El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha provocado los problemas en materia energética con Estados Unidos y Canadá debido a un interés por restaurar la “gloria perdida de la nacionalización del petróleo”, aseguró el Washington Post en una editorial.
- De acuerdo con una de las más duras editoriales del diario estadounidense, el mandatario mexicano es “un peculiar populista cuya visión del mundo se centra en restaurar lo que malinterpreta como la gloria perdida de la nacionalizada industria petrolera de México”.
En la editorial, el Washington Post asegura que México y Estados Unidos deberían abordar problemas bilaterales, como la migración, la pandemia o la inflación, en un “ambiente de calma y cooperación mutua, sin irritaciones gratuitas a esta vital relación bilateral”, pero que desde la llegada al poder de López Obrador ha sido imposible.
“Desafortunadamente, tal irritación es muy probable mientras Andrés Manuel López Obrador ocupe la presidencia de México”, asegura la editorial.
- El presidente mexicano ha impulsado una mayor participación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electoral (CFE) en el mercado, lo que ha provocado que sus socios comerciales, Canadá y Estados Unidos, soliciten consultas en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), entró en vigor el 1 de julio de 2020.
“López Obrador ha seguido presionando por un mayor control sobre los mercados energéticos de México, hasta el punto en que sus políticas ahora podrían violar los términos del pacto comercial con Estados Unidos y Canadá (USMCA, en inglés). La administración de Biden no tiene más remedio que responder”, afirma el Washington Post.
El medio acusa que las políticas mexicanas, que dependen en gran medida de los combustibles fósiles como el petróleo, no sólo van en detrimento de la participación de las empresas privadas estadounidenses, sino que también han puesto a México en riesgo de no cumplir con sus compromisos ambientales.
- En el Congreso estadounidense una coalición bipartidista ha externado su preocupación por la política de López Obrador, así como diversas cámaras empresariales. De no tener una resolución en 75 días a partir del comienzo de las consultas, el proceso podía convertirse en una disputa formal en la que se podrían implementar aranceles si se determina que México violó el acuerdo.
Para The Washington Post, este sería el peor escenario para los consumidores mexicanos, que se verían obligados a pagar más por la energía y aseguró que el presidente mexicano debería preocuparse por el posible daño al prestigio del país.
“López Obrador debería estar más preocupado de lo que parece por el daño al prestigio internacional de México causado por las contradicciones entre su política energética y los compromisos climáticos internacionales del país”, indica la editorial.
- El medio aprovechó para referirse a la ocasión en la que López Obrador dijo que “no va a pasar nada” con el reclamo del gobierno de Estados Unidos por su política energética y en especial sobre el petróleo. Misma en la que pidió poner en su conferencia matutina la canción “Uy, qué miedo” de Chico Che para responder a las críticas.
“Está disfrutando de una fiebre nacionalista, burlándose de la solicitud de consultas de Estados Unidos en una conferencia de prensa reciente. Esto fue especialmente inapropiado, y ominoso, en el contexto de otros estallidos recientes en los que el presidente mexicano ha calificado a sus críticos de ‘traidores’”, afirma la editorial.
Desencuentros entre México y EU se mantendrán
En la relación bilateral entre México y Estados Unidos hay temas difíciles como la pandemia de covid-19 y la problemática migratoria que se deben atender “con calma y una atmósfera de cooperación” y sin “irritaciones gratuitas”, recomienda en uno de sus editoriales el diario estadunidense The Washington Post.
“Desafortunadamente este tipo de irritantes es probable que permanezcan mientras Andrés Manuel López Obrador ocupe la presidencia de México”, acota el influyente rotativo estadunidense.
La disputa de México con Estados Unidos por su política energética
México se enfrenta a los reclamos comerciales de inversionistas de empresas energéticas estadounidenses. Su alegato es que las reglas del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se han roto, pues el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha privilegiado a las empresas locales de hidrocarburos y electricidad, fracturando así el acuerdo comercial vigente.
- La inconformidad se ha extendido al gobierno canadiense. Este ha anunciado que apoyará al gobierno de Joe Biden en la revisión de las políticas mexicanas que afectan, según su perspectiva, algunas de las reglas del T-MEC en materia de energía.
El objetivo de EE.UU. y Canadá: reformas energéticas
Para Horacio M. De Uriarte, socio de Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes, es poco probable que la controversia contra México se resuelva en las mesas de discusión que preceden a los paneles, pues para ello el gobierno de López Obrador tendría que echar atrás una serie de reformas en materia eléctrica que, incluso, se encuentran suspendidas por Tribunales.
“En realidad, lo que Estados Unidos y Canadá están impugnando son medidas que no han entrado en vigor, como las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica. En los hechos, lo que va a pasar es que se va a arrastrar el periodo de consulta y no saldrá nada. Puede que al siguiente gobierno le toque resolverlo”, expone De Uriarte.
- El especialista en las prácticas de energía e infraestructura agrega que en el capítulo 8 se establece que, si bien México puede reformar sus leyes y Constitución según sus intereses, las modificaciones deben salvaguardar los acuerdos contenidos en el Tratado.
Además, el gobierno de Estados Unidos considera que se rompen las reglas del TMEC porque se ha otorgado una prórroga exclusivamente a Pemex en relación con la obligación de cumplir con las especificaciones de niveles máximos de contenido de azufre en diésel automotriz, además de haber favorecido a transportistas que adquieren insumos comprados a Pemex y a CFE.
Acciones de inversionistas y posibles sanciones a México
En los últimos meses, el presidente ha recibido misivas del Congreso de Estados Unidos, así como visitas de altos funcionarios del gobierno estadounidense para conciliar los reclamos de los empresarios energéticos de la Unión Americana.
- Las conversaciones no dieron resultado y, ante ello, se prevé iniciar una etapa de consultas entre países que durarán 75 días y se extenderán hasta octubre. Machorro explica que este mecanismo se ha usado en tres ocasiones: Estados Unidos pidió consultas a Canadá por la distribución de cupos en el sector lácteo, mientras que Canadá lo hizo ante la Unión Americana por una medida de salvaguarda respecto de células fotovoltaicas. A su vez, México y Canadá establecieron este mismo proceso ante Estados Unidos por la interpretación y aplicación de reglas de origen en el sector automotriz.
- En el caso de la industria energética, indica el socio de Santamarina y Steta, los acuerdos podrían ser infructuosos, pues el gobierno mexicano sostiene que no hay violaciones al Tratado en esa materia, pues ni siquiera se incluyó.
De no lograr acuerdos en las consultas, se llevará a cabo un Panel de resolución de controversias, en el que México podría recibir una serie de sanciones arancelarias por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá. Los impuestos, agrega Machorro, pueden colocarse a beneplácito de los países afectados.
“Se van a imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, en los sectores en los que los americanos decidan. Lo hacen en donde ‘duele políticamente’, es decir, vamos a ver aranceles al agro, así como en el sector manufacturero, esto es peligroso, esa es la sanción que podría producirse”, puntualiza el socio de Santamarina y Steta.
- Pero ese sería solo el inicio de una serie de repercusiones contra México. Si bien la posibilidad de ir a un panel de resolución de controversias traería sanciones de Estado a Estado, hay otra ventana de afectaciones que tendría impacto sobre el gobierno de López Obrador e incluso para el siguiente presidente mexicano.
El T-MEC también contempla instrumentos de “reclamo” entre empresas o particulares y los Estados. Es decir, las empresas e inversionistas estadounidenses o canadienses podrían ir a juicio contra el gobierno mexicano, argumentando que no se cumplieron las reglas para garantizar sus inversiones y así pedir que se les paguen indemnizaciones.
Este proceso, narra Machorro, llevaría entre 3 o 4 años, por lo que se heredaría a la próxima administración.
- Para De Uriarte es complicado que las empresas vayan a interponer este tipo de juicios contra el Estado mexicano porque, además de ser extensos, las empresas extranjeras han encontrado sentencias favorables acudiendo a organismos de justicia locales, sin tener que echar mano de los instrumentos del Tratado entre los tres países.
No obstante, el socio de Mijares explica que la violación al T-MEC a manos del gobierno mexicano dificultará la negociación de otros acuerdos comerciales que están llevándose a cabo, por ejemplo el de cooperación con el Reino Unido que, con su salida de la Unión Europea, se está reformulando.
Fomenta México combustibles fósiles… y EU energías limpias
México destinará este año 503 mil millones de pesos en subsidios a gasolinas y electricidad doméstica, producida con gas y carbón como pieza clave para combatir la inflación, informó ayer el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
- En contraste, Estados Unidos está por emprender un ambicioso plan antinflacionario que pone en el centro el paso de una economía basada en combustibles fósiles hacia fuentes de energía más limpias. Invertiría en ello unos 738 mil millones de pesos por año durante una década.
- Para el Secretario de Hacienda, Ramírez de la O, de no existir el subsidio a la gasolina la inflación sería mucho mayor y el salario del trabajador se reduciría en 12 por ciento.
«Sin este paquete (IEPS y estímulos adicionales a combustibles), la inflación habría sido 2.6 puntos porcentuales mayor a lo que hoy es de 8.16, por eso es que entre otras razones la inflación de México está más baja que la de otros países, incluyendo Estados Unidos», expuso el Secretario ayer en la conferencia mañanera. Al dar a conocer los resultados del plan contra la inflación y la carestía, firmado con empresas del sector agroindustrial y autoservicios, dijo que el Presupuesto federal para 2022 considera 503 mil millones de pesos de subsidio a energéticos.
De ellos, 430 mil millones de pesos del paquete serán para subsidiar las gasolinas y 73 mil millones la electricidad doméstica.
En Washington, los demócratas llegaron a un acuerdo la semana pasada para impulsar en el Senado la llamada Ley de Reducción de la Inflación 2022. El plan propuesto por el Presidente Joe Biden contempla créditos fiscales a empresas generadoras de energía limpia y consumidores de autos y electrodomésticos eléctricos y de bajo consumo.
- Darían créditos fiscales para empresas que construyan nuevas fuentes de electricidad libre de emisiones; mantendría el crédito fiscal al consumidor de hasta 7 mil 500 dólares para la compra de vehículos eléctricos nuevos fabricados en Estados Unidos, y créditos de 4 mil dólares para vehículos eléctricos usados.
Además, otorgaría 9 mil millones de dólares en reembolsos para quienes compren y modernicen sus hogares con electrodomésticos eléctricos y 20 mil millones para programas que contribuyan a reducir las emisiones que provienen de la ganadería y la agricultura.
El proyecto de ley propone multas por el exceso de fugas de metano de los pozos petroleros y de gas, ductos y otras infraestructuras./Agencias-PUNTOporPUNTO