La captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, este jueves en Culiacán, Sinaloa, representa una muestra del fin de la estrategia de «Abrazos, no balazos», promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y un aumento en el uso de la fuerza en contra del crimen organizado, consideraron especialistas.
- Las imágenes de un helicóptero de las Fuerzas Armadas disparando hacia un domicilio en la sindicatura de Jesús María al norte de Culiacán fueron un recordatorio de un operativo similar en Tepic, Nayarit en 2017; acciones que desde el inicio de su gobierno, el presidente AMLO prometió que no se repetirían en su administración.
«Nosotros somos diferentes», ha insistido el mandatario.
Pero él y su gobierno ya no lo fueron tanto. Y las acciones de este jueves dan cuenta de ello; no sólo por la detención de Ovidio Guzmán, sino también por el asesinato de Ernesto Piñón de la Cruz, «El Neto», la madrugada de este mismo día.
«La detención tampoco tiene que ser entendida como algo extraordinario. Es lo que siempre debería suceder. Evidentemente esto contradice todos los dichos del presidente sobre una estrategia de ‘abrazos y no balazos’. Pero los balazos abundaron esta madrugada, no hubo ni un solo abrazo», comentó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
Y no es una casualidad. Pues el Gobierno de México se encuentra bajo diversas presiones internas y externas para intensificar la lucha contra el crimen organizado.
«Al menos en las Fuerzas Armadas hay una reacción ante lo que ha sucedido recientemente: el asesinato de de un general, la desaparición de un coronel, las distintas emboscadas y enfrentamientos que han tenido que lidiar las Fuerzas Armadas. Me parece que sí ya hay una reacción de parte de estas», explicó Carlos Matienzo, investigador de la consultora en riesgos de violencia Data Int.
- A ello se suma que la estrategia de seguridad de AMLO coincide con los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en la búsqueda de descabezar a los grupos criminales.
«Más allá de lo que haya dicho el presidente o la secretaria de Seguridad Pública, sí hay una política de descabezamiento de los grupos criminales como en los gobiernos anteriores. Esto ya es un patrón. La captura de Caro Quintero, la del hermano del ‘Mencho’. La idea de que no es prioridad dar con los cabecillas no es cierto. Sí es cierto al igual que en otros gobiernos era un tema central», afirmó Alejandro Hope en entrevista para «Atando Cabos» con Denise Maerker.
- Eso por un lado. Pero por otro, la visita del presidente de Estados Unidos a México la próxima semana es otro factor de presión para demostrar que hay respeto al estado de Derecho y la legalidad en el país.
«Me parece que hay una exigencia muy importante de EU de tener un combate más frontal hacia el crimen organizado. No es casual que suceda a horas de la visita de Joe Biden, y después de que se reuniera con el embajador de EU el presidente López Obrador. (…) La principal razón de su detención más que por un objetivo operativo en México es por un tema de fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos».
«Es decir, pese a las renuencias del presidente para combatir frontalmente al crimen organizado, me parece que interna y externamente está sufriendo suficientes presiones. Por otro lado yo creo que ya les habrá quedado claro que la política de abrazos no balazos, simplemente no funcionó. El país no se ha pacificado», sostuvo Matienzo.
- Francisco Rivas, director del ONC, consideró que la detención de este personaje podría representar un mensaje de bienvenida para el presidente de EU.
«Sabemos que en su momento, la liberación de Ovidio en la administración de Estados Unidos pasada fue muy criticada por las autoridades de Seguridad y Justicia de Estados Unidos. Entonces parece que este busca ser una bienvenida ante un encuentro no tan amigable como se esperaría», dijo Rivas.
En contraste, Alejandro Hope consideró que la detención de Ovidio Guzmán en este momento no pudo ser una especie de ofrenda para con el mandatario de EU.
«Aquí hay un punto más de fondo. Una detención de alguien como como Ovidio Guzmán toma tiempo. Corres por tu carril, son procesos que requieren la coordinación, la colaboración de muchas de las agencias tanto mexicanas como extranjeras. Esto no es algo que se pueda programar. Muchas veces ocurre por un golpe de oportunidad», lanzó en entrevista para «Atando Cabos».
- A pesar de no tener un objetivo claro del impacto que tendrá al interior de México, para David Saucedo, especialista en seguridad, la detención de Ovidio Guzmán sirvió como revancha por el operativo fallido de octubre de 2019.
«Es un éxito del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Así como hemos criticado en su momento de manera muy ácida y con toda razón la captura y posibilidad de liberación de Ovidio, en este caso en particular tenemos que felicitar al gobierno. AMLO se saca la espina que tenía clavada luego de la liberación en un episodio que se conoció popularmente como el Culiacanazo», dijo.
Tras su captura, Ovidio Guzmán López, apodado como «El Ratón» y a quien la Secretaría de la Defensa Nacional identificó como líder de la facción «Los Menores» del cártel del Pacífico (que incluye al cártel de Sinaloa) fue trasladado a la Ciudad de México, a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) en la CDMX.
Política “abrazos no balazos” abre camino a la violencia
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, señaló que la política de “abrazos no balazos” propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado una ola de violencia como la que se ha suscitado en Culiacán, Sinaloa, tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
- A través de un comunicado que emitió el Partido de Acción Nacional (PAN) refirió que resulta una casualidad que a días de que llegue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a México, se reporte la recaptura de Ovidio Guzmán, luego de su aprehensión en 2019, de la cual salió libre e incentivo que los criminales ataquen a la población.
- Esto luego de que durante la madrugada de este 5 de enero se reportaron enfrentamientos armados y narcobloqueos en Culiacán, Sinaloa lo que provocó la suspensión de clases, el paro de actividades de manera total en la entidad y demás medidas para salvaguardar la vida de la ciudadanía.
Cortes Mendoza señaló que esta ola de violencia es consecuencia de la política de “abrazos a los delincuentes” que ha proclamado el presidente de México desde que inició su administración.
” Es evidente un pacto del gobierno federal con el crimen organizado. Es muy sospechoso por decir lo menos, que actúen solo para quedar bien con la próxima visita del presidente de Estados Unidos”, acusó el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés.
- Recordó que el gobierno estadounidense firmó una orden ejecutiva para capturar a los cuatro hijos de Joaquín Guzmán y herederos del Cártel de Sinaloa, lo cual es curioso que a días de que Joe Biden llegue a territorio mexicano se realice la captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Dio a conocer que durante este sexenio se han superado 140 mil homicidios dolosos, por lo que exige al presidente López Obrador que mejore las acciones necesarias para combatir la violencia e inseguridad, así como fortalecer el Estado de derecho.
Captura de Ovidio Guzmán dejó “hueca” la estrategia de seguridad
Y si bien se ha cuestionado que tan importante es el golpe al narcotráfico, el periodista Raymundo Riva Palacio señaló, en cambio, que con la detención demostraba de una forma contundente que la estrategia de seguridad de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) conocida como “abrazos, no balazos” quedaba hueca.
- Pues en su más reciente columna para Ejecentral a diferencia de lo que varios miembros de la oposición aseguraron, que se estaba complaciendo al Gobierno de los Estados Unidos (EEUU) o que se trataba de un obsequio para Joe Biden; el analista aseguró que a pesar de ser un factor, se trataba de una visión reduccionista de la realidad.
“Probablemente cedió a las presiones de Estados Unidos como lo hicieron antes varios presidentes mexicanos, que regalaron a sus contrapartes estadounidenses capturas de capos de la droga en vísperas de un encuentro bilateral”
Pero señaló que AMLO, a diferencia de los anteriores mandatarios, les había dado un salvoconducto y licencia de impunidad para obrar como quisiesen. Debido a esto, aseguró, llegó el momento en el que tuvo que tomar una decisión difícil al estar entre lo real y su ideal.
Ya que tuvo que afrontar la presión de los EEUU por la falta de cooperación a la hora de extraditar a Rafael Caro Quintero tras su detención, en contra de su política de seguridad la cual ha defendido “de manera sistemática y vehemente durante todo el sexenio”.
- La detención, una de las más importantes del sexenio, a consideración del analista político, marcó un antes y un después para el gobierno de López Obrador. Pues el primer Culiacanazo fue un operativo fallido realizado a plena luz del día, “sin plan claro de extracción, y negociaciones trianguladas entre Iván Archivaldo Guzmán y las autoridades federales para que lo liberaran”.
- En esta ocasión, destacó, el operativo estuvo perfectamente ejecutado, realizado en la madrugada, con el uso de aeronaves artilladas para la contención de sicarios, quienes reaccionaron cuando Ovidio ya estaba siendo trasladado hacia la Ciudad de México.
A su vez mencionó que antes, la estrategia era que los militares solo confrontaran a los grupos criminales cuando hubiera actos flagrantes y el acecho era únicamente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), principal enemigo del Cártel de Sinaloa.
Mientras que el después “significa la ruptura con el Cártel de Sinaloa, y particularmente con los chapitos, con quienes existía, si bien no institucionalmente, una alianza informal de facto. Por un tiempo indefinido se acabarán las visitas de López Obrador a Sinaloa y Nayarit”, aseveró.
A pesar de esto, opinó que de seguir con la estrategia aplicada, “habrá dado un paso adelante que lo beneficiará a él, a su gobierno y, al país en general”, pues afirmó que AMLO por fin dejó en claro que el Estado tiene más fuerza que los cárteles.
López Obrador pierde el control del país
William Barr, exfiscal general de los Estados Unidos, dijo en una entrevista a Fox News que en su opinión el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ya perdió el control del país frente a los grupos del narcotráfico y se mostró preocupado de que su capacidad financiera les llegue a permitir en un momento dado compartir soberanía con las propias autoridades.
- Ya desde 2020 el gobierno de los Estados Unidos advirtió que son nueve las organizaciones criminales en México con una estructura financiera y poder de fuego capaz de poner en serios aprietos al aparato de gobierno en México, convirtiéndose así en una amenaza para la seguridad para el propio vecino del norte..
- William Barr recordó este viernes: “Fui allí un par de veces (a México) para ver si podíamos endurecer la columna vertebral de este presidente (López Obrado) que cree en los abrazos, no en las balas, y están perdiendo”.
Barr señaló que el poder económico con el que cuenta el crimen organizado ya rebasó el sistema de seguridad del Estado mexicano, pues los cárteles “tienen decenas de miles de millones de dólares. Pueden corromper a quien quieran y tienen ejércitos vestidos como militares y vehículos blindados”.
El exfuncionario mostró su preocupación de que las autoridades de México podrían “compartir soberanía con los cárteles y llegar a un modus vivendi con ellos”.
Pero no solo Barr considera que México está perdiendo la guerra frente al narcotráfico, en 2021 el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte del país, estimó que entre el 30 y 35% del territorio mexicano sufre una ausencia del Estado mexicano y ya está bajo control del crimen organizado. En estos territorios, los criminales ampliaron sus actividades al secuestro y cobro de piso, obligando a la población a desplazarse de sus comunidades y en muschos casos, tratar de emigrar a la nación norteamericana.
- El fénomeno de desplazados a causa de la violencia del crimen organizado se ha extendido por todo el país, desde Chiapas, pasando por Guerrero, Michoacán y recientemente Zacatecas. Apenas en marzo de 2022 un grupo de pobladores de Jerez, en la sierra de Zacatecas, acudió a Palacio Nacional para pedir apoyo directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador para poder regresar a sus zonas de origen de manera segura.
La Administración de Control de Drogas (DEA) identificó en 2020 a los nueve cárteles mexicanos con más influencia en Estados Unidos. El el informe Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2020, los responsables son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Organización Beltrán Leyva, el Cártel del Noreste y Los Zetas, así como Guerreros Unidos, el Cártel del Golfo, el Cártel de Juárez y La Línea, La Familia Michoacana, y Los Rojos.
Estos grupos criminales son señaldos de exportar fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína, y marihuana a los Estados Unidos anualmente. Para la DEA, “China sigue siendo una fuente clave de suministro de los precursores químicos que los cárteles mexicanos utilizan para producir las grandes cantidades de fentanilo que contrabandean”.
Luego del operativo fallido en octubre de 2019 en el que fuerzas federales detuvieron y posteriormente liberaron a Ovidio Guzmán, el presidente aseguró que fue él quien tomó la decisión para evitar un baño de sangre en Culiacán, luego que sicarios del cártel de Sinaloa espacieron el caos en la ciudad para rescatar a uno de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán. Sobre la liberación del presunto narcotraficante, López Obrador aseguró: “Si hicimos bien o hicimos mal, ya la historia lo dirá”.
- Después de este hecho, el gobierno de los Estados Unidos ofreció una recompensa de 20 millones de dólares por cada uno de los hijos de el Chapo Guzmán, situación que no gustó demasiado al de México, donde López Obrador aseguró que nuestro país es soberano y solo a él corresponde la detención de criminales en su territorio.
El presidente de México dijo que EEUU estaba en su derecho de combatir a los traficantes de droga, pero insistió: “Nosotros somos los que tenemos que hacer nuestro trabajo de acuerdo a las investigaciones (…) No hay impunidad para nadie”./Agencias-PUNTOporPUNTO