En el Darién, una región selvática prácticamente sin carreteras que comparten Colombia y Panamá, hay innumerables ríos, pantanos, insectos, escorpiones y grandes depredadores como jaguares y pumas.
- Desde que México reintrodujo los requisitos de visado para numerosos países sudamericanos, muchas personas ya no pueden ingresar a México legalmente o por avión. Como consecuencia, ahora tienen que cruzar toda Centroamérica por tierra, atravesando esta peligrosa e inexplorada región. El camino forzado por la selva dura hasta diez días. El calor y la humedad en la zona son extremos.
- Incluso los excursionistas más experimentados lo pasan mal en esta zona, pero la mayoría de los refugiados no tienen experiencia en atravesarla, están mal equipados y, además, desde hace un tiempo viajan con toda la familia, con los bebés y los abuelos. Muchos mueren en el camino y los cuerpos quedan tirados al borde de la carretera, de modo que los refugiados que llegan después tienen que pasar junto a ellos.
«La gente vive un infierno. Las historias que escuchamos son simplemente crueles. Se habla de muertos que te encuentras en el camino, de hambre absoluta porque después del primer día no tienes qué comer o te roban las cosas, de violaciones a mujeres y niñas en el camino, porque, por supuesto, no hay Estado presente en el Darién”, afirma Indi Kryg, estudiante de doctorado en el Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos, en entrevista con Deutsche Welle (DW). Kryg investiga temas de migración y recientemente estuvo en la ciudad de Monterrey, en el norte de México, para realizar una investigación de campo en centros de refugiados.
«No hay policías, no hay militares, no hay nadie que pueda darte seguridad excepto tú mismo y el grupo con el que te estás movilizando», explica Kryg. Más al norte, México es el segundo lugar donde pueden ocurrir cosas terribles: las personas simplemente desaparecen mientras huyen, son asesinadas o se convierten en víctimas de otros delitos, como, por ejemplo, violaciones.
«Las personas migrantes denuncian secuestros en los que tienen que pagar miles de dólares para liberar a sus familiares secuestrados. Cuentan de asesinatos o robos de los que no sabemos nada porque no hay cifras. Si tienen documentos, es diferente, por supuesto, porque eso les da un poco más de seguridad y también pueden volar en avión, por ejemplo”, dice Kryg.
El dilema de México
Como consecuencia, México es actualmente un país de tránsito y refugio al mismo tiempo. Es el hogar de mexicanos que emigran a Estados Unidos y un país hacia el que son expulsados más de 200.000 refugiados desde EE. UU. Estas características y una combinación de las diversas dinámicas de la migración y el asilo pueden encontrarse en todo el continente.
«En América Latina, la migración es generalmente muy diversa, a diferencia de Europa, a donde todo el mundo siempre quiere ir», asegura Indi Kryg. En la región hay países que aceptan migrantes, y se conocen como países de inmigración, como es el caso de Argentina. Venezuela también fue un país de inmigración durante décadas, agrega.
Aparte, hay países que son lugares de tránsito, señala Kryg: «Por ejemplo, los países centroamericanos son lugares de tránsito para sudamericanos o personas del Caribe. Y luego, por supuesto, tenemos países como México, por ejemplo, que es uno de los países con mayor emigración del mundo.
- Hay millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos. Pero México también es un país de tránsito para todos los que vienen desde el sur, y ahora también se está convirtiendo en un país de refugio para aquellos que se quedan. Luego también está la repatriación de migrantes desde Estados Unidos, los que son deportados a México”, detalla la experta del GIGA.
- México se encuentra en un terrible dilema. Siempre ha sido el principal país de tránsito hacia EE. UU. y tiene una especial consideración con los refugiados; sin embargo, ya no es capaz de controlar esta situación. Sobre todo porque Estados Unidos -y ahora el propio México- comenzaron a endurecer aún más las condiciones de entrada y solo permiten el ingreso legal a personas con visado.
«También hay migrantes que llegan en tren, un viaje que es muy peligroso y muy agotador, especialmente si tienen que colgarse del tren, desafiando la velocidad. No van sentados dentro de los trenes, sino colgados por fuera de los vagones, o encima del techo», cuenta Kryg.
«La gente llega a Monterrey extremadamente agotada. Están mentalmente muy estresados por lo que han vivido y tienen hambre. Pasan la noche en los albergues. Pero se nota que se recuperan al cabo de uno o dos días. No sufren meses de depresión porque también saben que no pueden permitírselo», aclara la experta.
Algunas familias están tan traumatizadas que quieren abandonar México lo antes posible, explica. Kryg conoció a una familia a la que ofrecieron dinero por sus hijos. A ellos no les quedó claro si era por tráfico de órganos, violación o prostitución infantil.
También hay cada vez más personas, por ejemplo, venezolanos, que se quedan en México porque allí están mejor que en su país de origen. En Ciudad de México o Monterrey hay numerosas industrias y puestos de trabajo. Y también existe la posibilidad de asentarse allí y construir una nueva vida.
Récord migrantes en América
En los últimos años, el cambio se observó en la procedencia de los migrantes. Diversas crisis en Sudamérica y el Caribe han empujado nuevas movilidades hacia Estados Unidos, familias enteras que van huyendo del colapso económico de Venezuela, de la inseguridad en Haití, de los efectos de la pandemia de Covid-19, de las medidas autoritarias en Cuba o del crimen organizado en Ecuador.
Este año, se debe prestar especial atención al mar. Cuando pensábamos que el Tapón del Darién era lo más cruel que se podía imaginar, ya están apareciendo rutas todavía más mortales.
- A medida que esa selva entre Colombia y Panamá, así como otras rutas terrestres, se vuelven más difíciles de atravesar, debido a crecientes esfuerzos de contención de las fuerzas de seguridad locales, los migrantes miran cada vez más hacia el océano.
- La migración marítima en el Caribe ha aumentado exponencialmente en los últimos dos años; y sólo en 2022, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) documentó 321 muertes y desapariciones de migrantes en ese cuerpo de agua.
- El mar Caribe se caracteriza por difíciles condiciones climatológicas que complican la navegación; y las embarcaciones sobrecargadas y artesanales que no están diseñadas para realizar cruces de alta mar dejan a los que van a bordo muy vulnerables.
También, es probable que se presenten «naufragios invisibles», de los cuales ni las autoridades oficiales ni los medios de comunicación se enteran, dejando a las aguas color turquesa como únicos testigos de innumerables muertes.
- De acuerdo con una entrevista realizado por el medio France 24 con el especialista de la OIM en Inmigración y Gestión de Fronteras para las Américas, Olivier Tenes, mencionó que muchos de los dueños de esas embarcaciones eran antiguos pescadores que veían en el tráfico de personas una oportunidad económica preferible a la pesca, ya que los migrantes pagan miles de dólares por intentar cruzar el mar Caribe.
- En 2022, la OIM propuso un modelo de jurisdicción para la comunidad de naciones caribeñas, – la Caricom -, para los casos de interceptación de esos barcos y traficantes de personas. Ese modelo fue aprobado y ahora «estamos en fase de acompañamiento para actualizar las leyes de cada país, y así poner en práctica protocolos de cooperación», cuenta Olivier Tenes.
Migración venezolana
El caos generado por las elecciones de Venezuela se resiente en la migración en México, donde la cifra de venezolanos interceptados por el gobierno ya subió un 324% en lo que va del año y ya representan uno de cada cuatro migrantes irregulares en el país.
La Unidad de Política Migratoria del gobierno de México reportó 89,718 venezolanos “en situación migratoria irregular” de enero a marzo de 2024, más de cuatro veces de lo reportado en el mismo lapso del año anterior, cuando registró 21.169.
- Con ello, Venezuela es el principal país de origen de los migrantes irregulares en México, donde representan el 24.94% de los 359,697 detectados en el primer trimestre del año, cuando hubo una subida general de casi 200 por ciento.
- El fenómeno se percibe en particular en Tapachula, en la frontera de México con Centroamérica, donde venezolanos como Alban Estrada exponen que salieron ante los próximos comicios del 28 de julio, cuando el presidente Nicolás Maduro se encamina a la reelección tras la inhabilitación de la opositora María Corina Machado.
- “El viaje como tal, de Venezuela a México, ha tenido un gran e increíble impacto entre venezolanos, muchos migrantes que nos podemos alcanzar en el Darién, Panamá, Costa Rica y todos los países que venimos recorriendo”, narró Estrada.
De hecho, María Corina Machado advirtió en marzo pasado de que, si Maduro se impone “por la fuerza” en las elecciones, Latinoamérica vivirá una presión migratoria “nunca antes vista. Están saliendo muchos venezolanos, salen a partir de 2,000 a 3,000 personas, pueden salir semanal, mensual, siempre es una cantidad muy grande”, comentó Estrada.
El éxodo ocurre mientras crecen los operativos migratorios en Estados Unidos y México, que este año también tienen elecciones presidenciales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, destacó que las políticas de ambos países han propiciado una reducción de casi 56% en la migración irregular en la frontera común, con más de 12,000 detenciones diarias en diciembre que cayeron a 5,506 el 9 de mayo. “Estas medidas nos están ayudando para que no desborde el flujo migratorio. Sin embargo, insisto, falta la atención a las causas”.
El gobierno mexicano anunció en marzo que otorga 110 dólares mensuales por medio año a venezolanos devueltos a su país bajo programas sociales.
Ecuatorianos los que más cruza por el Darién
Más de 82.000 migrantes han atravesado la selva del Darién este 2024, la ruta de alto riesgo que conecta a Colombia y Panamá. Aunque la mayoría de viajeros registrados son venezolanos, los ecuatorianos son el segundo grupo que más cruza por este paso, según lo informado por las autoridades migratorias panameñas.
Este aumento contrasta con el total de 49.291 de todas las nacionalidades registrados en el mismo período del año pasado y los 87.390 al finalizar marzo en años anteriores. El flujo migratorio ha ido aumentando progresivamente desde 2021, llegando a un récord de más de 520.000 en 2023, duplicando la cifra del año anterior.
Los riesgos de ese tramo selvático entre Colombia y Panamá cada vez son más conocidos. No solo la inclemencia de la selva sino los grupos criminales que allí operan amenazan a los viajeros que migran con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades y, en el caso de Ecuador, de huir de la peor ola de violencia en el país.
- La Selva del Darién es una jungla ubicada entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá. Tiene 575.000 hectáreas y aunque es Patrimonio de la Humanidad desde 1981, la migración riesgosa, las mafias que operan allí y los animales de la zona, la han convertido en uno de los puntos más peligrosos para los viajeros de varias nacionalidades que buscan llegar a los Estados Unidos.
- Según las plataformas Insight Crime y Open Democracy, en el Darién operan del lado colombiano el Clan del Golfo –también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia– y del lado panameño “pequeñas bandas delictivas han sometido a los migrantes a un régimen de asaltos y violencia”.
- Estas organizaciones criminales controlan las redes de tráfico de personas, las amenazan, explotan, las asaltan o las utilizan como transportadores de droga. La plataforma especializada en seguridad ha estimado que “los migrantes pagaban hasta USD 440 por ser transportados desde Necoclí, un municipio ubicado en el golfo de Urabá, hasta Carreto, una localidad panameña al otro lado de la frontera.
En otros casos, los migrantes pagaban entre USD 310 a USD 350 por llegar desde Necoclí hasta Acandí o Capurganá, en Chocó, cerca de la frontera con Panamá”. El Clan del Golfo reclama el 20% de impuesto a los guías y comunidades que conducen a los migrantes a través del Darién. La estimación es que los miembros de esta organización reciben USD 125 por cada migrante. De ser correcto ese cálculo, anualmente el Clan del Golfo obtiene USD 57 millones.
Para emprender su camino hacia los Estados Unidos, miles de migrantes pagan a coyotes –como se conoce a los traficantes de personas– para que los dirijan por las rutas más convenientes.
- Para ese viaje, los migrantes pagan miles de dólares –las sumas se han cuantificado entre USD 5.000 y USD 20.000, aproximadamente. Sin embargo, la influencia de las redes sociales, especialmente de TikTok, ha provocado que muchos decidan emprender el camino solos, esto se conoce como migración propia.
El portal Primicias de Ecuador recogió el testimonio de un joven quiteño que llegó a los Estados Unidos a inicios de este año. Adrián Guzmán, de 25 años, se sumó a la tendencia creciente de ecuatorianos que buscan mejores oportunidades en los Estados Unidos.
- Motivado por la inseguridad en su país y los bajos ingresos como enfermero, decidió emprender un viaje peligroso. Inició su travesía el 5 de diciembre de 2023 y se convirtió en uno de los miles de ecuatorianos que cruzaron el tapón del Darién ese año, según información del Servicio Nacional de Migración de Panamá.
Crisis de migración infantil del mundo
En América Latina y el Caribe los niños migran en números récord, desplazándose principalmente a lo largo de tres rutas: la selva del Darién entre Colombia y Panamá, la migración hacia el exterior desde América del Sur, y en puntos de tránsito clave en el norte de Centroamérica y México, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
- La proporción de niños en situación de movilidad en la región alcanza al 25% de los migrantes, la tasa más alta a nivel mundial -la media es del 13%-, señaló UNICEF en una alerta publicada hoy que menciona la violencia, la inestabilidad y el cambio climático como los máximos detonadores de estos desplazamientos de población.
Esos factores se van apoderando de la región, cambiando de forma dramática la naturaleza de la migración en la última década.
- UNICEF destacó que en los peligrosos viajes en los que se embarcan los migrantes se observa a niños cada vez más pequeños, detallando que el 91% de ellos son menores de once años en algunos puntos de tránsito.
- “Cada vez hay más niños en movimiento, de edades cada vez más tempranas, a menudo solos y de diversos países de origen, incluso de lugares tan lejanos como África y Asia”, dijo el director de UNICEF para América Latina y el Caribe.
Garry Conille advirtió que cuando los niños cruzan varios países y, a veces, toda la región, pueden sufrir enfermedades y lesiones, separación familiar y abusos.
En este sentido, el organismo afirmó que los riesgos físicos a lo largo de las rutas migratorias irregulares son innumerables, especialmente para los niños, que a menudo atraviesan selvas, ríos, vías férreas y carreteras, arriesgando su integridad, al margen de que pueden convertirse en víctimas de violencia, explotación y otros atropellos graves.
“Incluso si logran llegar a su destino, su futuro suele seguir en riesgo”, abundó Conille./Agencias-PUNTOporPUNTO