Casi tres millones de personas con alguna enfermedad distinta al COVID–19, se quedaron sin la posibilidad de recibir atención de urgencias o ser hospitalizadas para algún tratamiento o cirugía en los hospitales públicos del sector salud, entre marzo y octubre de 2020.
Esta cifra duplica al millón y medio de personas que para junio ya habían visto limitada la posibilidad de ser atendidas en los hospitales públicos por algún padecimiento distinto al causado por el nuevo coronavirus.
- La estrategia de reconversión hospitalaria que ha limitado la disponibilidad de espacios y personal para atender otros padecimientos, sumado a la decisión de personas que por miedo al contagio o la falta de información se han alejado de las clínicas, son las principales explicaciones de este fenómeno.
- Las consecuencias también se observan en la baja detección y diagnóstico de nuevos casos de cánceres, diabetes, enfermedades del corazón, alzhéimer, desnutriciones severas o depresión, las cuales se han reducido de un 20 hasta un 60 por ciento a lo largo de este año. Las repercusiones en la salud pública de esto – advierten los especialistas – se verán en los próximos años.
Como se hizo en una primera entrega publicada en junio pasado, Animal Político revisó los datos oficiales abiertos de atención hospitalaria que la Secretaría de Salud Federal publica para verificar el comportamiento de la atención medica este año. La información corresponde a los hospitales públicos del sector salud, sin contar datos de IMSS, ISSSTE ni particulares.
- La actualización al corte del 31 de octubre arroja un registro de 4 millones 183 mil 429 atenciones de urgencias realizadas en 30 entidades federativas en 2020 (se excluye Aguascalientes y Nuevo León que no reportaron cifras actualizadas). En comparación con 2019, se trata de 2 millones 990 mil 206 urgencias menos que las registradas en el mismo periodo.
En tanto, en el mismo lapso del 1 de enero al 31 de octubre de este año se han registrado 1 millón 608 mil 622 hospitalizaciones para tratamientos y cirugías, que son 571 mil 853 hospitalizaciones menos que en 2019. Aquí solo se excluye la información de Aguascalientes que no actualizó su reporte.
Estos datos fueron analizados por, Juan Pablo Díaz, experto en bioestadística de la Universidad de Toronto, y Alonso Santaella, científico de datos, para determinar matemáticamente cuántos mexicanos podrían haberse quedado sin atención médica. Ello ponderando variables como las tendencias en reducción que ya presentaban algunas entidades y otros factores estacionales.
De entrada, los expertos confirman que la caída en las atenciones de los hospitales inició en marzo, de forma coincidente con la llegada de la pandemia sanitaria, las políticas de confinamiento y la reconversión hospitalaria, y se ha mantenido a lo largo del año.
En el tema de urgencias, los expertos concluyen que 2 millones 502 mil 376 personas – con un intervalo de predicción del 90 por ciento – se quedaron sin recibir este servicio de marzo a octubre en las unidades del sector salud. Mientras que en hospitalizaciones serían 428 mil 406 personas que no pudieron ser internadas, con el mismo intervalo de predicción.
- En total, se trataría de 2 millones 930 mil 782 personas que no accedieron a dichas atenciones hospitalarias hasta octubre pasado. La proyección de los expertos es que para el cierre de diciembre la brecha se habrá mantenido en ascenso y esa cifra es aun mas alta. Su análisis completo y metodología pueden consultarse en esta página.
- En cuanto a las atenciones de urgencias los descensos en los estados oscilan del 30 al 50 por ciento en 2020 respecto a 2019. El promedio nacional fue de una reducción del 41.7 por ciento.
La entidad que registra, en proporción, la mayor caída de urgencias en sus unidades de salud pública es Oaxaca con un desplome del 51.6 por ciento al haber pasado de 156 mil 966 atenciones de enero a octubre de 2019, a solo 75 mil 980 en el mismo lapso de este año.
Le sigue Baja California Sur donde las atenciones también cayeron mas de la mitad: bajaron de 67 mil 190 a 32 mil 818, que representan un desplome del 51.2 por ciento entre 2019 y 2020. Después se ubica Quintana Roo que pasó de 116 mil 259 urgencias a 58 mil 930, una caída del 49.3 por ciento.
La lista de cinco estados con mayor descenso en urgencias la completan Baja California con un descenso en sus hospitales del 48.5 por ciento, y Querétaro con una baja del 48 por ciento.
- En el estado de México – la entidad con la mayor atención de urgencias en cifras absolutas al ser la más poblada del país – la caída fue de 869 mil 986 atenciones en 2019 a 511 mil 181 en 2020, que equivale a un descenso del 41.2 por ciento. Por su parte, Ciudad de México registró una disminución similar: 42.4 por ciento.
La excepción a nivel nacional es Colima que, si bien también reporta un descenso en sus urgencias, lo hace en una proporción menor a la del resto de las entidades. Ahí dichas atenciones solo se redujeron 10.6 por ciento, al pasar de 53 mil 817 a 48 mil 112.
Cae detección de nuevos casos hasta de 60%
En septiembre que además de la atención hospitalaria también se había desplomado la detección y diagnóstico de nuevas enfermedades distintas al COVID-19 en el primer semestre del año. Los boletines epidemiológicos semanales publicados por la Secretaría de Salud muestran que esto inició a partir de la llegada de la pandemia y las medidas adoptadas.
Una nueva revisión de dichos boletines, actualizados ahora al 21 de diciembre, confirma que dicho déficit ha persistido y por lo tanto se ha duplicado la cifra de nuevos casos no detectados.
- La contabilidad de 35 enfermedades seleccionadas en dichos boletines (entre las que se encuentran cánceres de mama y útero, diabetes, alzheimer, obesidad, depresión, y problemas del corazón) arrojaba 6 millones 887 mil casos menos registrados en el primer semestre 2020 respecto al mismo periodo de 2019. Para diciembre, dicha cifra ya asciende a 14 millones 854 mil casos menos.
El subregistro de diagnósticos de cada una de estas enfermedades va de un 20 hasta un 60 por ciento respecto al año pasado.
Por ejemplo, los nuevos diagnósticos de Diabetes tipo II, una de las enfermedades mas comunes en México, pasaron de 419 mil 716 casos en 2019 a 298 mil 624 en este año, que es una reducción de casi el 29 por ciento. Esto significaría que, a lo largo de este año, 1 de cada 3 personas enfermas de diabetes no ha sido identificada y, por lo tanto, no ha recibido la asesoría médica requerida.
Otro ejemplo son los casos diagnosticados de tumor maligno de útero los cuales han caído 35 por ciento este año al bajar de 3 mil 315 a 2 mil 127. En tanto, la identificación de nuevos casos de tumores de mama ha bajado 21 por ciento.
Además, la detección de enfermedades del corazón se ha reducido en un 45.5 por ciento en 2020. Son aproximadamente 20 mil casos menos detectados en comparación con el año pasado. Los casos de hepatitis virales detectados se han desplomado más de 53 por ciento.
- El diagnóstico de trastornos de obesidad a nivel nacional cayó de 652 mil 106 casos identificados en 2019 a 357 mil 183 en 2020, una reducción del 45,2 por ciento. La identificación de casos de desnutrición severa ha caído 49.1 por ciento. En un nivel similar se encuentra el diagnóstico de nuevos casos de asma con un descenso del 48.9 por ciento.
- Otra caída importante, que según los especialistas consultados por Animal Político puede acarrear riesgos importantes, es el diagnóstico de nuevos casos de depresión. A lo largo de 2020 se han identificado 80 mil 636 que son 33.1 por ciento menos que los 120 mil 612 reportados en el mismo lapso de 2019.
En tanto el diagnóstico de enfermedades como Alzheimer o Parkinson se ha reducido por encima de un 51 por ciento, mientras que en otros padecimientos como dengue severo, tétanos o fiebre manchada, las reducciones están por encima de 60 por ciento.
Pandemia: daño colateral
De acuerdo con los expertos y autoridades que Animal Político consultó para la primera publicación de estos datos en septiembre pasado, la caída en atenciones hospitalarias y en el diagnóstico de nuevas enfermedades en el contexto de la pandemia sanitaria tiene dos motivos principales.
Por un lado, está la estrategia de reconvertir buena parte de los centros de salud para la atención parcial o total de COVID19. El secretario de Salud de Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, explicó que esta situación obligó a, por ejemplo, posponer la totalidad de cirugías que estaban programadas previamente y a cancelar el 55 por ciento de las consultas de especialidad.
- Juan Carlos Márquez Heine, Subdirector General de los Servicios de Salud de Oaxaca, reconoció que la reconversión no solo implicó destinar a COVID cuartos y camas que estaban asignadas a otras enfermedades, sino además hace runa reingeniería del personal disponible para trasladar el mayor recurso humano a la atención prioritaria de la pandemia.
- El otro factor principal señalado por los especialistas es el alejamiento de las personas de los centros de salud para tratarse o diagnosticarse. Por ejemplo, la Secretaría de Salud de Ciudad de México confirmó que para septiembre registraba un descenso de hasta un 60 por ciento de consultas abiertas en sus unidades de salud.
Las autoridades capitalinas sostuvieron que los servicios se han mantenido pero las personas dejaron de asistir a consulta por desinformación o por miedo a contagiarse. En estados como Oaxaca se implementaron servicios de consulta casa por casa para tratar de identificar a personas que pueden padecer alguna enfermedad grave pero no acuden a checarse.
Malaquías López-Cervantes, epidemiólogo y académico del departamento de Salud Pública de la UNAM dijo que si la gente no va a consulta, ya sea por medio o porque no encuentran espacios disponibles debido a la reconversión, es una situación especialmente grave países como México donde la medicina preventiva se reduce a que la persona se presente a un centro de salud para que se le diagnostique o atienda. De lo contrario son pocos los mecanismos que hay para identificarlo.
El país está en estado crítico
En promedio en México, cada hora, 21 personas confirman que tienen cáncer y, cada día, otras 230 mueren a causa de esta enfermedad. Pero esto es sólo el principio. Únicamente 14 estados del país cuentan con la infraestructura necesaria para tratar integralmente el cáncer, pero incluso ellos tienen limitaciones importantes.
La situación en materia de salud es crítica en el país, pero no importa qué padecimiento se tenga o qué servicio de urgencia se requiera, acceder a un hospital público no es sencillo, porque no alcanzan. Por ejemplo, la Ciudad de México tiene el promedio más bajo de centros de salud en relación al número de habitantes, y en Nayarit las camas de hospitalización no alcanzan en instituciones privadas.
- Pero el diagnóstico de México no se limita a la infraestructura de los servicios públicos. La diabetes es un problema muy grave en todo el territorio, Puebla es la entidad en donde el índice de nuevos casos de este padecimiento es el más bajo del país, pero, aún así, duplica el promedio mundial. Y si hablamos de obesidad, que también es un padecimiento serio, es Quintana Roo la entidad que reporta la mayor prevalencia de pacientes con algún grado poco sano de grasa, con 533 por cada 100 mil habitantes, y tampoco cuenta con la infraestructura para tratarla.
- A principios de este año, el gobierno federal reconoció que existía un enorme déficit en el personal de salud. La cifra necesaria para arrancar el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) era de 200 mil médicos y 300 mil elementos de enfermería que serían contratados a través del programa “Médicos del Bienestar”, y cuya convocatoria se aceleró debido a la pandemia. Sin embargo, el número de profesionales adheridos a este plan hasta la fecha, no cubre ni el 10% del número inicial requerido.
Es así que, México ya estaba en una posición vulnerable de salud antes de la irrupción de Covid-19, pero la pandemia desnudó un sistema sanitario endeble, sin recursos económicos, carente de infraestructura y personal, que ya cargaba con una población enferma, desatendida, y en muchos casos, olvidada.
Todos estos padecimientos y muchos más, que ya existían entre la población, ante la carencia de personal e infraestructura, fueron desplazados y su atención se redujo a lo mínimo, ante el despliegue de recursos que se hizo para atender el nuevo coronavirus.
Esto se muestra ante la inusual baja en el registro de enfermedades de atención primaria o no graves que demuestra el impacto de la pandemia en los niveles más básicos de cuidado a la población, así como el abandono que otras áreas de la medicina sufren en esta crisis sanitaria.
Además, el alza en los indicadores de mortalidad en áreas de control de la sanidad pública demuestra como el sistema de salud nacional no sólo no estaba preparado, sino que ya tenía una carga importante de deficiencias que hicieron imposible la atención oportuna de estas condiciones a pesar de la pandemia.
A partir de una decena de bases de datos oficiales y el cruce de toda la información, ejecentral elaboró el mapa inédito, que muestra un México que enfermó mucho antes de la pandemia, en el que la desigualdad en busca de la atención médica se revela en las cifras de cada padecimiento, y cuya geografía demuestra un territorio que no estaba preparado para afrontar la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años./Agencias-PUNTOporPUNTO