El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió el domingo que el aumento de las presiones sociales y económicas provocadas por la pandemia del coronavirus ha llevado a un aumento global de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Guterres pidió un alto al fuego global en los conflictos para que la comunidad internacional pueda concentrar toda su atención en detener el virus y ayudar a quienes lo han contraído.
«Pero la violencia no se limita al campo de batalla», dijo en un comunicado. “Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares. Y entonces hago un nuevo llamamiento hoy por la paz en el hogar, y en los hogares, en todo el mundo».
- Muchos países han reportado un aumento en los incidentes de violencia doméstica y llamadas a líneas directas de abuso desde que la pandemia comenzó a extenderse a nivel mundial a principios de este año.
- En Francia, las tasas de violencia doméstica aumentaron en un tercio en una semana. En Sudáfrica, las autoridades recibieron casi 90,000 informes de violencia contra las mujeres en la primera semana de su encierro.
- El gobierno de Australia dice que las búsquedas en línea de apoyo a la violencia doméstica han aumentado en un 75%, mientras que en Turquía, los activistas exigen mayores protecciones después de que el asesinato de mujeres aumentó drásticamente tras la orden de permanencia en el hogar el 11 de marzo.
El cierre de ciudades y el aislamiento social ordenado por gobiernos busca frenar la propagación del virus respiratorio que ha enfermado a más de 1,25 millones de personas en todo el mundo y matado a casi 70.000.
«Hago un nuevo llamamiento hoy por la paz en el hogar, y en los hogares en todo el mundo», indicó Guterres.
Las órdenes de quedarse en casa implican que las familias conviven todo el día en el espacio del hogar, con hombres que han perdido el trabajo y para quienes aumentan las frustraciones sin que sea claro cuándo terminará el confinamiento.
«Sabemos que los bloqueos y las cuarentenas son esenciales para suprimir COVID-19. Pero pueden atrapar a las mujeres con parejas abusivas», reconoció el líder de la ONU en su comunicado.
- Guterres señaló además como agravantes que los proveedores de atención médica y la policía están abrumados y con poco personal, mientras que los grupos de apoyo locales están paralizados o no tienen fondos. También afirmó que algunos refugios de violencia doméstica están cerrados y otros llenos.
Al mismo tiempo, otros grupos de la sociedad civil luchan por mantener el personal y los recursos. En algunas ciudades, los refugios de violencia doméstica han sido convertidos en centros de salud.
«Insto a todos los gobiernos a hacer de la prevención y reparación de la violencia contra las mujeres una parte clave de sus planes nacionales de respuesta para la COVID-19», dijo Guterres sobre la enfermedad causada por el coronavirus.
A la vez expresó que es un imperativo declarar los refugios como servicios esenciales, establecer sistemas de advertencia de emergencia en farmacias y supermercados y crear formas seguras para que las mujeres busquen ayuda sin alertar a sus abusadores.
Las llamadas por violencia de género en México aumentan 60%
Desde que en México comenzaran las recomendaciones para contener los contagios, las llamadas por violencia de género aumentaron un 60% y las peticiones de asilo un 30%, según la Red Nacional de Refugios. “La violencia contra las mujeres no está en cuarentena, por ello es prioritario cubrir las necesidades de los que huyen de la violencia de género”, dice a Verne Wendy Figueroa, directora de esta asociación. “Con el tema del Covid-19 el agresor está todo el tiempo en casa”, dice Sabina Carrillo, directora de un refugio en el Estado de México.
- A la crisis de salud producida por la pandemia se añade la inestabilidad económica que se cierne sobre millones de familias en los próximos meses. Esto genera un aumento de la tensión en los hogares que desemboca en más violencia. “Cuando el agresor está en confinamiento con la víctima el episodio violento viene más rápido. Se acrecientan las emociones, los sentimientos y el enojo”, explica Karen Valdez, psicóloga especialista en temas de género.
“Se refuerzan los estereotipos de las labores del hogar y se pone a las mujeres en un lugar de servicio obligatorio. Cualquier cosa que no sale como los agresores están esperando, se vuelve un pretexto para la violencia”, dice Marilú Rasso, directora de otro refugio en Ciudad de México.
Sin dinero, sin poder pagar a sus trabajadores nada más que el mes de abril y cada vez con más solicitudes de asilo, los refugios para mujeres en México se enfrentan a la amenaza del coronavirus con las manos vacías. “Nuestra capacidad ha sido rebasada pero no podemos negar el resguardo”, agrega Sabina Carrillo. En el Estado de México las solicitudes de asilo en refugios aumentaron 40% y el único centro disponible se encuentra al 120% de su capacidad.
- Algo similar sucede en el único refugio que existe en Aguascalientes, un Estado de más de 1,6 millones de habitantes. Roxana d’ Escobar, directora del lugar, cuenta que aumentaron 50% los ingresos en las últimas dos semanas. “Por la cuarentena hemos tenido que cerrar los centros de atención externa, pero las mujeres y sus familias no se pueden quedar sin asistencia así que se están dando las terapias de manera virtual”, cuenta a Verne.
- En la frontera sur del país, en Chiapas, además de la contingencia sanitaria por Covid-19 -con 13 contagios confirmados-, se vive una fuerte crisis migratoria y humanitaria. Las mujeres centroamericanas son doblemente discriminadas. Elsa Simón Ortega, fundadora de la organización Por la superación de la mujer en la ciudad de Tapachula, cuenta a Verne que las peticiones de asilo se han duplicado, que las agresiones a mujeres mexicanas y centroamericanas subieron y que las donaciones han dejado de llegar. “Llevamos poco más de una semana y no imaginamos que fuera a crecer de este modo”, comenta.
Desde el pasado 25 de marzo, el Gobierno de Guatemala cerró sus fronteras ante la expansión de la enfermedad, lo que ha dejado varadas a miles de personas en los centros migratorios de la frontera con México de donde no pueden salir y las condiciones son inhumanas. “El fin de semana atendimos el caso de una familia hondureña cuyo maltratador golpeó al niño de un mes porque no dejaba de llorar. Se procedió contra él y fue aprehendido, estuvo a punto de matarlo”, relata Simón.
En estas dos últimas semanas, en Ciudad de México aumentaron 7.2% los detenidos por violencia familiar durante contingencia por Covid-19 y se abrieron 1.608 carpetas de investigación por violencia familiar, según la Fiscalía General de Justicia. Los abusos no solo son contra las mujeres, también van dirigidos a los niños y niñas que quedan más expuestos a la violencia física o sexual. “Esta situación los pone en un mayor nivel de riesgo al estar en casa”, dice Mayela Chávez, desde Acuña, Coahuila, en la frontera con Estados Unidos y uno de los lugares con más casos de violencia sexual infantil de México./AGENCIAS-PUNTOporPUNTO