Petróleos Mexicanos (Pemex) registró sus mayores niveles de contaminación durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con el Informe de Sustentabilidad auditado de la petrolera, en 2022 sus emisiones de gases de efecto invernadero llegaron a 69 millones de toneladas, un nivel 49 por ciento por arriba de lo registrado en 2018.
- Para Carlos Asúnsolo, gerente de Investigación y Política Pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), estos niveles de contaminación se deben a que el gobierno de López Obrador priorizó desde un inicio las energías fósiles, pese a que la tendencia a nivel mundial es la transición hacia las energías limpias.
“Eso tiene una doble contradicción, primero apostar por profundizar el uso de combustibles fósiles en un contexto de emergencia climática, que es contrario a los compromisos en materia de cambio climático que el Estado mexicano asumió a nivel internacional, y por otro tampoco se acompañó de un fortalecimiento institucional y de presupuesto para las agencias encargadas de la seguridad ambiental”, comentó el especialista a El Sol de México.
- En 2018, último año de la administración de Enrique Peña Nieto, Pemex registró un total de 46.3 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI), una reducción de 6.2 por ciento respecto al año anterior, hilando dos años a la baja.
- A partir de 2019, con el inicio de la presente administración, la empresa productiva del Estado rompió esta tendencia a la baja y en 2021 alcanzó las 71.1 millones de toneladas de emisiones de GEI, siendo el nivel más alto en al menos una década.
De todas las subsidiarias de la empresa productiva del Estado, Pemex Transformación, que es el área encargada de refinar el petróleo crudo para convertirlo en combustibles, es la que más contamina con alrededor de 70 por ciento de las emisiones de CO2.
- El pasado lunes, en el marco del aniversario de la Expropiación Petrolera, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, presumió que en esta administración el Sistema Nacional de Refinerías incrementó en más del doble su producción, al pasar de 511 mil barriles diarios en 2018 a más de un millón en lo que va del año.
- Con este incremento en la producción de combustibles también creció la emisión de metano, un gas que resulta del proceso de refinación y que de acuerdo con el más reciente reporte de sustentabilidad de la petrolera pasó de representar 23 por ciento de las emisiones en 2018 a 32 por ciento en 2022.
La Academia de Ingeniería México indicó que la petrolera genera 10 por ciento de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero.
En su análisis Retos y perspectivas para el sano desarrollo de Pemex, el organismo destaca que las áreas de Exploración y Producción, así como Transformación Industrial son dos de los cinco emisores más importantes de contaminación del aire en el país, sólo detrás de la industria eléctrica, el transporte y la industria en general.
- El Consejo de Administración de Pemex aprobó su Plan de Sostenibilidad la semana pasada, el cual prevé entre 14 y 18 por ciento de sus recursos para inversión este año, y entre 10 y 14 por ciento anuales hacia 2030, para reducir sus emisiones.
- La petrolera prevé hacia 2030 una reducción de GEI de 61 por ciento en el área de exploración y producción, de 60 por ciento en refinerías y de 40 por ciento en procesamiento.
También, la estatal estima una disminución de 30 por ciento en sus emisiones de metano para el mismo año.
Además, Pemex considera un desembolso de hasta 420 millones de dólares para evitar que sus procesos liberen emisiones de dióxido de carbono de forma directa a la atmósfera.
- Los recursos, añade, se destinarán a varias acciones como la rehabilitación de maquinaria y la adquisición de equipo menos contaminante, así como el reforzamiento del programa actual de detección de fugas de metano y el monitoreo satelital diario para evitar estos fallos, entre otras.
- Respecto a las propuestas de cerrar las refinerías por parte de los candidatos a la Presidencia, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, el especialista de CEMDA subrayó que una transición energética justa debe acompañarse de un programa de capacitación para crear empleos y la generación de energías limpias.
“Casi la mitad de las emisiones en la industria provienen de Pemex y en particular las refinerías de Tula y Cadereyta, son las que más contaminan, y eso tiene serias implicaciones, la primera vinculada a los compromisos que ha asumido el Estado mexicano en materia de cambio climático y la segunda en los impactos que tienen en la salud (…) Pero no puede haber transición justa si no se toma en cuenta qué va a pasar con todas las personas que trabajan en ese sector”.
Pemex es el doceavo emisor de contaminantes en el mundo
- La estatal Pemex ha sido situada como una de los mayores contaminantes de los últimos 168 años, según un estudio publicado por la organización InfluenceMap. El organismo ha reunido en un listado a las 122 entidades de la industria energética y de cemento que son consideradas como los mayores emisores de gases contaminantes con datos que abarcan desde 1854 a 2022.
- Estas 122 entidades representan 72% de las emisiones de dióxido de carbono de estas industrias desde el inicio de la revolución industrial. La organización ha tomado a los productores de petróleo, gas, carbón y cemento porque históricamente han sido los principales impulsores del cambio climático.
- Pemex está en el doceavo sitio del listado que encabeza las industrias del carbón de China y de la antigua Unión Soviética. La organización ha dicho que Pemex ha sido el responsable del 1.3% de las emisiones de dióxido de carbono acumuladas en los últimos 168 años –con datos hasta el 2022–, aunque la estatal mexicana comenzó a operar apenas el siglo pasado.
La organización le atribuye a Pemex la emisión de 23,284 toneladas métricas de dióxido de carbono.
Chevron, ExxonMobil, British Petroleum (BP), Shell y ConocoPhillips se encuentran a la cabeza de las petroleras privadas que más han contaminado al ambiente, con el 11.1% de las emisiones históricas del dióxido de carbono de la industria energética y del carbón.
Por el lado de las estatales, Saudi Aramco, Gazprom, National Iranian Oil Company, Coal India Limited y la mexicana Pemex, han generado 10.9% de las emisiones.
«La investigación muestra exactamente quién es responsable del calor letal, el clima extremo y la contaminación del aire que está amenazando vidas y causando estragos en nuestros océanos y bosques. Estas compañías han ganado miles de millones de dólares en ganancias mientras niegan el problema y retrasan y obstruyen la política climática. Están gastando millones en campañas publicitarias sobre ser parte de una solución sostenible, mientras continúan invirtiendo en más extracción de combustibles fósiles», se lee en una de las fracciones del informe.
- En un listado que abarca los siete años siguientes a la firma del Acuerdo de París –entre 2016 y 2022–, la estatal Pemex también aparece como uno de los principales contaminantes, pero esta vez en el sitio 20 de un ranking que continúa liderando la industria de carbón china y la estatal Saudi Aramco.
El estudio dice también que las petroleras de propiedad estatal tienen menos cuidado al ambiente que aquellas de capital privado y con deuda circulante en los mercados.
Los efectos de la refinería de Tula
Francisco encontró el miércoles pasado, mientras barría el pasto, cinco palomas muertas en una de las áreas verdes que rodean el palacio municipal de Tula. Dice que es algo que no le sorprende, que es usual, que a veces son tres, cuatro o en ocasiones solo una. Pero que a diario sucede.
- Él ya sabe qué hacer. Amontona los pequeños cuerpos a un lado del pasto que retiró mientras hacía limpieza y después los tira con el resto de basura que ha juntado durante la jornada. Otro de los barrenderos de la zona confirma la versión y afirma que sí, que es algo “normal”. Él también ha recogido algunas.
- Para los habitantes de Tula, la muerte de las palomas es una señal clara de un problema mayor: la calidad del aire que genera la refinería «Miguel Hidalgo» de Pemex, ubicada en la cuenca de Tula, al suroeste del estado, en una superficie de 1,730 kilómetros cuadrados.
- A esta fuente de contaminación se suman la central termoeléctrica «Francisco Pérez Ríos» de la CFE, las cementeras Holcim-Apasco, Cemex, Lafarge Cruz Azul y Caleras Beltrán, además de empresas de la industria química, metalúrgica, metalmecánica que operan en la región.
La contaminación, aseguran, no solo está matando a las aves, sino que también está deteriorando gradualmente su propia salud. Las cifras exactas y el alcance del daño son inciertos para muchos residentes, ya que afirman que no hay información y que ni el gobierno federal ni estatal les han ofrecido ayuda al respecto.
Pero ellas y ellos, dicen, no necesitan de datos para saber lo que está pasando y para entender cuánto les perjudica todos los contaminantes que salen de los complejos. La señora Francisca, que atiende una pequeña peluquería en una de las localidades cercanas a la refinería, lo sabe y no porque se lo hayan contado.
- Desde hace más de 10 años vive con cáncer de estómago. Dice que los oncólogos que la atienden en la Ciudad de México le han platicado que su enfermedad se ha desarrollado en gran parte por el aire que respira.
- Ella, por ahora, está fuera de peligro, pero hace un listado de al menos cinco de sus vecinos que han fallecido en los últimos dos años también por cáncer: de estómago, de pulmones y de mama.
Un médico de uno de los centros de salud de la localidad dice que es complicado saber –después de la pandemia– cuánta injerencia hay de las emisiones de las estatales sobre las enfermedades respiratorias, pero sí de algo está seguro es que muchos de los casos de insuficiencia renal de la localidad están relacionados con la actividad industrial.
Ana Lilia Moreno, una de las investigadoras de México Evalúa, señaló que, tras estudiar la zona, una de las cosas que más sorprendió fue el impacto que tanto la refinería de Tula como la termoeléctrica generan en la calidad del aire y del agua que abastece a los habitantes de la ciudad y de otros pueblos aledaños como Bominthzá, situado justo en medio de la termoeléctrica de la CFE y la refinería Miguel Hidalgo.
“Las descargas de la refinería y posiblemente también de la termoeléctrica no tienen ductos particulares”, dice Moreno.
“Un mal necesario”
La refinería de Tula se localiza al suroeste del estado en una superficie de 1,730 kilómetros cuadrados, es la segunda más grande del país, tiene una capacidad instalada para procesar 315,000 barriles diarios; sin embargo, operaba a 36% de su capacidad.
- La señora Julia, una mujer de 80 años que acompaña a Francisca sentada en los escalones de su local, dice que la refinería es “cosa de Dios”, que él la puso ahí porque se necesita trabajo.
- Pero pocos de los habitantes de Bominthzá, la localidad quieta y de casas modestas que se encuentra en medio de la refinería y la planta hidroeléctrica de CFE, trabajan en el complejo de la estatal, dicen los entrevistados.
“Es un mal necesario”, dice Julia. Esta misma frase la repiten la mujer que vende quesadillas a un lado de la refinería, el señor que despacha un puesto de dulces y refrescos y los cinco choferes de taxi que esperan agarrar algún pasaje junto al complejo de Pemex.
Dicen que es un “mal necesario” porque de ello depende el empleo de todos ellos. Pero al menos la mitad de unos 10 comerciantes que están justo al lado de la refinería traen puesto un cubrebocas. Saben que estar cerca de la refinería no se trata de algo inofensivo.
En noviembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno invertiría 60,000 millones de pesos para modernizar las instalaciones de la refinería de Tula, concluir la planta coquizadora que permitirá aprovechar el combustóleo altamente contaminante de las refinerías de Tula y Salamanca, e incrementar la producción de combustibles de ultra bajo azufre, entre los que se encuentran gasolina, diesel y turbosina.
Hasta ahora, y según datos del gobierno de México, la modernización ha permitido generar empleo para más de 7,000 personas. Se estima que, una vez concluidas las obras de modernización de la refinería, ésta aumentará su producción en 41,000 barriles diarios de gasolina, de diesel en 47,000 barriles diarios y de turbosina en 4,000 barriles diarios.
Mientras tanto, la refinería de Tula sigue siendo una fuente de emisiones contaminantes, con un porcentaje de recuperación de dióxido de azufre, un gas de efecto invernadero y con grandes efectos en la salud, de menos del 10%, cuando debería de ser mayor a 90% por regulación.
Una fuente de contaminación para la CDMX
La contaminación generada en Tula llega hasta la Ciudad de México debido a que los vientos dominantes en la región van de norte a sur casi todo el año. Un listado de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (conocida coloquialmente como NASA) localiza a la zona industrial de Tula como el 59º punto crítico de emisión de dióxido de azufre en el mundo y el cuarto más contaminante de México, solo por detrás del activo petrolero Cantarell. Esta contaminación no solo afecta a la región local, sino que también tiene graves repercusiones en la calidad del aire de la capital del país.
- Un estudio realizado por la Secretaría de Medio Ambiente, citado por el think tank México Evalúa, reveló que las emisiones de la refinería y la termoeléctrica de Tula representan alrededor del 18% de la contaminación en la Ciudad de México.
- “Para decirlo llanamente, la contaminación generada en Tula llega hasta la Ciudad de México debido a que los vientos dominantes en la región van de norte a sur casi todo el año”, cita el estudio.
- La exposición continua a partículas finas PM 2.5, provenientes en parte de Tula, está asociada con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, afectando la calidad de vida de millones de habitantes en la Ciudad de México.
El pasado miércoles 22 de mayo, la capital sumaba ya 13 días de contingencia ambiental en lo que iba del mes. Según la organización suiza IQAir, la Ciudad de México ocupa el octavo lugar en el ranking de las ciudades más contaminadas del país, con una concentración de partículas PM 2.5 que es 4.5 veces superior al valor guía de calidad de aire de la Organización Mundial de la Salud.
- Tanto la refinería de Pemex como la CFE aportan 28% de la partículas PM10 y PM 2.5 de Tula y sus alrededores, según información oficial del gobierno de Hidalgo. La Secretaría de Medio Ambiente local y estatal fueron consultadas, pero no ofrecieron información ni respondieron a una petición de entrevista.
A las 18 horas, una capa gris empieza a ser visible sobre la ciudad de Tula, irritando los ojos de los habitantes hasta enrojecerlos. Salvador, un poblador de Tula, describe cómo una especie de aire gris, que pica la garganta, es visible al amanecer debido a los desfogues de la refinería y la termoeléctrica. Este aire denso no solo irrita los ojos y la garganta, sino que también causa ronchas en la piel y oscurece los dientes de los habitantes, según los testimonios.
“Al menos en la Ciudad de México hablan de una contingencia, imponen medidas; aquí todos nos dicen que la cosa está bien”, lamenta Salvador./Agencias-PUNTOporPUNTO