Mala POLÍTICA ENERGÉTICA y DEFICIENTE INFRAESTRUCTURA ponen en Riesgo Nearshoring

El nearshoring traerá una gran demanda de energía eléctrica, misma que puede ser ofrecida por la CFE, el problema está en las líneas de transmisión, donde no se ha invertido lo suficiente

La calificadora de riesgo Moody’s Investors Services ubicó tres principales amenazas que pueden limitan el potencial del nearshoring en México.

  • Se trata de las limitaciones de infraestructura, los obstáculos de la política pública y los cambios climáticos, de acuerdo con un reporte que publicó este jueves la calificadora.
  • La política energética actual ha dañado “la confianza de los inversionistas y ha creado incertidumbres regulatorias constantes”, detalló Moody’s en un reporte este jueves.

La infraestructura de transmisión nacional ha mostrado mayores niveles de congestión, lo que limita la conectividad interregional. Por otro lado, la escasez de agua en los centros industriales mexicanos más cercanos a Estados Unidos desalienta una mayor inversión relacionada con el nearshoring, señala la firma.

  • La política energética del gobierno federal, que favorece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha sido un obstáculo para el desarrollo de proyectos privados de generación renovable, agrega Moody’s.
  • En México, el acceso a energías renovables sigue siendo limitado, por el contrario, las multinacionales continúan con sus procesos de producción sostenible y sus objetivos de descarbonización.

El año pasado, México generó sólo alrededor de 22% de su electricidad total a partir de cuentes renovables, por debajo del compromiso de generar un 35% para el próximo año, superando únicamente el 19% de India.

Brasil encabezó la lista de generación de electricidad a partir de fuentes renovables con un 91.2%.

  • El potencial de inversión en nearshoring en el país aumentaría con una política pública que de prioridad a la generación renovable y fomente la inversión privada. Asimismo, una mayor demanda de electricidad y menores cargas de gasto de capital, beneficiarían la calidad crediticia de la CFE, aseguró Moody’s.
  • La percepción de estabilidad del marco regulatorio mexicano también respaldaría la calidad crediticia de los emisores de regulación de energía como Cometa Energía, Electricidad Firme de Mex Hold, Fe Energy VI y México Generadora de Electricidad.
  • Otra de las limitantes, a decir de Moody’s tiene que ver con los espacios industriales, que actualmente tienen una ocupación de 98%. Tanto ellos como los arrendatarios necesitan acceso confiable a la infraestructura eléctrica del país, que actualmente no puede satisfacer la creciente demanda.

Los riesgos climáticos, asociados con la falta de agua y las sequías pueden obstaculizar la manufactura, sector productivo ubicado en el centro-norte y norte del país; las dos regiones son “vulnerables a los riesgos de estrés hídrico”, señaló.

Para las empresas de producción y manufactura el agua es un “componente crítico”. La falta de agua solo se puede mitigar de forma parcial con el uso de agua reciclada y con un uso más eficiente de este recurso.

Puede el ‘nearshoring’ agravar disparidad regional

La relocalización de cadenas de suministro hacia México, proceso conocido como nearshoring, conlleva “el riesgo de empeorar las disparidades regionales y económicas existentes”, debido a que atraería inversión sobre todo hacia la zona norte del país y el Bajío, reconoció Moody’s.

  • La calificadora de riesgo explicó que varias empresas han anunciado la intención de reasignar instalaciones y construir plantas en México, pero se estima que aumente a corto plazo. “La entrada de inversiones medibles comenzó en 2022 y se intensificará en los próximos dos o tres años”.
  • La mayoría de esos recursos se prevé que vayan a empresas de los sectores automotor, inmobiliario y de tecnología de las comunicaciones, los cuales ya tienen una gran presencia en el norte y la región Bajío del país, por lo que ya están bien integrados con la cadena de suministro de América del Norte.

A corto plazo, las instituciones financieras se beneficiarán de una mayor demanda de crédito corporativo de los proveedores locales, lo que ayudará a desarrollar la capacidad para atender las inversiones del nearshoring. Sin embargo, el sistema financiero de México todavía no muestra fuertes ganancias de esta actividad, reportó la calificadora.

  • Si bien el cambio traerá beneficios tangibles a sectores y estados específicos de México, sin algunos cambios estructurales la relocalización por sí sola no ampliará las perspectivas de crecimiento a mediano plazo del país más allá de la marca de 2 por ciento, advirtió Moody’s.
  • Las deficiencias de infraestructura, los obstáculos de política pública y los riesgos climáticos físicos plantean las principales barreras estructurales que limitarán los beneficios del nearshoring. Lo mismo que la escasez de agua, que podría desalentar la inversión para industrias con uso intensivo del líquido, explicó.

La escasez de agua y la exposición a las sequías pueden obstaculizar la manufactura, que se concentra en los estados del centro-norte y norte de México, ambas regiones que son especialmente vulnerables a los riesgos de estrés hídrico.

Los suministros de agua están disminuyendo en los estados áridos y ya muy industriales de Nuevo León, San Luis Potosí y Chihuahua, y aumentará la competencia por el abasto de agua, refirió.

  • “Las empresas de producción y fabricación que dependen en gran medida del agua como componente crítico de las operaciones corren el riesgo de una disponibilidad sustancial y limitaciones reglamentarias del agua. Este riesgo sólo puede mitigarse parcialmente mediante el uso de agua reciclada y mediante una gestión más eficiente del líquido.”

Cenace y CRE ponen trabas a la transición

De acuerdo con el escrutinio realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), entre 2019 y septiembre del 2022, de las 554 solicitudes para la entrada en operación de plantas de generación y suministro en la industria eléctrica sólo 100, es decir apenas el 18 por ciento, consiguieron el permiso para funcionar y el resto no fueron consideradas para que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) les permitiera entrar en función.

  • La mayoría de las solicitudes rechazadas por la institución reguladora fueron de centrales de generación de energía eléctrica limpias y renovables, financiadas por capital privado, lo que, de acuerdo con la Auditoría, ha provocado una menor oferta que pueda impactar en una baja en los precios para los consumidores.
  • Aunado a esto, se suman los permisos detenidos por la CRE, que alcanzan los mil 900 megawatts de parques renovables listos para arrancar. Los permisos corresponden en aproximadamente 900 megawatts a generación eólica, además de otros mil megawatts de generación fotovoltaica.

Dicho volumen, correspondería a casi 10 por ciento de la generación mediante estas tecnologías instalada en el país.

“Hoy en día, la política energética debe dar prioridad a combatir el cambio climático a través de las renovables, el problema en México es que la CFE ha decidido invertir lo mínimo y aparte le han cerrado las puertas a las empresas privadas que quieren invertir en proyectos de energías renovables por eso han decidido retirar gran parte de su capital”, comentó Gonzalo Monroy, analista de la consultora GMEC.

  • Al cierre de 2022, la inversión en energías renovables en México por parte de la firma española Iberdrola, se ubicó en 15.6 millones de euros, es decir 38 por ciento menos que los 25.1 millones invertidos en 2021 y muy por debajo de los 242.5 millones de euros que la empresa habría invertido en México en 2020, antes de que se aprobara el paquete de reformas a la Ley de la Industria Eléctrica.

Líneas de transmisión son insuficientes

La justificación del Cenace para negar permisos de privados para generar energías limpias es que en los próximos cuatro años se incrementará el congestionamiento de energía en el Sistema Eléctrico Nacional.

  • El nearshoring traerá una gran demanda de energía eléctrica, misma que puede ser ofrecida por la CFE, el problema está en las líneas de transmisión, donde no se ha invertido lo suficiente y mientras no se haga, seguirá siendo el ‘talón de Aquiles’ para el desarrollo de nuevos proyectos de generación eléctrica, explicó Gonzalo Monroy.
  • Según los últimos datos públicos del Cenace, en 2021 sólo se construyeron 52 km de líneas de transmisión, representando un insignificante incremento de 0.05 por ciento del total de la red. Además, de los 167 proyectos de ampliación instruidos por la Secretaría de Energía (Sener) de 2015 a 2021, solo seis han sido completados.

“El gobierno sabe que tiene un problema con las líneas de transmisión, pero como CFE quiere tener una mayor participación en el área de generación eléctrica, ha tratado de minar la competencia para mantener el control total de la red de transmisión, lo que hace que esta batalla por nuevas inversiones no sea tan fácil como podría llegar a ser con otras circunstancias regulatorias”, agregó el analista de GMEC.

Finalmente, afirmó que, si CFE no invierte en las líneas de transmisión, será imposible ampliar la capacidad de generación de energía eléctrica, incluidas las energías limpias, lo que será un problema para las industrias que se instalen en el país, que demandarán grandes cantidades de electricidad./PUNTOporPUNTO

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