Si bien durante la pandemia el gasto público social experimentó cifras récord en medio de la crisis económica y social, esta inyección de recursos, que es vital para financiar políticas de educación, vivienda, salud, entre otros servicios, se ha venido recortando en Latinoamérica.
- El gasto social del gobierno central alcanzó un 11,5% del PIB en el 2022, lo que significó un retroceso frente al nivel registrado en 2020 del 13,4%, de acuerdo a las cifras actualizadas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
- El gasto público social como porcentaje del PIB en Latinoamérica fue de 13,8% en 2021. En el 2019, antes de la pandemia,fue de 11,2%. En los últimos años, el nivel más bajo se registró en el 2008 (9,8%).
- En Latinoamérica y el Caribe, la mayor parte del gasto público social se destinó en el 2022 a financiar la protección social (4,3% del PIB), educación (3,7%), salud (2,6%), vivienda y servicios comunitarios (0,5%) y recreación, cultura y religión (0,1%).
En su informe sobre el Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023, la Cepal plantea que el retroceso del gasto público social en el 2022 “sería resultado tanto de una disminución de los montos reales de gasto como de una recuperación de la tasa de crecimiento del PIB de los países”.
En todo caso, la caída del gasto público podría significar “una señal de alerta en cuanto a la sostenibilidad financiera de las políticas sociales en los países de la región”.
Una de las conclusiones es que “la heterogeneidad del gasto público social del gobierno central sigue siendo una característica en la región, con tres países que superaron el 14,5% del PIB”.
En la otra cara, varios otros se mantienen por debajo del 10% del PIB. Los países de Latinoamérica y el Caribe con mayor gasto social del gobierno central como porcentaje del PIB son:
- Chile: 17,9%
- Brasil: 16,4%
- Barbados:14,6%
- Bolivia:14,5%
- Argentina: 13,5%
Y los que tienen menor gasto público social son:
- México: 10,2%
- Panamá: 10%
- República Dominicana: 8,6%
- Honduras: 7,8%
- Guatemala y Guyana: 7,7%
Países de Sudamérica con mayor y menor gasto social del gobierno central
Por subregiones, se tiene que el mayor gasto público social en 2022 se registró en Sudamérica (13,2%), seguido por el Caribe (11,5%) y Centroamérica (9,5%).
La Cepal también analizó la evolución del gasto social por persona y constató que en 2022 se registró un promedio de US $1.251 entre los 22 países de la región (en valores constantes en dólares de 2018), con una caída del 7,3% respecto de 2021.
- La media de Sudamérica disminuyó US $177 (-11,7%) y en el grupo formado por los países de Centroamérica, México y República Dominicana esta disminuyó en US $21 en promedio (-2,8%).
- En un segundo bloque de países está Uruguay, Barbados y Trinidad y Tobago, donde el gasto se ubica entre US$1.961 y US$2.597.
- Más abajo está un grupo conformado por Argentina, el Brasil, Costa Rica y Guyana, en donde el gasto público social por persona es de entre US$1.390 y US$1.606.
- En el rango de entre US$478 y US$966 están Colombia, el Ecuador, El Salvador, Jamaica, México, Paraguay, Perú y República Dominicana. Finalmente, están en un rango de entre US$198 y US$365 por persona Guatemala, Honduras y Nicaragua.
- “Guyana fue el país que presentó la más alta variación interanual en este indicador, con un aumento del 20,2%. Le siguen a una distancia importante Guatemala (4,4%), México (3,8%), el Brasil(3%) y Jamaica(2,9%)”, señala la Cepal.
- En la otra cara, resalta que las disminuciones más pronunciadas se evidenciaron en Chile (-26,5%),Honduras (-19%) y Colombia (-15,9%).
Gasto en programas sociales creció en México pero mantiene pobreza extrema
La inversión que este gobierno destina a los programas sociales se ha incrementado 30% en cinco años, pero no ha sido suficiente para disminuir el número de personas que viven en pobreza extrema en México.
- En los cinco años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha invertido un total de 6.5 billones, pero mientras crecen los montos presupuestales de nueve programas prioritarios, a través de los cuales se transfiere dinero a la población, especialistas en política pública ven con preocupación que este gasto se utilice más con fines electorales que con la intención de ayudar a las personas más vulnerables.
- En el último año del sexenio del priista Enrique Peña Nieto se aprobó un presupuesto total de 1,166.7 millones de pesos constantes de 2023, para 150 programas sociales, cuando este año, el gasto ascendió a 1,524.7 millones de pesos distribuidos en 121 programas sociales, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De acuerdo con datos del organismo, 46.8 millones de personas viven en pobreza en México, lo que equivale al 36.3% de la población total del país. Si bien hubo una disminución de 5.1 millones personas en esta situación, los mexicanos que viven en pobreza extrema se mantuvieron casi igual, con un leve aumento de 400,000 personas al pasar de 7.0 a 7.1%.
- De acuerdo con una revisión realizado por Expansión Política a los 121 programas sociales existentes en 2023, el presupuesto que cada año aprobó la Cámara de Diputados para nueve programas considerados prioritarios, en términos reales. El análisis se basa en los informes anuales del Consejo Nacional de Evaluación y Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre el gasto social y en el PEF de la Secretaría de Hacienda.
Entre 2019 y 2023, la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores creció su presupuesto 2.7 veces, en términos reales, al pasar de un gasto de 123,092.2 millones de pesos a 339,341.3 millones de pesos.
«Dentro de los programas incluidos en el gasto en protección social, destaca la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultos Mayores, cuyos apoyos se han triplicado en términos reales entre 2018 y 2023», enfatiza el documento de Criterios Generales de Política Económica.
- El Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez incrementó su presupuesto 10%. Registró un gasto aprobado de 31,733.1 millones de pesos en 2019 y de 34,922.1 millones de pesos en 2023.
- Las Universidades del Bienestar subieron su inversión al pasar de 1,230 millones de pesos en 2019 a 1,476 millones de pesos en 2023. Después se ubica el programa de Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, con un gasto de 21,270 millones de pesos a 37,554 millones de pesos en el mismo periodo.
- A Jóvenes Construyendo el Futuro se le aprobó un gasto de 5,317 millones de pesos en 2019, y en 2023, 23,090 millones de pesos, es decir, cuatro veces más dinero en cinco años.
- Para Sembrando Vida se ha duplicado el presupuesto. En 2019 se aprobaron 18,463 millones de pesos en 2019, y en 2023 acumuló un presupuesto aprobado de 37,136 millones de pesos.
- Jóvenes Escribiendo el Futuro creció de 9,195 millones de pesos en 2020 a 11,162 millones de pesos en 2023. Y el Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras pasó de 2,413 mdp en 2019 a 2,926 mdp en 2023.
Y habrá más dinero en 2024. El próximo año, el ramo Bienestar tendrá 26% más recursos que en 2023, en términos reales, con un presupuesto de 543,933 mdp.
La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, a la que se prevé asignar un monto de 465,048.7 millones de pesos el próximo año, es decir, 37% más que lo aprobado en 2023. Además, el próximo año subiría el monto bimestral de este programa a 6,000 pesos.
«Este ramo ha sido prioritario dentro del gasto de la actual administración. En promedio, su presupuesto ha crecido 26% en todo el sexenio, y en 2024 alcanzará 6% de todo el presupuesto programado», explica un análisis de la organización Ethos, Innovación en Política Públicas.
Impacto en la pobreza
Aunque en el Quinto Informe de Gobierno se califica de exitosa la política de austeridad implementada por el presidente López Obrador para financiar con un mayor alcance los programas sociales, todavía falta camino por recorrer.
- El elevado gasto social se dice que ya tuvo un primer impacto positivo. En 2022 se redujo la población en pobreza de 51.9 millones de personas en 2018 a 46.8 millones de personas en 2022.
- Según la administración federal, estos apoyos atienden, principalmente, “a los sectores más necesitados como lo son estudiantes, infancias y personas adultas mayores, entre otros”.
- Sin embargo, la pobreza extrema creció abruptamente, al pasar de 8.7 a 9.1 millones de personas en esa situación durante el mismo periodo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido MORENA.
Especialistas en política social han advertido que este efecto se relaciona con el cambio en la entrega de las transferencias monetarias. Ahora, menos personas en los niveles de mayor pobreza acceden a los programas sociales.
“Específicamente, en materia de transferencias, lo que hemos visto es que estas se dan cada vez en mayor proporción a los hogares que ya tienen una ventaja”, explica Rodolfo de la Torre, eh, director de movilidad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
- En 2018, las transferencias monetarias entregadas a través de programas sociales federales representaron 18.7% del total de los ingresos mensuales de las personas más pobres, ubicadas en el primer decil. Para 2020, esta proporción se redujo a 12.5%, expone el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022 del Coneval.
- Además, ante algunas fallas detectadas en los programas sociales, como falta de transparencia en su operación y elección de beneficiarios, estas iniciativas abren la puerta a usarse con fines electorales, sobre todo el próximo año que se renovará, entre otros cargos, la Presidencia de la República.
“Sabemos que, de cara a las elecciones de 2024, el gasto social se puede convertir en una poderosísima arma electoral”, advirtió Dalia Toledo, directora de Finanzas Públicas y Anticorrupción de Ethos, Innovación en Políticas Públicas.
- Esta organización experta en políticas públicas y desarrollo social ha señalado que un riesgo para el país es el manejo insostenible de las finanzas públicas por el costo de los programas sociales y las obras prioritarias, como el Tren Maya o la Refinería Dos Bocas, mientras el nivel de recaudación en México es el más bajo de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“La realidad muestra que hay retos importantes todavía para alcanzar un México más justo, equitativo, con finanzas públicas sanas y menos corrupción”, subraya.
Programas sociales no pintan en combate a la pobreza
Especialistas consultados por el medio El Economista, plantearon que el Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, gasta en programas sociales, tres veces más que lo que se destinaba para ese fin en el sexenio pasado y los resultados son prácticamente los mismos; ese tipo de transferencias tienen un peso mínimo en la reducción de la pobreza y quedan fuera de sus beneficios las personas que más los necesitan.
Además, investigadores respetados por sus pares, se han comenzado a hacer preguntas sobre si podrían variar los números dados a conocer hace unas semanas por el Coneval, si se toman en cuenta modelos estadísticos para hacer comparables esos datos con los anteriores a 2016, cuando el Inegi cambió la forma de captar la información.
- El pasado 10 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Pública de Desarrollo Social (Coneval) informó que, entre 2018 y 2022, la población en situación de pobreza multidimensional a nivel nacional pasó de 41.9% (51.9 millones) a 36.3% (46.8 millones), mientras que el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema permaneció en niveles similares entre 2018 y 2022: 7.0% (8.7 millones) en 2018 y 7.1% (9.1 millones) en 2022.
¿Para qué sí sirven y para qué no sirven las transferencias de dinero directas?
Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, explicó que las políticas sociales pueden ayudar a que las personas superen barreras en el ejercicio de sus derechos sociales.
Puso como ejemplo que en una familia que tiene dificultades para mantener a todos sus hijos en la escuela, una beca le puede servir para que no deserten, pero no quiere decir que la beca combata la pobreza; sólo ayuda a disminuir una barrera.
- Por su parte Axel Eduardo González Gómez, investigador de México, ¿Cómo vamos?, explicó que los programas sociales deben entenderse, no como medios para reducir los niveles de pobreza o desigualdad que se observan en una sociedad, sino como herramientas para aminorar los efectos de la pobreza en la que vive cierta población.
- En ese sentido, Gómez Hermosillo enfatizó que el combate a la pobreza solo se hace mejorando las condiciones de ingreso de los hogares y algunas políticas públicas pueden ayudar, por ejemplo, laborales, pero son mínimas.
- De acuerdo con el Coneval, sin el efecto en pobreza producido por las transferencias de programas sociales, en 2022 en lugar de tener 36.3% de personas en pobreza (46.8 millones), se hubieran tenido 39.0% (50.3 millones) y en pobreza extrema, en lugar de tener 7.7% (9.7 millones) serían 8.9% 11.5 millones).
Desde esa perspectiva, los programas permitieron que 2.7% (3.5 millones) de personas no estuvieran en condición de pobreza y 1.8% (2.4 millones) no estuvieran en pobreza extrema.
Gómez Hermosillo recalcó que lo que llama la atención es que este Gobierno, para conseguir eso, está gastando muchos más recursos de lo que se gastaba en el sexenio pasado.
Hoy se gasta casi tres veces más de lo que se gastaba en 2018, cuando el efecto en la pobreza derivado de los programas sociales fue de 1.9 (en lugar de 2.7 de 2022). Entonces la diferencia que hacen los programas sociales con su monto de gasto de este gobierno, comparado con el del sexenio anterior es de ocho décimas (2.7 de 2022 menos 1.9 de 2018), pero gastando casi tres veces más.
Un análisis del IMCO refiere que, de aprobarse el presupuesto federal planteado para 2024, los recursos para la Secretaría de Bienestar alcanzarían un nuevo máximo histórico en 2024, al ascender a 543,920 millones de pesos. En relación con el presupuesto de 2023, este cambio implica un crecimiento de su presupuesto de 109, 398 millones de pesos, equivalente a 25.2% real.
Programas sociales tienen peso mínimo en reducción de pobreza
Gómez Hermosillo, quien, como consultor de organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID, el PNUD, UNFPA, WFP, ha asesorado programas sociales en diversos países, comentó que los datos son muy claros: los programas sociales, tienen un peso mínimo en la reducción de la pobreza.
Axel Eduardo González Gómez explicó que los indicadores de ingresos son donde se está viendo una recuperación más oportuna.
- Explicó que los ingresos de los hogares se componen por cinco grandes categorías que son los ingresos por trabajo, las transferencias (incluye las gubernamentales, pensiones y remesas) la estimación de alquiler y la renta o rendimientos financieros y otros.
- Durante los últimos años el ingreso por trabajo es el que tiene mayor peso. En 2016 era 64.2% y ahora (en 2022) es 65.7 por ciento.
- Sin embargo, subrayó que, cuando se descompone ese indicador, para ver su composición por cada decil de hogares, se observa que, en 2016, en los hogares de menos ingresos los ingresos por trabajo representaban 39% mientras que en 2022, 43% es decir un incremento de cuatro puntos porcentuales.
Para 2022, en todos los deciles de ingreso (salvo el decil X) se observa un ingreso por trabajo superior a lo observado en 2018.
Para el especialista, eso quiere decir que la reducción que se observa en la pobreza multidimensional, en específico en la parte de ingresos, está relacionada con el avance significativo en los ingresos por trabajo.
- Asimismo, González Gómez indicó que, en la parte específica de las transferencias gubernamentales, lo que dicen las cifras es que, actualmente, hay un mayor número de hogares que reciben transferencias gubernamentales que en años anteriores, pero si se analiza la información por grupos poblacionales, se aprecia que, en el caso específico de los deciles de menores ingresos (I y II), el porcentaje de hogares que recibieron transferencias gubernamentales está por debajo de lo que había en 2016 y 2018, mientras que para el resto de los deciles se observa que el porcentaje de hogares que recibe transferencias es mayor que lo que se observaba en 2018.
Según el maestro en Economía, eso se debe a la reestructuración de los programas sociales que hubo al entrar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. En el sexenio pasado la focalización estaba orientado a los hogares más pobres.
Comentó que en el caso específico de las Becas Benito Juárez que sustituyeron a los programas prospera y oportunidades, tiene hoy una menor focalización que sus antecesores y hoy tiene un alcance menor.
Según los resultados de un análisis realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, las transferencias del programa Jóvenes Construyendo el Futuro tienen resultados escasos: Hay más jóvenes en trabajos precarios que hace 4 años (2018 – 2022) y hay menos jóvenes en trabajos formales que hace cuatro años.
México, con su economía, no debería tener personas en pobreza extrema
Rogelio Gómez Hermosillo, dijo que, en una economía como la mexicana, no debería haber ninguna persona en pobreza extrema y en eso los programas sociales podrían ayudar.
- Rodolfo de la Torre destacó que, pese a duplicar los programas de transferencias monetarias, no se pudo contener la pobreza extrema, lo que quiere decir que la mira no estuvo orientada a atender a los más pobres de los pobres, y al ocurrir eso hay más probabilidades de que quienes están en pobreza extrema continúen en esa situación.
- También planteó que algunos estudios señalan que alrededor de la mitad de los mexicanos que están en pobreza extrema, se quedan en esa condición y los que llegan a salir, 75% se queda en una situación de pobreza.
Hace unos días, Fernando Cortés, Héctor Nájera y Servando Valdés, investigadores del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, plantearon en un artículo publicado en la revista Nexos, en el que señalan que si se toma en cuenta el Modelo Estadístico de Continuidad (MEC) que corrige los ingresos laborales de la ENIGH, basándose en los datos de la ENOE, para poder comparar los datos de 2022 con los anteriores a 2016, año en que el Inegi cambió la forma de recabar la información, pudiera haber cambio en las cifras de pobreza.
Como el Inegi aún no da a conocer el MEC de 2022, el área de pobreza y desigualdad del PUED-UNAM, lo calculó empleando el método diseñado por dicho Instituto y entre los resultados destaca que el porcentaje de personas en pobreza que según los datos del Coneval se sitúa en 36.3%, puede ser en realidad de 41.8% y el de pobreza extrema en lugar de ser de 7.1%, puede ser de 8.7 por ciento./Agencias-PUNTOporPUNTO