayectoria de crecimiento.
- Publicado una semana antes de que comiencen en Washington las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el informe confirma un importante retroceso en los esfuerzos por erradicar la pobreza extrema y subraya los esfuerzos del Banco Mundial por recaudar 100,000 millones de dólares este año para reponer su fondo de financiación para los países más pobres del mundo, la Asociación Internacional de Fomento (AIF).
- Las 26 economías más pobres estudiadas, cuya renta per cápita anual es inferior a 1.145 dólares, dependen cada vez más de las donaciones de la AIF y de los préstamos a tasas de interés casi nulas, ya que la financiación del mercado se ha agotado en gran medida, según el Banco Mundial.
Su ratio deuda/PIB promedio del 72% es el más alto de los últimos 18 años y la mitad del grupo se encuentra en dificultades de endeudamiento o en alto riesgo de padecerlas.
- Dos tercios de los 26 países más pobres están inmersos en conflictos armados o tienen dificultades para mantener el orden debido a la fragilidad institucional y social, que inhibe la inversión extranjera, y casi todos exportan materias primas, lo que les expone a frecuentes ciclos de auge y caída, según el informe.
«En una época en la que gran parte del mundo simplemente se alejaba de los países más pobres, la AIF ha sido su salvavidas», dijo en un comunicado Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial.
«En los últimos cinco años, ha volcado la mayor parte de sus recursos financieros en las 26 economías de renta baja, manteniéndolas a flote durante los reveses históricos que sufrieron».
La AIF se repone normalmente cada tres años con aportaciones de los países accionistas del Banco Mundial.
- En 2021 recaudó la cifra récord de 93,000 millones de dólares, y el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, aspira a superarla con más de 100,000 millones de dólares en compromisos antes del 6 de diciembre.
- Las catástrofes naturales también han cobrado un mayor número de víctimas en estos países durante la última década.
- Entre 2011 y 2023, los desastres naturales se asociaron a pérdidas anuales promedio del 2% del PIB, cinco veces el promedio entre los países de renta media-baja, lo que apunta a la necesidad de una inversión mucho mayor, según el Banco Mundial.
El informe también recomienda que estas economías, que cuentan con amplios sectores informales que operan al margen de sus sistemas fiscales, hagan más para ayudarse a sí mismas.
Esto incluye mejorar la recaudación de impuestos, simplificando el registro de contribuyentes y la administración tributaria y mejorando la eficiencia del gasto público./PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro en el Enlace:
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