TENSIÓN en MEDIO ORIENTE y el NORTE de ÁFRICA deja MILLONES de Migrantes y Desplazados Internos

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dio a conocer el pasado octubre que el número de personas desplazadas por la guerra, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo probablemente superó los 114 millones a finales de septiembre de 2023.

La complicada y triste historia del pueblo palestino en los dos últimos siglos está íntimamente ligada al fenómeno migratorio. Hablamos de una población de unos 14 millones de personas, de las cuales, según un informe del Centro Árabe de Washington DC , tan solo la vive en el territorio de la Palestina mitad histórica (3,2 millones en Cisjordania; 2,1 millones en la Franja de Gaza y 1,7 millones en el actual territorio del Estado de Israel).

  • Así, gran parte de la diáspora se encuentra repartida entre Líbano, Jordania y Siria (en torno a 3,5 millones de personas, la mayoría de ellas viviendo en campos de refugiados) y los países del Golfo, mientras que el resto –unas 750 000 personas– viven repartidas entre Europa (notablemente Reino Unido y Alemania), Estados Unidos y América Latina (sobre todo Chile, que alberga una población de unos 500 000 ciudadanos de origen palestino).
  • Pese a que la migración siempre conlleve un determinado componente de decisión personal, no son menos relevantes las condiciones estructurales imperantes en cada contexto a la hora de establecer tanto el tipo de movilidad como el destino de la misma. Esto último se hace aún más evidente en el caso palestino, pues las grandes oleadas migratorias experimentadas por su pueblo han venido siempre aceleradas por los graves acontecimientos que se han producido en la región de Oriente Próximo.

El punto de inflexión en esta historia es sin duda la Nakba –catástrofe en árabe– fechada el 15 de mayo de 1948, día en el que el movimiento sionista declaró la creación del Estado de Israel.

  • Hasta el inicio de la colonización sionista de la región, la emigración palestina se había producido por razones principalmente económicas, si bien la influencia de los dos imperios que controlaron su territorio en el siglo XIX y comienzos del XX, es decir, los imperios otomano y británico, también fue relevante al desposeer y reprimir a una población que, en parte, optó por la migración como respuesta. El inicio de la presencia palestina en los países árabes y, sobre todo, en América Latina data de entonces.

Desplazamiento y migración forzosa tras la catástrofe

  • Tras la Nakba , sin embargo, las circunstancias cambiaron, adoptando la movilidad de los palestinos un carácter inequívoco de migración forzada. Según UNRWA , la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo, estos refugiados en Oriente Medio ascienden a casi 6 millones de personas y es la situación de refugio más prolongada de la historia: 75 años.

Para hacernos una idea de la magnitud del fenómeno, dos tercios de la población gazatí están constituidas por refugiados antes residentes en el territorio bajo actual dominio israelí.

  • La puesta en marcha del Estado sionista a mediados del siglo pasado dividió a familias, cercó comunidades en pequeños bantustanes (o guetos) y expulsó a numerosos habitantes de sus lugares de residencia. Por su parte, quienes se quedaron en el territorio colonizado por Israel también fueron objeto de represión y hostigamiento racial lo que, a la larga, hizo que muchos acabasen emigrando en busca de unas mejores condiciones.

En cualquier caso, la configuración demográfica actual deriva sobre todo el avance de Israel en el control regional impulsado por las conquistas producidas a raíz de la Guerra de los seis días (1967), que terminaron por concentrar a la población residente en el actual territorio palestino. conformado por el minúsculo espacio de la Franja de Gaza, uno de los más densamente poblados del mundo, y la atomizada Cisjordania.

Quienes huyen al Líbano, Siria o Jordania viven en condiciones extremadamente precarias al residir, en su mayoría, en campamentos de refugiados gestionados por UNRWA y sin posibilidades de trabajar y rehacer sus vidas en unos Estados que se niegan a absorber una población que no consideran suya.

En Gaza, el desplazamiento aterra más que los ataques

Miles de palestinos en el norte de la Franja de Gaza han sido desplazados por el avivado conflicto entre la milicia palestina Hamás e Israel. Ahora, a más de un millón de personas les queda menos de 24 horas para dejar el norte del enclave por advertencia israelí.

  • El norte de la casi desecha ciudad de Gaza ha sido el blanco de los misiles israelíes, en una respuesta contundente ante el ataque de Hamás del 7 de octubre. El número de muertos y heridos, alrededor de 10.000 de manera combinada, sigue aumentando.
  • Desesperados por la última advertencia de Israel, miles de palestinos tomaron sus pertenencias y emprendieron un viaje al sur de Gaza. Vehículos repletos de personas y sus enceres atraviesan la caótica ciudad.

Los cadáveres siguen llegando a los hospitales al norte del enclave gazatí. Los palestinos con familiares desaparecidos los buscan entre los cuerpos que yacen sobre la calle, en los exteriores de centros de salud. Muchos tendrán que abandonar a los suyos, en busca de un futuro incierto en el sur, donde también han llegado ataques aéreos.

El número de desplazados por la guerra y la violencia alcanzó los 114 millones

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dio a conocer el pasado octubre que el número de personas desplazadas por la guerra, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo probablemente superó los 114 millones a finales de septiembre de 2023.

  • El organismo indicó que los principales impulsores del desplazamiento forzado en el primer semestre del año fueron la guerra en Ucrania y los conflictos en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar; una combinación de sequía, inundaciones e inseguridad en Somalia; y una prolongada crisis humanitaria en Afganistán, según el Informe de Tendencias de Medio Año.

«El mundo se centra ahora, con razón, en la catástrofe humanitaria de Gaza. Pero en todo el mundo hay demasiados conflictos que proliferan o se intensifican, destrozando vidas inocentes y desarraigando a la gente», declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

«La incapacidad de la comunidad internacional para resolver conflictos o prevenir otros nuevos está provocando desplazamientos y miseria. Debemos mirar hacia dentro, trabajar juntos para poner fin a los conflictos y permitir que los refugiados y otras personas desplazadas regresen a sus hogares o reinicien sus vidas», declaró Filippo Grandi.

  • Según el informe, a finales de junio había 110 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, 1,6 millones más que a finales de 2022. Más de la mitad de las personas que se ven obligadas a huir nunca cruzan una frontera internacional.
  • En los tres meses que van de junio a finales de septiembre, ACNUR calcula que el número de desplazados forzosos aumentó en 4 millones, lo que eleva el total a 114 millones.
  • El conflicto en Oriente Medio estalló el 7 de octubre, más allá del periodo cubierto por este informe, que por tanto no tiene en cuenta sus consecuencias en términos de desplazamientos humanos.

«Mientras vemos cómo se desarrollan los acontecimientos en Gaza, Sudán y más allá, la perspectiva de paz y soluciones para los refugiados y otras poblaciones desplazadas puede parecer lejana», añadió Grandi. «Pero no podemos rendirnos. Con nuestros socios seguiremos presionando para encontrar soluciones para los refugiados».

Los países de renta baja y media acogen al 75% de los refugiados y otras personas necesitadas de protección internacional. A nivel mundial, en los seis primeros meses se presentaron 1,6 millones de nuevas solicitudes individuales de asilo, la mayor cifra jamás registrada.

Se registraron algo más de 404.000 retornos de refugiados, más del doble que en el mismo periodo de 2022, aunque muchos no se produjeron en condiciones seguras.

  • Casi 2,7 millones de desplazados internos regresaron a sus hogares durante el mismo periodo, más del doble que en el primer semestre de 2022. El número de refugiados reasentados aumentó.

Muertes y los desplazamientos de la población civil continúan en Sudán

En octubre de 2023, se cumplió seis meses desde el inicio de la escalada del conflicto entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF), que ha provocado la muerte de al menos 5.000 civiles, heridas a más de 12.000, y el desplazamiento forzoso de más de 5,7 millones de personas, Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, ha declarado:

“Cada día hay muertes y desplazamientos de la población civil de Sudán mientras el conflicto continúa haciendo estragos. En los últimos seis meses, innumerables vidas han quedado destruidas inútilmente.

  • La escalada de violencia en abril de 2023 se produjo tras semanas de tensiones entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido —que derrocaron conjuntamente el gobierno de transición de Sudán en octubre de 2021— por la reforma de las fuerzas de seguridad durante las negociaciones para un nuevo gobierno de transición.
  • En un informe publicado en agosto, Amnistía Internacional reveló que ambas fuerzas estaban cometiendo crímenes de guerra generalizados en el conflicto. El informe, titulado ‘Death Came To Our Home’: War Crimes and Civilian Suffering In Sudan, documentaba víctimas civiles a gran escala en ataques tanto deliberados como indiscriminado de las partes combatientes.

Asimismo, detallaba actos de violencia sexual contra mujeres y niñas, ataques selectivos contra bienes de carácter civil como hospitales e iglesias, y saqueos generalizados.

La guerra convierte a Sudán en el país con más desplazados internos del mundo

Tan solo dos semanas después de que estallara la guerra en Sudán entre el Ejército regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, el pasado 15 de abril, la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) ya advertía de que los intensos combates estaban obligando a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

Pasado un mes y medio de hostilidades, el país ya había registrado más de 2,2 millones de desplazados internos, una cifra similar a la que se había documentado en Sudán en los 10 años anteriores debido a otros conflictos.

  • A mediados de septiembre, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la cifra habría superado los cuatro millones, es decir, algo más del 9% de la población del país.
  • Un promedio de 26.500 personas al día desde que comenzó el conflicto. Casi el 70% de los nuevos desplazados internos han huido de Jartum, la capital de Sudán y una de las zonas más devastadas por la guerra, y la región de Darfur (30%), según la OIM.
  • A ellos se suman unos 3,8 millones de personas que ya habían tenido que dejar sus casas y migrar a otras regiones del país más seguras, antes de abril de 2023 y debido a la violencia que ha castigado a este país desde hace años.

Así, Acnur calcula que Sudán es actualmente el país con mayor número de desplazados internos del mundo, con más de siete millones, por delante de otros Estados asolados por conflictos bélicos, como Ucrania y Siria. A ellos se suman, además, más de 1,2 millones de refugiados que han abandonado el país.

  • Casi el 70% de los nuevos desplazados internos han huido de Jartum, la capital de Sudán y una de las zonas más devastadas por la guerra, y también de la región de Darfur (30%), según la OIM.
  • Muchos de quienes han huido de sus casas lo han hecho con lo puesto, lo que provoca mucha presión sobre las comunidades de acogida, que en muchos casos ya disponían de recursos y servicios muy limitados antes de la guerra.

Todo ello ha disparado las necesidades humanitarias en el país, y hoy se calcula que unos 25 millones de personas, más de mitad de toda la población, requiere de ayuda urgente.

“La afluencia de nuevos desplazados internos en algunas partes de Sudán ha desbordado los servicios y recursos públicos en las zonas de llegada, sobre todo alojamiento, atención sanitaria, educación y otros servicios como el registro civil, agua, energía y saneamiento”, alerta Assadullah Nasrullah, responsable de comunicación de Acnur en el país.

  • La mayoría de los desplazados internos registrados en el país antes de 2023 se encontraban ya en zonas castigadas por la guerra que estalló en abril. Por ello, “algunas personas podrían haber sido desplazadas por segunda o tercera vez, lo que daría lugar a un recuento doble”, advierte Clémentine André, coordinadora para África y Oriente Medio del Observatorio de Desplazados Internos (IDMC).

A todo ello se le suman, además, los efectos de las fuertes lluvias y las inundaciones que han caído sobre algunas regiones de Sudán desde el mes de julio, y que han afectado a más de 70.000 personas, sobre todo en Estados del norte, el centro y el oeste del país.

“Las mismas personas desplazadas por la guerra pueden haber sido desplazadas por las inundaciones. Muchas familias pueden haber experimentado múltiples desplazamientos en los últimos seis meses”, resume André.

  • Hasta abril de 2023, la región más afectada era con diferencia Darfur, donde el régimen del exdictador Omar al Bashir lanzó en 2003 una feroz ofensiva y una campaña de limpieza étnica ejecutadas por muchas de las milicias que hoy integran las Fuerzas de Apoyo Rápido, con el objetivo de aplacar un levantamiento armado contra su represión, sectarismo y expolio.
  • En 2008, la ONU había estimado que más de 300.000 personas habían muerto y que 2,5 millones habían tenido que desplazarse a raíz de la violencia, por la que Al Bashir fue acusado de crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio por el Tribunal Penal Internacional. La mayoría de estos desplazados permanecía en campamentos de la región.

Guerra, limpieza étnica e inundaciones

“En las zonas en las que se refugian los desplazados, los precios de los bienes de primera necesidad y de la vivienda se están disparando”, alerta Arif Noor, el director de la ONG Save The Children en Sudán. “Antes de la escalada de violencia, Sudán ya se enfrentaba a una grave crisis económica, que ahora se ve agravada a medida que la gente huye de sus hogares y pierde sus propiedades, medios de subsistencia y acceso a la tierra”, agrega.

“La actual crisis de desplazamientos está teniendo un efecto devastador para la población, especialmente para los niños, cada vez más expuestos a riesgos como el trabajo infantil, el matrimonio precoz, la explotación sexual y el reclutamiento por grupos armados”, nota Noor, que lamenta que la crisis, además, “está privando a los pequeños del acceso a la educación”.

  • Nasrullah, de Acnur, señala que la presión también provoca un aumento del hambre. “La creciente crisis económica ha agravado la inseguridad alimentaria tanto entre los desplazados internos como entre sus comunidades de acogida”, apunta.
  • En paralelo a los efectos directos de los combates entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, otra de las principales causas del alto número de nuevos desplazados internos que se está registrando en Sudán es la violencia de carácter étnico, incluidas campañas concretas de limpieza, que se han documentado en Darfur desde mediados de abril.
  • Allí, tanto Ejército como policía se han retirado de muchas localidades para replegarse y asegurar instalaciones estratégicas, incluidas bases militares. Pero este movimiento ha dejado grandes vacíos de poder que luego han aprovechado los paramilitares y milicias árabes afines para sembrar el terror entre personas, principalmente de tribus no árabes.

La actual crisis de desplazamientos está teniendo un efecto devastador para la población, especialmente para los niños, cada vez más expuestos a riesgos.- Arif Noor, Save The Children

  • “La situación humanitaria y sanitaria en Darfur se ha vuelto catastrófica”, declara Adam Rojal, portavoz de una coordinadora de desplazados y refugiados en la región. “Hay miles de personas que se han refugiado en zonas controladas por el Movimiento de Liberación de Sudán de Abdul Wahid Al-Nur [en las montañas Marrah del centro de Darfur] y en campamentos, y necesitan ayuda y servicios básicos de emergencia”.
  • Las condiciones de vida son en especial precarias en algunos de los campamentos que acogen a personas desplazadas, sobre todo para los niños, particularmente vulnerables. Entre mayo y septiembre, más de 1.200 niños menores de cinco años murieron en campamentos del Estado de Nilo Blanco, al sur de Sudán, por lo que Acnur calificó de una combinación fatídica de desnutrición y un brote de sarampión.

Ayuda humanitaria insuficiente

En 2022, la mayoría de desplazamientos internos en Sudán se debió a tensiones y violencia intercomunitaria en los Estados de Nilo Azul, en el sur, y Darfur Occidental. En ambos casos, la violencia tuvo su origen sobre todo en disputas por el cada vez más limitado acceso a la tierra y otros recursos.

  • “La gran diferencia con respecto a los desplazados internos desde abril es que probablemente estos han tenido que salir del lugar donde viven varias veces, y que la perspectiva de volver a casa o de encontrar soluciones duraderas en general es probablemente muy remota”, señala André.
  • También las inundaciones por fuertes lluvias, que suelen ocurrir entre junio y septiembre y a menudo desbordan ríos como el Nilo, han sido en las últimas décadas causa recurrente de desplazamientos internos. Entre 2017 y 2021, estos episodios afectaron de media a 388.000 personas al año, según la plataforma de análisis humanitario ACAPS.
  • A pesar de este contexto, las agencias de ayuda humanitaria se están encontrando muchas dificultades para mantener su actividad en Sudán a raíz no solo de la guerra, sino también por obstáculos burocráticos y administrativos, saqueos o ataques al personal humanitario y controles forzados sobre los suministros.

A todas estas trabas se le suma la falta de financiación por parte de la comunidad internacional para cubrir las crecientes necesidades de la población sudanesa. Hasta la fecha, la ONU solo ha podido garantizar alrededor del 31% del total de fondos que ha solicitado para atender a las necesidades más urgentes del país.

  • Pese a todas estas dificultades, ACNUR asegura que ha podido llegar a más de 400.000 desplazados internos en lo que va de 2023, la gran mayoría de ellos desde que estalló la guerra en abril, y que les ha podido proporcionar ayuda en forma de artículos de socorro básicos, refugio de emergencia, asistencia en efectivo, o apoyo psicosocial y legal.

Desde Darfur, Rojal alerta, sin embargo, que la ayuda que está llegando no es suficiente: “Los ciudadanos han alcanzado el colmo del sufrimiento y necesitan imperiosamente que se activen mecanismos de protección y se abran vías para hacer llegar ayuda humanitaria, alimentos y medicinas, después de que hayan transcurrido más de cinco meses de guerra”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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