POLÍTICA PÚBLICA de la Cuarta Transformación genera grandes TROPIEZOS en el Sector SALUD

Especialistas en salud advirtieron que, a cuatro años del inicio de este Gobierno federal, aún no hay un programa claro sobre hacia dónde va el sistema de salud.

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En materia de gasto público para el sector Salud, en México, el problema no solo es un asunto de cantidad, sino de decisiones de política pública y de rendición de cuentas, plantearon especialistas en políticas públicas en Salud y presupuesto.

  • Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa dijo que una prueba de las dificultades que hay en el ramo, es la fallida transición del Seguro Popular (SP), que funcionó de 2004 a 2019.
  • Al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), puesto en marcha en 2020 y al IMSS-Bienestar, creado en 2022, con lo cual se pretende cambiar la política pública destinada a atender con servicios de salud a personas que no cuentan con seguridad social.

Lo grave, abundó, es que, en ese proceso, ha ocurrido una caída importante en la consulta médica.

  • El Insabi nunca logró ofrecer el número de consultas que dio el Seguro Popular y el IMSS-Bienestar no trae un presupuesto para poder absorber la carga que va a implicar esa transición.
  • La especialista en finanzas públicas subrayó que el Insabi no operaría algún servicio público, sino que se convertiría en el cajón de recursos para financiar servicios para personas sin seguridad social.

Lo delicado, añadió, es que el Fonsabi ha funcionado como caja chica del gobierno: Le deposita recursos a finales del año y se registran como gasto en Salud ejercido en ese ejercicio fiscal, pero no necesariamente se ejecutan en el año.

Se contabilizan como ya gastados, aunque solo se hayan guardado en el fideicomiso o incluso si los hayan regresado a la tesorería, que los puede destinar a otra cosa.

Mariana Campos recordó que para el presupuesto 2023, el gobierno solicitó la aprobación para que los recursos del Fonsabi se pasen a la Tesorería.

  • Un escenario de lo que podría pasar con esos recursos es que entren a la Tesorería y ésta se los dé a la Secretaría de Salud, o los deposite, a su nombre, como inversión financiera a otro lado.
  • En el mejor de los casos puede enviarlos a un nuevo fondo con el que trabaje el IMSS-Bienestar, pero eso no está garantizado, porque al entrar a la hacienda pública no puede pasar nada de lo antes citado, ya que el presupuesto federal se puede ajustar y ese dinero no necesariamente lo puede gastar en el sector Salud.

La gran pregunta es por qué no se traza el derrotero que deba seguir ese recurso, una vez que salga del Fondo, expuso.

  • Además, se ha programado ya una salida de presupuesto vía inversión financiera del Programa de Atención a la Salud, con lo cual una determinada cantidad de dinero se podría ir a una empresa estatal o a un organismo descentralizado.

La especialista planteó que otro problema es que no ha habido suficiente transparencia sobre la forma en que se ejercen los recursos del Fonsabi.

  • En ese sentido Judith Senyacen Méndez, directora adjunta de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que es necesario que se rindan cuentas sobre en qué se utiliza el presupuesto del Fonsabi, ya que los recursos para la atención de enfermedades que pueden generar gastos catastróficos han tenido una baja de alrededor de 30 por ciento.

Mencionó que hoy no se sabe si el remanente del Fonsabi seguirá ocupándose como lo venían haciendo eI Insabi y Seguro Popular.

  • Lo positivo es que se hable de tener un fondo para poder financiar enfermedades costosas, que pueden conducir a gasto catastrófico de los hogares, sin embargo, el punto débil es que no necesariamente esos recursos se irían para ese tipo de atención, sino en general para el IMSS-Bienestar que, además, no está contemplando, al menos de inicio atención médica de tercer nivel.
  • Destacó que en el proyecto de presupuesto de egresos para 2023 todavía aparece el Insabi, por lo que se prevé que esa entidad estará haciendo transferencias de recursos al IMSS-Bienestar para ejecutar el programa de universalizar los servicios a la salud para personas sin seguridad social.

Indicó que el presupuesto para 2023 propone un aumento de 4.2% en términos reales para el sector salud, sin embargo se concentra en el IMSS e ISSSTE y el gasto per cápita aumenta para la población con seguridad social y disminuye para la población sin seguridad social con 2.1% menos que en 2022. Además se eliminan los programas de infraestructura social y mantenimiento.

  • Llamó la atención en que, debido a la forma en que se presentó el proyecto de presupuesto para 2023, no es posible tener una trazabilidad y seguimiento del gasto, porque, por ejemplo, varias unidades responsables tienen menor presupuesto, como la unidad responsable del Insabi, el Hospital Infantil, el Instituto Nacional de Pediatría, entre otros y hay un aumento de más de 1,300% en la Unidad de Administración y Finanzas, lo que quiere decir que se van a concentrar ahí los recursos para luego decidir a donde se van a canalizar.

Recordó que, de acuerdo con las recomendaciones internacionales al sector salud debería destinarse como presupuesto el equivalente a 6% del PIB nacional pero México destina la mitad y de esos, hasta hace unos años 1.2% era para el Seguro Popular pero para 2023 caerá a 0.8%, lo que quiere decir que se están destinando menos recursos para los servicios de salud para atender a los mexicanos sin seguridad social.

  • Preocupan los subejercicios: A su vez Enrique Martínez, consultor sobre políticas públicas del sector Salud destacó que por segundo año consecutivo, al menos en el papel, se observan crecimientos relevantes en salud; sin embargo, lo preocupante son los subejercicios, que tan solo en 2022 fueron de alrededor de 16,000 millones de pesos.

Enfatizó que eso ocurre en un contexto de pandemia, falta de medicamentos como para los niños con cáncer y la transición del Insabi a IMSS-Bienestar, y eso puede tener su explicación en falta de coordinación y planeación.

Mientras se consolida el IMSS-Bienestar vamos a tener los desatinos que han caracterizado al gobierno, por ejemplo, en el caso de adquisición de medicamentos e insumos una mezcla de compras consolidadas con individuales y quizá muchas adjudicaciones directas. Lo delicado, destacó, es que so genera rezagos.

Asimismo subrayó que el presupuesto para 2023 refleja una reducción importante en los recursos para adquirir medicamentos y vacunas, pues mientras para 2022 se aprobaron 103,000 millones de pesos, para 2023 se asignaron 86,000 millones de pesos.

Parte de la diferencia puede ser porque no se contempla en el presupuesto para el año siguiente la compra de vacunas para la Covid-19, apuntó.

  • Hemos visto que de momento ha sido todo improvisado; seguimos viendo tumbos. Ahora con esta decisión de convertir en organismo público descentralizado al IMSS-Bienestar vuelve a dejar en incertidumbre hacia dónde va el sistema de salud y la compra pública de los insumos requeridos por el sector. Son apuestas que no terminan una tras otra, abundó.

Vamos a ver un caso muy extraño: Un Insabi comprando medicamentos, materiales de curación y manejando los recursos de inversión en unidades médicas, mientras que el IMSS-Bienestar tendrá que pasar de atender cerca de 13 millones de personas a cerca de 80 millones, lo cual implica un esfuerzo monstruoso.

Critican especialistas rumbo de salud en México

Especialistas en salud advirtieron que, a cuatro años del inicio de este Gobierno federal, aún no hay un programa claro sobre hacia dónde va el sistema de salud.

En el conversatorio «El Futuro del Sistema de Salud en México: Una Visión Integral», también se pidió hacer un alto y reflexionar sobre qué camino tiene que transitar el país para avanzar en este rubro.

  • La académica del ITAM, Sofía Charvel, indicó en la Cámara de Diputados que las reformas estructurales implementadas desde 2017 han fragmentado todavía más el sistema de salud, porque están incompletas, no tienen maco normativo adecuado y carecen de una implementación correcta, algo que se agudizó por la pandemia de Covid-19.
  • Aseguró que primero se reformó el mecanismo de compra y distribución de medicamentos e insumos, pero éste sigue sin rumbo y sin cuentas claras; también, se creó el INSABI con el objetivo de dar cobertura universal a la población sin seguridad social, pero en este año ya fue eliminado y entró el programa IMSS-Bienestar como sustituto.

En el caso de este órgano descentralizado, llamado IMSS-Bienestar, aseguró que parece tener los mismos vicios que el INSABI, pues no tiene indicadores de salud y omite el tercer nivel de atención.

«El INSABI aún sigue existiendo, sigue en la Ley General de Salud, al igual que el programa IMSS-Bienestar dentro del IMSS para zonas rurales, pero ahora tenemos también al IMSS-Bienestar como órgano descentralizado que debe convenir con los estados para dar cobertura a la población sin seguridad social, todavía no hay reglas de operación», dijo.

«Lo que encontramos preocupante es que los estados parecen renunciar a la tutela del derecho a la salud de a población».

  • El objetivo del IMSS-Bienestar es atender a 60 millones de personas; es decir, 20 millones más de lo que atiende el IMSS y para ello se requerirían entre 200 y 500 millones de pesos que vendrían de aportaciones de los estados y del Fondo de Salud para el Bienestar, el cual inició esta Administración con 105 mil millones y actualmente le quedan sólo 37 mil millones, que deberán ser enviados a la Tesorería de la Federación.

«Estamos entrando ya en el cuarto año del Gobierno, no hay un programa claro de hacia donde va el sistema de salud, sólo está siguiendo indicaciones de que ahora será el IMSS-Bienestar, pero aún sin las reglas de operación que es urgente conocer», señaló.

  • Héctor Valle, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), explicó que en los últimos 30 años el sistema de salud ha enfrentado subinversiones, ya que se han dejado de destinar alrededor de tres puntos del Producto Interno Bruto. Además, agregó, hay escasez de médicos con 2.4 por cada mil habitantes, cuando la media de la OCDE es de 3.5.

Escasez de cardiólogos, geriatras y endocrinólogos.

«Si seguimos haciendo salud como ahora, para 2030 vamos a requerir más de 300 mil médicos, además de las especialidades que se requieren y geografías donde se requieran, es un reto importante que nos obliga a repensar como trabajamos de mejor manera», sostuvo.

El especialista dijo que es necesario hacer un alto para ajustar el sistema de salud.

«Con todos esos cambios realmente en muy poco tiempo hay muchísimas cosas pasando y necesitamos volver a parar y afinar el sistema para que realmente podamos volver a hacer que haya acceso en materia de infraestructura, personal, medicamentos y dispositivos», advirtió.

Acusan tropiezos del gobierno federal en decisiones de salud pública

Prueba y error. Así han sido las políticas en materia de salud durante este sexenio. Mientras el gobierno experimenta, la población sufre las consecuencias de algunas decisiones fallidas que han provocado escasez de fármacos, atención médica insuficiente y gastos adicionales, explicaron especialistas del sector.

La desaparición del Seguro Popular, el cambio en el modelo de compras de medicamentos y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) son los principales errores en salud del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, coincidieron los expertos.

“Este gobierno ha creado tres tsunamis en materia de salud”, describió Salomón Chertorivski, ex secretario de Salud.

“Tenemos un problema serio en los instrumentos de atención para la no derechohabiencia; tenemos un problema serio no resuelto en la planeación, compra y abasto de medicamentos, y tenemos un serio problema con los rezagos generados a partir de la pandemia”, detalló en entrevista.

  • La desaparición del Seguro Popular: Aunque era perfectible, indicó, el Seguro Popular atendía a 53 millones de personas y este gobierno lo desapareció sin evaluar el impacto de esa decisión.

Para sustituir al Seguro Popular, las autoridades crearon el Insabi. Sin embargo, este organismo fue una “entelequia”, porque se creó sin reglas, funciones y procesos claros para atender a la población sin seguridad social, afirmó.

La consecuencia fue que más personas se quedaron sin acceso a un mecanismo de protección en salud, indicó.

“Decidieron destruir todo sin tener claridad de lo que tenían que construir. Simplemente, entre 2018 y 2020, 15 millones de mexicanos y mexicanas que ya tenían un mecanismo para financiar y atender su salud declararon que ya no lo tenían, que lo habían perdido”, explicó.

  • Dos años después, luego de que el Insabi no cumpliera la meta de otorgar atención médica y fármacos gratuitos a toda la población sin seguridad social, el gobierno federal transfirió esa responsabilidad al IMSS-Bienestar, al transformarlo de programa institucional a organismo público descentralizado.
  • “Tan es claro que el intento del Insabi fracasó que el propio gobierno, al intentar un nuevo mecanismo, pues está confirmando que, en efecto, fracasó el anterior”, dijo Chertorivski, ahora diputado federal de Movimiento Ciudadano.
  • Aunque el IMSS-Bienestar ha sido un programa exitoso en la atención de comunidades rurales, es probable que fracase en la nueva encomienda porque se repite el error: lo crearon sin un diagnóstico acertado y sin los recursos necesarios, sostuvo.

“Es muy preocupante porque van a ser otra vez dos años perdidos y se va a agravar otra vez la situación para la población no derechohabiente de la seguridad social, y con un agregado: en el afán del IMSS por cumplir esta nueva ocurrencia del presidente, van a tener que distraer recursos del IMSS del régimen ordinario para atender el nuevo sistema. Entonces, estamos destinados a un nuevo fracaso”, consideró.

  • Las compras de medicamentos: Salomón Chertorivski mencionó que la segunda mala decisión de este gobierno fue la destrucción del sistema de compra y distribución de medicamentos. Primero, recordó, se le quitó esa responsabilidad al IMSS para transferirla a la Secretaría de Hacienda.

Más tarde, el gobierno decidió que las compras las llevaría a cabo la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).

“Se intenta otra improvisación y vuelve a salir mal. Estamos en el peor de los escenarios porque no se ha resuelto, se pulverizó la compra y se les dio casi casi la instrucción a las instituciones de ‘oigan, sálvese el que pueda’. Entonces, hoy el mercado está más caro, está peor. Estamos con un desabasto que no parece tener solución y lo estamos pagando todos”, lamentó.

Enrique Martínez Moreno, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam), explicó que era innecesario el convenio de compras con la UNOPS porque México cuenta con instituciones, leyes y experiencia para realizar compras de gran magnitud.

“Fue una improvisación del todo”, afirmó.

Detalló que los resultados lo muestran. Para los insumos de 2021, la UNOPS logró adjudicar apenas el 50% de las claves requeridas, expuso. Lo que llevó a las instituciones de salud a realizar compras emergentes a través de adjudicaciones directas para cubrir los faltantes.

  • Señaló que en 2021, por cada contrato que se tenía con UNOPS, había otros 40 contratos en paralelo para adquirir la misma clave de medicamentos. En otros casos había hasta 200 contratos paralelos.
  • Aunque el gobierno dijo que con las compras que hizo la UNOPS se ahorraron 11,000 millones de pesos, la adquisición de los insumos que no logró este organismo internacional representaron un gasto adicional de 4,500 millones de pesos, sostuvo.
  • Agregó que 2021 es el año con más desabasto en dos décadas. Mientras que, en promedio, en México se adquieren entre 1,600 y 1,800 millones de piezas de insumos médicos cada año, en 2021 apenas se compraron 1,300.

Entre los insumos que la UNOPS no adjudicó se encuentran fármacos de alto consumo, como los de diabetes e hipertensión arterial. Esto propició que las instituciones de salud no pudiesen cumplir con la atención plena hacia los pacientes, afirmó, y que enfrentaran mayores presiones financieras.

  • “Y, por supuesto, habría que agregar otros costos. El simple y sencillo hecho de que un paciente no atendido seguramente ha tenido mayores complicaciones en su salud y va a generar mayores costos en los siguientes años”, explicó en entrevista.

Después de los resultados de este convenio, el Insabi anunció que cerraría los contratos con la UNOPS y que las compras las haría de nuevo el instituto con la Secretaría de Hacienda.

  • Sin embargo, a Martínez Moreno también le preocupa esa decisión porque, consideró, el Insabi tampoco ha sido un gestor de compras eficaz. “El reto que viene ahora para 2023-2024 parece que puede incrementar todavía la incertidumbre para garantizar un abasto adecuado”, advirtió.

Carlos Salazar, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores para la Salud, explicó que en este gobierno ha sido un reto la compra de insumos médicos por la falta de planeación.

Los fabricantes de dispositivos médicos y fármacos, expuso, requieren de al menos 6 meses de planeación para obtener materia prima y terminar los procesos de fabricación. Por ello, algunos participantes dejaron de participar en las licitaciones.

  • La gestión de la pandemia: El diputado federal Salomón Chertorivski señaló que otro grave error fue la mala gestión de la pandemia de covid-19.

Esto provocó mayores rezagos en salud por la falta de atención médica a otros padecimientos y por las secuelas que ha causado el nuevo coronavirus, explicó.

“Entonces, adicional a las más de 750,000 personas que fallecieron en la pandemia, eso en sí ya es la mayor tragedia sanitaria que ha tenido México, y que debemos seguir cuestionando y tiene que haber responsabilidad, tenemos muchas consultas que no se hicieron, cánceres que no se atendieron, diabetes que se dejó de atender, vacunación que cayó. Y todos esos rezagos los vamos a tener que resarcir en los próximos tiempos».

Fragmentación, opacidad, falta de recursos y duplicidad con IMSS-Bienestar

La salud es una de las necesidades prioridades que el gobierno debe cumplir, por lo que el 31 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto para crear el organismo público descentralizado llamado Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar) como parte de la Administración Pública Federal.

  • Por lo que a partir de este 1 de septiembre, IMSS-Bienestar es una institución pública, con personalidad jurídica y patrimonios propios, que podrá firmar acuerdos y celebrar convenios para atender a las personas que no cuentan con seguro social.
  • Con el fin de brindar atención integral, gratuita, médica y hospitalaria con entrega de medicamentos a personas sin afiliación a seguridad social bajo los criterios de universalidad e igualdad.
  • Brindando con recursos presupuestarios, materiales, capital humano, financieros e infraestructura que le transfieran los gobiernos estatales con los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, así como recursos federales que determinen.

Por o que se permitirá el acceso progresivo, efectivo, oportuno, de calidad y sin discriminación al Modelo de Atención Integral a la Salud del IMSS o Bienestar.

“Para cumplir con su objeto, el IMSS-Bienestar contará con los recursos presupuestarios, materiales, humanos, financieros y de infraestructura que le transfieran directamente los gobiernos de las entidades federativas con cargo a recursos propios o de libre disposición, o bien, con los recursos del fondo de aportaciones a que se refiere el artículo 25 de la Ley de Coordinación Fiscal (…), así como, en su caso, aquellos recursos federales etiquetados que se determinen en las disposiciones aplicables”, señala el decreto publicado en el DOF.

¿Insabi fracasó?

Si bien el nacimiento de la institución sustituye al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), que atiende a la población sin seguridad social, también fungirá como organismo público descentralizado, sectorizado por la Secretaría de Salud.

Es decir, habrá dos organismos que atiendan la salud de los mexicanos, IMSS-Bienestar por decreto e Insabi por la Ley General de Salud.

  • Para que IMSS-Bienestar comience con las operaciones se deberán firmar acuerdos con las entidades federativas -hasta el momento son 15- que gusten incluirse, así como transferir su infraestructura y personal; mientras que 8 estados cuentan con acuerdos con Insabi, lo cuales algunos son recientes como el caso de Nayarit, Colima y Tlaxcala.

Por lo que expertos prevén duplicidad entre los dos organismos públicos descentralizados, uniéndose el mismo Seguro Social ordinario y Pemex.

  • Aunque, como con Insabi, no se transparenta el incremento de presupuesto para atender a la población; sin olvidar que no se menciona si se incluirá el tercer nivel de atención -atención brindada por hospitales de alta especialidad-, solo especificando el primer y segundo nivel con especialidades médicas básicas de pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía, anestesiología y urgencias.

Aunque otros especialistas instigan a que la creación del IMSS-Bienestar ayudará a mitigar el fracaso del Insabi, ya que “de alguna forma se acepta que el Insabi no funcionó como se esperaba”, mencionó Rodolfo de la Torre, coordinador de movilidad social en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

  • Especialistas alertan fragmentación: Ante estas opacidades, especialistas alertaron que lejos de unificar los sistemas de salud, se podría fragmentar un más, aunado a la asignación de recursos.

Para Octavio Gómez-Dantés, del Centro de Investigación en Sistema de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, la transferencia de 70 millones de derechohabientes no se podría garantizar ni en cinco años de gestión.

  • “No parece haber una idea clara que hacia donde quieren avanzar, no hay una estrategia de corto y mediano plazo en la que se definan los ojetivos ni los recursos que se van a utilizar. Seguimos quedándonos en la indefinición”, mencionó Gómez-Dantés.

Mientras que para la investigadora Judit Méndez del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria se mantienen la carencia presupuestal que tuvo Insabi; “no se definen servicios incluidos por nivel de atención ni cómo se esperaría cubrir los servicios de especialidad que llevan a mayor gasto de bolsillo de los hogares”.

  • No es la primera versión: Desde 1979, se ha proyectado la incorporación de IMSS con el sistema de salud gubernamental, aunque con otros nombres; en el gobierno de José López Portillo se tenía planteado IMSS-Coplamar.
  • Con Carlos Salinas de Gortari fue IMSS-Solidaridad; para el nuevo siglo con la administración de Vicente Fox se planteaba el nombre de IMSS-Oportunidades; mientras que tomo el nombre de IMSS-Prospera con Enrique Peña Nieto, para finalmente consolidarse IMSS-Bienestar con el gobierno de AMLO.

Insuficientes, recursos en sector salud para el 2023: expertos

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Centro de Investigacion Económica y Presupuestaria (CIEP), para el 2023 se pretende destinar al sector salud 892,849 millones de pesos (mdp), un alza de 4.2% en términos reales respecto al año pasado, cuando se autorizó 856,641 mdp.

  • Especialistas consultados señalan que si se espera que instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), operen sin escasez de medicamentos y con servicios de calidad, el gobierno federal tiene que velar por el incremento en el presupuesto para la salud de los mexicanos.

Judith Senyacen Méndez, directora adjunta de Investigación y Especialista en Finanzas Públicas y Salud del CIEP, explicó que no se puede tener un avance en la cobertura universal de la población en temas de salud sin destinar mayores recursos.

“Sí se requieren mayores recursos, los aumentos han estado al margen en este año y no alcanzan para atender la población sin seguridad social, pero por ejemplo el año pasado sí se registró un incremento importante, sin embargo, los recursos ejecutados actualmente son de alrededor de 70% de lo programado”, señaló.

Promesas de campaña

Por otro lado, la especialista comentó que durante la campaña para llegar a la Presidencia (2018), López Obrador prometió que el gasto en salud se incrementaría un punto porcentual con relación al PIB, no obstante, hasta el momento no se ha llegado a ese objetivo.

  • “En ese entonces el gasto en salud en relación al Producto Interno Bruto (PIB) era menor de 3%, ahora es de 2.7%, aproximadamente, no ha cambiado prácticamente”, dijo Senyacen Méndez.

No obstante, señaló que este problema no sólo pertenece a esta administración, sino a las anteriores que tampoco mostraron interés en el sector.

  • El presidente López Obrador ha asegurado que busca dejar al sistema público de salud con un funcionamiento ejemplar.
  • Sobre ello, Rodolfo de la Torre, coordinador de Movilidad Social en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, dijo que México está lejos de tener instituciones públicas en salud de calidad.

Aseveró que para instituciones como el ISSSTE, IMSS o Insabi, México debe destinar, al menos, 5% del PIB.

De la Torre destacó, sin embargo, que actualmente solo se invierte 2.5 por ciento.

  • En paralelo, Senyacen Méndez comentó que otros países como Argentina destinan hasta el 9% de su PIB en su sistema de salud.

Bancada del PAN propone restitución del Seguro Popular

Tras la aprobación de la reforma para que se extinga el Insabi para sustituirlo por el IMSS-Bienestar, la bancada del PAN presentó una iniciativa para solicitar la restitución del Seguro Popular.

  • El diputado albiazul, Román Cifuentes Negrete presentó el proyecto a nombre de su grupo parlamentario, y señaló que tras el “fracaso” del Insabi, resulta urgente que regrese el modelo anterior.
  • “Es urgente y fundamental: El Seguro Popular era una política que sí funcionaba, que sí garantizaba atención a las familias, que sí garantizaba la atención a niños con cáncer, que sí garantizaba la atención a personas con padecimiento crónicos”, indicó.

El legislador panista recriminó a la bancada de Morena por “tardarse” en reconocer que el Insabi no funcionó.

“Son unos cínicos ¿por qué se tardaron tanto en reconocer su fracaso? ¿por qué condenaron a la muerta a tantas mexicanas y mexicanos? Necesitamos un seguro popular que cuando haya una pandemia no seamos el peor país en su manejo, un seguro que no deje morir a sus médicos y enfermeras” reclamó.

  • Tras la presentación, Cifuentes Negrete pidió al pleno que su iniciativa fuese tratada en el pleno como de “urgente resolución”, sin embargo, la propuesta fue rechazada por la mayoría de Morena y sus aliados del PT y PVEM.

Desaparición del Insabi “costará más vidas de las que hemos perdido”

  • Salomón Chertorivski, diputado federal por Movimiento Ciudadano (MC), condenó que Morena quiera desaparecer el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para integrarlo al Instituto Mexicano del Seguro Social-Bienestar (IMSS-Bienestar), pues esta decisión, además de reconocer que la decisión de AMLO fue un fracaso, costará más vidas.

Durante su participación en la sesión ordinaria de este martes 25 de abril, el también ex titular de la Secretaría de Salud (SSa) durante el sexenio de Felipe Calderón sostuvo que “la peor decisión que tomó López Obrador fue la desaparición del Seguro Popular”, pues, de acuerdo con su narrativa, esta determinación partió del desconocimiento.

  • El diputado de la bancada naranja explicó que con la desaparición del Seguro Popular se dejaron en la indefensión a 53 millones de mexicanas y mexicanos. Además, cabe recordar que cuando el Insabi inició operaciones no tenía un reglamento claro. Además, en el contexto de la pandemia por COVID-19, el sistema de salud evidenció sus más grandes necesidades.

“Las decisiones sin evidencia cuestan vidas: 40 millones de consultas no ofrecidas, cuatro años perdidos de esperanza de vida, 15 millones de personas que perdieron cobertura de salud y 3 mil niñas y niños muertos a falta de medicamentos contra el cáncer”

Aunado a ello, la incorporación del Insabi a IMSS-Bienestar, sostuvo, demuestra una falla en la administración del sector, pues dicha institución, tendrá que disponer de los recursos de los derechohabientes para poder brindar servicios sanitarios al resto de la población que no cuenta con seguridad social.

“Sus recursos serán desviados para tratar de sacar este nuevo esperpento que dolorosamente fracasará y costará más vidas de las que hemos perdido”

A pesar de sus quejas, el grupo parlamentario mayoritario, integrado por Morena, PT y PVEM, aprobó en lo general la iniciativa presentada por Emmanuel Reyes, presidente de la Comisión de Salud, en la que se materializa la desaparición del Insabi. Con 267 votos a favor, 222 en contra y una abstención, la Cámara avaló la iniciativa.

  • Para argumentar la iniciativa expuso que, de acuerdo con el Consejo Nacional de la Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval), 22.4 millones de mexicanos no tienen acceso a servicios médicos, por lo que eliminar la fragmentación del sector podría garantizar el acceso a la salud. De tal modo, para materializar dicho propósito, planteó modificar la Ley General de Salud (LGS).

“Con el fin de cambiar esta situación y garantizar el derecho humano a la salud, hoy presento esta iniciativa que tiene por objeto contribuir a crear un sistema de salud único”, declaró al presentar su iniciativa y expuso que ésta se basa en cuatro puntos.

  1. Incorporar el Sistema de Salud para el Bienestar para la concurrencia de la federación y los estados en la prestación de servicios de salud a las personas que no cuentan con Seguridad Social.
  2. Configurar el ámbito de acción en las instituciones públicas de salud federal, donde la Secretaría de Salud (SSa) fungirá como organismo rector y el IMSS-Bienestar como organismo ejecutor.
  3. Se fortalece la rectoría de la SSa, particularmente en materia de salud pública con la creación del Servicio Nacional de Salud Pública.
  4. Se eliminan las cuotas para acceder a los servicios de salud, lo que representa un residuo normativo del Sistema de Protección Social en Salud-Seguro Popular.

Cabe recordar que, desde que estaba en campaña, el presidente López Obrador condenó la creación del Seguro Popular durante el sexenio de Vicente Fox, pues éste atienden a lógicas neoliberales que, día a día, alejaban a la población del sector salud, imposibilitando que la población se atienda en clínicas. Al respecto, AMLO reiteró la frase “ni es seguro, ni es popular”, por lo que dio pie a la creación del Insabi./Agencias-PUNTOporPUNTO

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