El camino de la recuperación del mercado laboral en México será lento y los analistas estiman que podría ser hasta 2024 cuanto se alcancen los niveles previos a la pandemia.
- El impacto de la crisis sanitaria sobre el empleo formal ha sido catastrófica, y de marzo a julio se perdieron un millón 118 mil plazas, de acuerdo con las cifras del IMSS.
- Con esta cifra ya se superó la crisis de 1994, cuando se perdieron un millón 78 mil 124 puestos de trabajo. Fue hasta abril de 1997, es decir 28 meses después, para poder regresar al nivel antes de la crisis.
- En la crisis de 2008-2009 se perdieron 696 mil trabajos en ocho meses y la recuperación de los puestos que se perdieron se completó hasta agosto del 2010, en 15 meses.
La última encuesta de Banxico apunta a que en 2021 se generarán 350 mil empleos, lo que implicaría recuperar apenas el 29 por ciento del millón 184 que se estima perder, de acuerdo con el gobierno federal, aún cuando expertos señalan que será 3 veces más.
“En el mejor de los escenarios, creemos que a México le va a costar cerca de 2 o 3 años recuperar los empleos formales o del IMSS antes de la crisis sanitaria, ya que hay una combinación donde las personas van del trabajo formal al informal”, afirmó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
Consideró que la crisis actual ha generado un desempleo estructural, es decir, una falta de sincronización entre la demanda y oferta de trabajo, que estima, tardará cerca de 6 años para recuperarse.
“En la parte de empleos estamos viendo un periodo muy prolongado para recuperar los niveles de actividad económica, creemos que los niveles que consideramos antes de pandemia, estarían viendo una posibilidad de recuperarse hacia el 2023 o 2024”, afirmó Carlos Hernández, analista sénior en Masari Casa de Bolsa.
David Cervantes, economista sénior de BBVA en México, indicó que la afectación del mercado de trabajo en el mediano y largo plazo puede ser mucho mayor, y la recuperación podría extenderse hasta inicios de 2024 o más, en la medida que se profundice la caída.
Señaló que, “dado que la reactivación de la demanda es lenta, a pesar de la apertura, y la falta de estímulos fiscales suficientes o enfocados para reactivar la economía nos hacen prever que la afectación será prolongada”.
Crecieron el desempleo y la informalidad laboral
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los grandes perdedores son los trabajadores más vulnerables, aquellos sin una relación contractual y quienes trabajan por su cuenta.
“Aquellos que no tienen a quién demandar por su pérdida de empleo, dado que ellos eran sus propios patrones. Ahí va a ser un tema muy complejo porque es gente completamente vulnerable, pues ahorita 3 millones (de personas en la informalidad) regresan, pero de los 10 millones que eran informales, 7 millones todavía no pueden regresar a trabajar”, señaló el director general de Estadísticas Demográficas del Inegi, Edgar Vielma, a Milenio.
“También es un tema que sin duda le ha pegado a la mujer. Recordemos que el trabajo doméstico remunerado ha sido de los grandes perdedores en esta ecuación, ya a algunas personas les están llamando a sus empleadas domésticas, pero no es la generalidad y, por lo tanto, vamos a estar muy atentos a ver cómo evoluciona este mercado laboral”, agregó el directivo del Inegi.
- Otro de los indicadores que disparó la economía a modo del Covid-19 es la subocupación, que define a las personas tienen tiempo o necesidad de trabajar más sin que su empleo lo requiera. Inegi exhibió que en junio 3.3 millones de personas dejaron de ser subocupadas, pasaron de 13 millones en mayo a 9.7 millones en junio de 2020.
- Entre los que permanecen bajo dicha condición, seis de cada 10 dependen de un empleador, el resto se dividen sobre todo en trabajadores por cuenta propia y en menor medida por empleadores y trabajadores no remunerados.
Aparejado con las recuperaciones parciales que registró el mercado laboral en junio, aumentaron los empleos de menor salario y la pérdida de espacios para los trabajadores más jóvenes.
En junio aumentaron 4 por ciento los trabajadores que perciben de un salario mínimo hasta dos —un rango de 3 mil 697 pesos a 7 mil 393— y 0.6 por ciento los de dos a tres salarios —hasta 11 mil 90 pesos. El resto cayó. Como resultado, 65.8 por ciento de la fuerza laboral en el país percibe menos de dos salarios mínimos o bien no reciben pago fijo por su trabajo. Además, junio tampoco logró frenar la pérdida de espacios para la población más joven.
- De acuerdo con el organismo, entre los 15 y 24 años el desempleo aumentó 4.8 por ciento, respecto a mayo, y también en un mes creció 7.1 por ciento la desocupación de personas de 25 a 44 años, mismas que representan 49 por ciento de los desempleados en el país.
- En el rango de 45 a 64 años, el desempleo se redujo en 13.2 puntos porcentuales —fue el único grupo de población que logró un aumento—, mientras entre los trabajadores de más de 65 años se perdieron 1.3 por ciento de los empleos que había en mayo.
- La población económicamente activa equivale a 53.1 por ciento de las personas de más de 15 años y aumentó respecto a 47.4 por ciento de mayo; el desempleo lo hizo de 4.2 por ciento a 5.5 por ciento en el mismo periodo; la subocupación bajó de 29.9 por ciento a 20.1; la informalidad aumentó de 47.4 a 53 por ciento.
En los casi tres meses en que se paralizaron las actividades en la segunda mayor economía de América Latina para enfrentar la pandemia (parte de marzo, abril y mayo) se perdieron más de un millón de empleos formales, pero en junio la destrucción de trabajos fue menor./Agencias-PUNTOporPUNTO